Golpeó la puerta cuatro veces seguidas, esperó pacientemente hasta que, luego de unos cuantos segundos, una suave voz habló del otro lado de esta.
—¡Entra Satoru! —Gritó para que pudiera escuchar.
El hombre sonrió y se abrió paso en la entrada de la morgue, al llegar vislumbró a la castaña con unos documentos en sus manos frente a su escritorio, se veía realmente cansada.
—¿Cómo sabías que era yo? —Preguntó asombrado.
—Eres el único idiota que golpea la puerta con un estúpido ritmo, en fin ¿Qué haces aquí? —Indagó sin mirarlo aún.
—Es veinticuatro —dijo pacientemente acercándose.
—¿Y…? —Realmente no le encontraba importancia alguna en aquella fecha, ¿es que acaso habían quedado para salir? Imposible, Gojo siempre la llamaba antes de pasarla a buscar. Shoko lo miraba expectante en busca de alguna explicación que excusara su interrupción.
—De diciembre.
El semblante de la fémina cambió drásticamente a uno sorprendido.
—¿De verdad? —Se preguntó a sí misma, tomando en sus manos su móvil y cerciorándose que realmente era aquella fecha—. Vaya —susurró dejando los documentos a un lado y estirándose en su silla —, no recuerdo ni en que año vivo.
—Claro que no lo haces —afirmó el albino—, vives encerrada en este lúgubre lugar y solo sales cuando, prácticamente, te arrastro a hacerlo, ¿si sabes que eso no te hace ningún bien, verdad?
Ella blanqueó los ojos.
—¿Y tú si sabes que este es mi trabajo, no?
Gojo se silenció y observó su alrededor, la mujer tenía un buen punto, aun así le parecía innecesario todo el tiempo que pasaba allí, rodeada de cadáveres. Cuando volvió su vista hacia ella, la encontró nuevamente sumida en aquellos documentos, frunció el ceño.
—¿Qué tanto te falta para terminar?
—Solo un poco más —habló apaciblemente—, ve a sentarte allí —señaló un sillón en una esquina de la habitación—, y no molestes hasta que termine mi trabajo.
Satoru asintió e hizo lo que ella ordenó sin rechistar. Los minutos pasaban y se estaba muriendo del aburrimiento, ya había repasado cinco veces todo el sitio que conocía de memoria, desde las manchas de humedad, hasta los dibujos pegados en los muros, cortesía de un pequeño Megumi, que en su niñez adoraba a Shoko y no paraba de regalarle sus obras de arte; sonrió al recordar aquellas épocas.
—Agh, por fin —suspiró agotada.
Gojo felizmente se acercó a ella y con lentitud comenzó a masajear sus hombros en busca de hacerle liberar algo de estrés. La castaña gimió con satisfacción al sentir un gran alivio en su cuerpo, cerró los ojos disfrutando de aquel suave amasamiento por parte de su amigo y colega.
—¿Mejor? —Preguntó rozándole la oreja con sus labios.
—Mjm… —Sus pelos se erizaron causando un escalofrío por todo su ser—. Hay bebidas en el refrigerador —dijo buscando distraerse de aquellas sensaciones.
Satoru se alejó a buscar algo para beber, obviamente algún refresco para él y una botella de sochu para la castaña, además de un vaso. Al volver donde ella, la vio semi recostada sobre un sillón de dos plazas, llegó a su lado entregándole en la mano el pequeño recipiente de vidrio y llenándolo con alcohol.
—Gracias —se hizo a un lado haciéndole un lugar al albino.
Gojo tomó asiento junto a ella, llevando el brazo tras su espalda y atrayéndola a él.
—Sabes… —Bebió un poco de gaseosa—. Esta fecha me pone demasiado melancólico —echó su cabeza hacia atrás.
—Bueno, creo que es apropiado —dijo mirándolo—, después de todo es el aniversario de la muerte de Geto.
—A veces me pregunto, que sería de nuestras vidas si Geto nunca hubiera desertado.
—Pues, yo seguiría con mi mismo empleo, Suguru seguramente enseñaría artes marciales, y tú seguirías siendo un idiota.
—Me hieres —fingió dolor—. Aunque tienes razón, a Geto se le daba demasiado bien el combate cuerpo a cuerpo, hubiese sido en excelente profesor y chamán.
—Tenía demasiado potencial —recordó anhelando volver a los tiempos pasados, en donde únicamente le importaba estudiar y huir cada vez que los oía discutir por alguna tontería.
—Extraño lo que solíamos ser, los tres —dijo aferrándose a ella.
—Dirás, lo que ustedes solían ser —corrigió.
—¿Qué dices? —Preguntó buscando su rostro y mirándola fijamente.
—La verdad, siempre fueron solo ustedes dos.
—No, claro que no —dejó el refresco a un lado y acarició su rostro con cariño—, Shoko, tú siempre fuiste una parte importante de nosotros.
El silencio reinó en ambos, por lo que parecieron ser eternos segundos.
—Vaya, se siente bien oír eso —río con melancolía y tomó un sorbo de la bebida alcohólica—. ¿Lo extrañas, verdad?
—Todos los días —confesó—, era mi único amigo —suspiró—. La última sonrisa en su rostro aún sigue grabada en mi mente.
—Debió ser tan difícil.
—Lo fue… Pero tú estás aquí y me das fuerzas, Shoko.
—Wow… —Expresó sorprendida, un sonrojó la cubrió y sintió su rostro arder, no sabía si era a causa del alcohol o de las emociones que aquellas palabras le habían hecho sentir.
Satoru y Shoko solían reunirse todos los veinticuatro de diciembre, conmemorando la muerte de aquel amigo que amaban y extrañaban con intensidad, aquel amigo que tanto los lastimó; fantaseando sobre algún presente alternativo, y recordando con cariño, además de nostalgia, tiempos pasados. Era una especie de tradición para ambos; finalmente todo acababa con la castaña completamente ebria, durmiendo en los brazos de un cansado Gojo, fundidos en un abrazo lleno de todo tipo de sensaciones.
Luces iluminaron el cielo, podían verlo por la ventana que daba al exterior, eran fuegos artificiales que ni siquiera se oían de lo lejos que se encontraban. Satoru sonrió, la navidad había llegado.
【✨🌿🌸】
Quise publicarlo anoche, un poco antes de las doce, pero me quedé dormida ;-;
Como sabrán, el 24 de diciembre del 2017 se llevó a cabo el desfile nocturno de los cien demonios, y en esa misma fecha Suguru Getou fue asesinado a manos de su amor, digo... De su mejor amigo :')Lamentablemente me di cuenta muy tarde que este one shot no concuerda con el canon de la historia, puesto que la muerte de Geto es en el 2017 y el arco de Shibuya comienza el 31 de octubre del 2018, osea que ni siquiera pasa un año de la muerte de Suguru, mis más sinceras disculpas; pensé en no subirlo, pero realmente me gustó lo que escribí, asiq hagamos de cuenta que el incidente de Shibuya pasa más adelante ksjdks.
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Diciembre Veinticuatro | Satoru & Shoko (One Shot)
Fanfiction𝐃𝐎𝐋𝐎𝐑𝐎𝐒𝐎𝐒 𝐑𝐄𝐂𝐔𝐄𝐑𝐃𝐎𝐒 ❝ Sé que la vida sigue, pero yo te sigo llevando en cada momento ❞ Satoru y Shoko conmemoran juntos a su viejo y difunto amigo, sumidos en buenos y dolorosos recuerdos. : ̗̀➛Aviso: este one-shot no sigue el can...