VENDETTA | MINSUNG

2.8

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A Minho le tomó horas levantarse de donde estaba. Después de quedarse sin lágrimas y doliéndole con toda el alma tomó el cuerpo de Felix y lo subió a los asientos traseros de su auto.

No pensó en otra cosa más que ir directo a su casa, no dejaría que las cosas se quedaran de esa manera. Necesitaba cobrar venganza.

Llegó a la mansión Lee. Dejó el cuerpo de su hermano en el auto y escondió su arma en la parte trasera de su pantalón, por debajo de su saco. Ningún guardia se opuso a dejarlo entrar.

Muchas de las personas de servicio se quedaron boquiabiertas por la ropa del mayor de los hijos Lee. Estaba manchado de sangre de pies a cabeza. Al principio pensaron que estaba herido pero al verlo caminar perfectamente asumieron que la sangre no era suya.

Poco le importaron los murmullos y las miradas que le daban. Subió a paso rápido por las escaleras hasta llegar a la puerta de la oficina de Mark.

No llamó ni nada, solo entró. Mark estaba cínicamente jugando billar en medio de la habitación, no se inmutó al ver ahí a Minho. Había cuatro hombres pertenecientes a su escolta.

Minho se acercó a él y sin pensarlo dos veces sacó su arma para apuntarla a la cabeza de Mark. Al instante los cuatro hombres que los miraban, apuntaron sus armas hacia el menor.

Mark levantó sus manos en señal de burla. La mirada de Minho estaba llena de odio y sufrimiento.

"¿Qué crees que estás haciendo Minho?" Mark intentó moverse pero su hijo movió la pistola de nuevo"

"¡No te muevas!" gritó exasperado.

Mark le dio la señal a sus empleados para que bajaran sus armas. Él lo tenía controlado.

"¿Qué quieres Minho? ¿No deberías estar planeando el funeral de tu hermano?" Mark seguía burlándose y eso estaba terminando con la paciencia del menor.

"¡Cállate! ¡No te atrevas a mencionarlo! ¡Todo esto es tu culpa!" Minho no pudo seguir reteniendo sus lágrimas, sus manos comenzaron a temblar y Mark aprovechó para tomar el arma de las manos de Minho. Lo desarmó y lo tomó  del cabello para hacerlo que se hincara, con su otra mano tomó el arma para apuntarla a la cabeza de su hijo.

"Aún eres débil. Hace unos minutos creí haber visto a un Minho diferente, pero veo que me equivoqué" se acercó más a la cara de su hijo "Creo que necesitas sentir dolor para ser eficiente. Tienes hasta mañana en la tarde para encargarte del asunto de Felix, después vendrás aquí, tenemos mucho de que hablar. Y Minho" habló por última vez "No te confundas, yo no maté a nadie, tú si".

Soltó el arma y salió con sus hombres siguiéndolo.

Minho se fue de la oficina directiva su auto, observó la oscuridad de la noche, llevó una manta con la que cubrió el cuerpo de Felix. No sabía qué hacer ahora.

"¿Cha-Changbin?" marcó el primer número en su registro de llamadas "¿Dónde estás?"

"Voy de camino a tu casa Minho. ¿Qué sucede? ¿Ya regresaste de lo de Felix?" Changbin se escuchaba lleno de esperanza.

"Necesito que vengas rápido, estoy afuera de la mansión" Minho era más llanto que palabras.

Changbin colgó y aumentó la velocidad. Algo sonaba mal en Minho.

Llegó a la residencia y sintió como si su corazón hubiera recibido un golpe. Minho estaba cubierto de sangre sentado a un lado de su auto que tenía marcas de detonaciones.

El guardaespaldas se apresuró a bajar, corrió directo a su amigo, se agachó a su altura e intentó moverlo pero este solo se aferró a su camisa y comenzó a llorar de nuevo.