VENDETTA | MINSUNG

2.9

Minho no tenía ninguna fuerza en ese momento.

No tuvo la oportunidad de procesar las cosas como hubiera querido.

El día anterior su hermano había muerto, ese día por la mañana se había encargado de ir a dejar sus cenizas y ahora por la tarde... Debía hablar con Mark.

Entró a su casa y caminó hacia el jardín donde le avisaron que Mark lo esperaba. Pensó en como de un momento a otro todo se le fue de las manos, no tenía ánimos para planear otra rebelión en contra de su padre. Ya no.

Se acabaron los intentos. Se sentía cansado... Exhausto.

Aún había personas a las que debía cuidar como dijo Felix. Pero mientras caminaba y veía a Mark tranquilamente. Sintió... Nada.

"Veo que fuiste rápido" Mark le daba la espalda. Estaba sentado mientras comía debajo de una sombrilla. El cielo seguía nublado pero había dejado de llover.

"¿De qué quieres hablar?" Minho habló sin ninguna emoción.

"Déjenme a solas con él" Mark se dirigió a su cuerpo de seguridad que abandonaron el espacio en seguida "Siéntate Minho".

El pelirrubio se sentó en otra de las sillas que había en la mesa donde estaba Mark.

"¿Qué crees que piensen los Hwang cuando se enteren que tú mataste a Felix?" habló el mayor.

Minho se dedicaba a ver sus manos entrelazadas sobre la mesa.

"Es obvio que ya perdiste el control de la organización" continuó hablando Mark "Ni siquiera has sido útil. Pero ahora que Nicolas aceptó darme una última oportunidad para que acabemos con Cesar y sus pestes con la condición de dividir todo en partes iguales. Tú tienes que elegir de qué lado vas a estar. Si estás conmigo puedo considerar dejar a sus hijos fuera de esto".

Minho entendía lo que Mark quería decir. No estaba negociando, lo estaba amenazando.

Jamás confiaría en él, Mark era tramposo, jugaba sucio, era despiadado y controlador.

"Además te daré el privilegio de que tú les digas que fuiste el responsable de la muerte de Felix" Minho sintió que el dolor de cabeza aumentaba con cada minuto que pasaba "La noticia de su muerte se ha esparcido pero nadie sabe tu secreto".

Minho sabía que de cualquier manera dañaría a todas las personas cercanas a él. Pero no quería que lo llegaran a odiar.

No lo soportaría.

"Yo lo haré"

"Muy bien" sonrió Mark "El fin de semana iré a hablar con el dueño de Dolls. Hay un pequeño percance con las drogas que vendemos ahí. Los Hwang están algo involucrados. Pero dudo que Cesar se aparezca" Minho no entendía por qué Mark le estaba hablando de todo eso "Aún así iré y tú te encargarás de llevar otro cargamento a la bodega de Gangnam. Después tendrás tiempo de arreglar tus problemas personales".

Lo que restó del día solamente pudo pensar en cómo sería su vida a partir de ese momento. No quería sonar ridículo pero en verdad quería dormir y no despertar en un largo tiempo. Tal vez nunca más.

Sabía cómo lidiar con el dolor físico pero no con el emocional. Intentó llamar a Jisung y eso lo alegró un poco, pero al final se sintió culpable por estar ocultándole tantas cosas.

Este era el principio de su final. Él mismo firmó su sentencia.

Promesas. Promesas. Promesas.

Solo fueron palabras. Pero hirientes como miles de navajas.