Nickelback - Burn it to the ground
We're going of tonight to kick out every light take anything we want drink everything in sight. We're going till the world stop turning while we're burn it to the ground tonight.Ella estaba recostada a mi lado cuando llegó mi mamá y corrió a mis brazos, a mi rostro lo llenó de besos aunque lamentablemente me dolía hasta cualquier roce de sus dedos en mi piel. Sonreí al ver cómo se preocupaba por mí y me decía que me quería, que haría cualquier cosa porque yo estuviera bien, que la perdonara por no pasar tanto tiempo conmigo que era importante en su vida que todo estaría bien ahora.
-Tranquila mamá, solo tuve un accidente, estoy bien -susurré y ella me abrazó a sí.
- No te dejaré manejar más -susurró en mi oído y yo reí.
- No quiero hacerlo por un rato, gracias -dije y ella besó mi frente.
Giró la mirada hacia donde estaba Lorette y caminó a ella con ternura, la abrazó y besó su frente, sonrieron y ella solo dejó que tomaran su mano.Nos quedamos un rato más allí solo en silencio. Luego llegó mi hermana y ella estaba como loca viéndonos y esperando que nos levantáramos al instante, creo que jamás la había visto tan preocupada como lo estaba.
-¡Te juro que casi me muero! -dijo Gemma y corrió a mis brazos hundiendo su rostro en mi pecho, sollozando miles de cosas más, como que me quería y que no quería que volviera a correr a alta velocidad que no quería que tocara un auto. Que ella se encargaría de que yo estuviera bien.Lorette estaba escéptica en su lugar. Solo nos miraba y medio sonreía. Mi mamá gracias a Dios no se atrevía a sobarle el vientre porque decía que parecía haber sido una herida grave en Lorette, y que agradecía que ella estuviera bien.
-¿Segura? -preguntó y Lorette negó.
- Estoy bien señora Styles -aseguró- no es necesario tomar tantas medidas.
-¿Cuánto te dieron de reposo? -inquirió mi madre y Lorette suspiró.
- Al menos un mes en lo que se me sana la herida y... -no pudo hablar más, creo que confesarle que necesitaba que su hija Lux se repusiera tampoco estaría entre sus palabras.
- Bueno, creo que en estos meses haz hecho suficiente por nosotros. Te podemos cuidar mientras nos necesitas.
- Gracias -dijo ella y Nick entró en la habitación.Mamá y mi hermana sonrieron y él caminó hacia ellas, las saludó afectuosamente mientras que a mí a penas me dirigió una mirada. Luego sus ojos se plantaron en los de Lorette y ella sonrió automáticamente. ¿Qué rayos tenía él que la conquistaba tan solo con una mirada? Lo odio, no mucho, pero sé que esto que siento son celos, y celos que me corroen fuertemente.
-Deberías decirle ya a Lorette -susurró mi madre y yo me le quedé mirando.
-¿Decirle qué? -pregunté pues yo aún seguía con la mirada fija en ella.
- Que te gusta, que salga contigo -dijo y sentí como la llamarada de sentimientos se apoderaban de mi rostro y estómago. A veces me preguntaba por qué decían que eran mariposas las que se sentían en el estómago cuando alguien te gustaba. Yo estoy completamente seguro de que lo que siento son mapaches rabiosos los que se comen mi estómago cada que ella siquiera me mira.Seguro dirán, ella es una chica hermosa, es preciosa. Es castaña, tiene el cabello largo y tiene una nariz perfecta. Sus labios son carnosos pero a la vez pequeños. Tiene ojos grandes y cafés, su piel es regular pero luce tersa aunque con sus imperfecciones, como las mías. Ella dice que son espinillas sexys, yo digo que es optimista. Tiene los dientes blancos y tiene los colmillos marcados. Cuando se ríe a carcajadas sobresalen y ella dice que es familiar de Edward Cullen. Su cuerpo, bueno es alta, no es muy delgada y tampoco es gorda, simplemente tiene bonitas curvas, aunque la curva que más me encanta es la de su sonrisa.
-¿Harry? -llamó mi madre sacándome de mi fantasía.
- Perdón -dije volviendo a la realidad, la realidad en la que Lorette hablaba con Nick animosamente. La realidad en la que mi madre los observaba y sonreía.
- No creo que quieras que salga con ella -susurré demasiado bajito a mi madre y ella me miró con curiosidad.
-¿Por qué no querría?
- Porque ella... -no quería decirle a mi madre lo que le prometí a Lorette guardaría en secreto con mi vida, pero sabía que ella se daría de cuenta en un par de semanas más. La miré y Lorette rió a carcajadas, seguro por algún chiste que Nick pudo contarle. Ella tocó su vientre, creo que la herida le dolía cuando ella se reía.
- Ella gusta de Nicholas -susurré y mamá rodó los ojos.
- Es por tu culpa, si desde un principio tú le hubieras dado una oportunidad ella estaría contigo y no con él -reprendió.
- No es cierto -dije muy convencido- Lorette desde un principio me ha dejado claro qué es lo que quiere de mí.
- ¿Qué es lo que quiere? -preguntó Gemma uniéndose a la plática.
- Solo quiere ser mi amiga y yo... trato de pensar que...
- No tratas de pensar en nada, la verdad es que te estás rindiendo sin siquiera intentarlo -dijo mi hermana, mi hermana siempre tenía la razón. Lo que me dejaba claro que tal vez era verdad.
- Pero ya se lo dije, le dije que me gustaba que estaba enamorado de ella y que quería que lo intentáramos, pero...
- Ella no confía nada en ti -dijo mi madre- siempre la decepcionas, no es de extrañar que no pueda imaginar una relación contigo.
- ¿Qué se supone que haga? -pregunté realmente confundido.
- Nada -dijo Lorette desde la camilla de al lado, donde Nick y ella estaban observándome-. No necesitas hacer nada.