Capitulo 2

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"¡El próximo tren al Parque Kamogawa llegará en cinco minutos! "


Sesshomaru observa aburrido a los chicos del instituto subir al tren. Hace cuatro semanas que esto se ha convertido en su nueva rutina. Supone que, con la larga vida que ha tenido, llegar a la estación de tren es el mayor estímulo que tendrá respecto al comportamiento humano.

Todo lo demás en su vida es una danza cuidadosamente controlada, hasta el bolígrafo de color en el bolsillo de su chaqueta.

Sesshomaru era meticuloso con la estructura de su vida. Sabía que ayudaba a sus padres y a sí mismo manteniendo su posición de poder en la jerarquía de la humanidad. Sin embargo, muchos deseaban apoderarse de su empresa o desmantelarla por completo. Humanos que estaban celosos u otros yokai que intentaban hacerse un nombre.

Eran patéticos en sus intentos, y todo terminaba mal para ellos.

Así que Sesshomaru continuaría su camino como director general. Seguiría con su rutina. Pero, en cierto modo, su rutina le daba un propósito.

¿Qué otra cosa había para un daiyokai que ha vivido tanto como él?

Rutinas.....

Rutinas.....

Rutinas.....

A estas alturas, también ha llegado a conocer..... su rutina.

La pequeña humana conocida como Rin....

Su rutina es la misma que la de él.

En algún momento entre las 3 y las 4 de la tarde, llega. Explora la zona, sus ojos siempre se posan en él y se sonroja. Luego se sienta, saca sus libros de texto y estudia. Ninguno de los dos dice nada al otro; se sientan en silencio mientras pasan las tardes de otoño.

Fue durante la segunda semana cuando ella finalmente le sonrió.

Al principio le sorprendió, pero no lo demostró. Sus ojos se escondían detrás de sus gafas oscuras; ella no entendería si él la mirara. Así que la ignoró.

Era mejor no interactuar con ella; los humanos son criaturas extrañas. Lo último que necesitaba era que una joven adolescente pensara que eran amigos.

Excepto que Sesshomaru no consideró que ella sería persistente.

«Tonta humana»..... Sesshomaru pensó para sí mismo mientras ella le sonreía todos los días ahora.

Sesshomaru tenía que dar crédito a quien lo merecía. A pesar de que la pequeña humana parecía una solitaria, era valiente al seguir sonriéndole. Debajo del holgado jersey que llevaba, escondía un.....espíritu sin miedo. Sesshomaru podía sentir que ella ocultaba quién era realmente.

Pensando en su espíritu, Sesshomaru hizo algo que no era "normal" para él. Hizo algo fuera de su "rutina".

Miró su reloj y retrocedió, y tal como se estimaba, ella entró caminando. De nuevo, ella deja su bolsa de libros y mira tímidamente hacia él y esta vez.....

Él asintió ante su sonrisa.

Supuso que le debía eso. Además, era sólo un movimiento de cabeza, nada más.

Su reacción, sin embargo, fue ....... Su cara se iluminó al ver su asentimiento, y un pequeño grito salió de sus labios sonrosados. Se sonrojó de un precioso color carmesí antes de reponerse y sentarse rápidamente. Con sus sentidos afinados, oyó cómo su corazón latía con fuerza en su pecho. También jadeaba ligeramente.

Era extraño ver su reacción. Lo único que hizo fue sonreír, sin embargo........

Su reacción le fascinó.

La Belleza de las Piezas del RompecabezasseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora