(CAPITULOS 20 Y 21)
Rose guardó todo el equipo que había desarmado para curar a Bobby, estaba orgullosa de su trabajo y la perfección que había tenido al cocerlo.
Steven la observaba ordenar las cosas, la miraba ir de un lado al otro, siguiéndola con la mirada, mientras ella ordenaba las jeringas, vendas, hilo y los frascos de vidrio que había usado.
-Hubieras sido una gran médica - le dijo el.
Rose hizo una mueca.
-No hables asi, Steve, saldremos de aquí.
Steven subió una ceja.
- ¿Steve?
-Si – Rose remplazó la amargura de su rostro por felicidad y la mueca por una sonrisa– me gusta Steveee, te quedas con Steve.
Steven también sonrió.
-Eres un caso perdido, Rosie.
-Y aun así me amas – Rose se llevó una mano a la cara, haciendo como si se abanicara.
La sonrisa de Steven flaqueó peligrosamente, sintió como el calor amenazaba con subirle a las mejillas y puso todo su esfuerzo en reprimirlo.
- ¿Quieres salir de aquí? - Steven la observó moverse, hipnotizado con su andar.
-Te estabas demorando – Rose guardó el ultimo recipiente de vidrio.
Steven se dejó guiar por ella mientras la observaba. A él le fascinaba su rostro, la nariz puntiaguda, la piel bronceada con alguno que otro granito, las pestañas largas y los ojos color miel. Y su sonrisa: Steven pensaba que podría morir viéndola. Lo deslumbraba.
Rose, tirando de su brazo, lo guio hacia un árbol cercano al Bosque y allí se sentaron los dos.
Steven estiró la espalda y soltó un bostezo.
- ¿También te ha costado dormir? - preguntó Rose.
-No puedo dejar de pensar...
Rose ladeó la cabeza.
- ¿En qué?
Steven suspiró.
-Absolutamente todo, pero en especial en Lily.
Rose levantó una ceja.
-Hay algo en ella... muy raro, Rosie – Steven la observó - no digas que dije esto... pero hay algo sobre ella que no encaja aquí y lo peor es que no puedo confiar en ella a pesar de que ella si confía en mí.
Rose atrapó una de sus manos entre las de ella. No dijo nada en unos segundos, acariciando los dedos largos de Steven.
-A mí me resulta familiar, su rostro... siento que la he visto en algún lado.
Steven iba a hablar, pero algo se arrojó sobre ellos y Rose lo empujó hacia un lado. Steven rodó en el suelo y la masa amorfa cayó sobre Rose y al contacto con ella, se transformó en él.
Era su propia versión cadavérica: trozos de piel desgarrados, sangre seca por todos lados, ropa hecha trizas, cabello opaco, mirada vidriosa, piel pálida.
Rose se mantuvo muy quita bajo el Cadáver, completamente aterrada y paralizada. Steven le gritó algo y se arrojó sobre el monstruo, apartándolo de Rose y esquivando los golpes del Cadáver, lo agarró del cuello y lo estranguló tan solo con sus manos.
Steven observó a la masa caer y a Rose observarlo con los ojos como los platos. Steven respiró agitadamente, sintiendo como el mundo a su alrededor daba vueltas, fijó la vista en sus manos y luego en Rose y su mirada aterrada.
Ella se levantó con lentitud, se acercó a él y lo abrazó con fuerza. El corazón de Steven latía sin control, sin poder creer lo que había hecho.
-Steve – murmuró Rose, posando sus manos frías a los lados de su cara – Steve – lo volvió a llamar.
Steven la observó con la mirada perdida.
Rose, lo abrazó por el cuello y volvió a recostar la cabeza en su pecho.
-Está bien – le dijo ella – deja de pensar que eres un monstruo.
- ¿Cómo eres capaz de saber que pasa por mi mente?
-Porque te conozco – Rose sonrió - Y tu nombre no es Steven, es James y empezamos a salir hace un año y medio.
En la mente de Steven, los últimos acontecimientos se amoldaron y encajaron, como si las piezas de un complicado puzzle hubieran finalmente calzado, entonces su teoría se confirmó, la teoría que no podía decirle por nada en el mundo a Lily, o la haría perder la cabeza. Y observando los ojos castaños de Rose se dio cuenta que, en realidad, ella se llamaba Marie Ann.
Marie Ann había sido aquella linda chica que le había pedido su número hace dos años, después de que él se estirara y sus granos se esfumaran en el verano, a pesar de que habían sido compañeros de clase hace 3 años. También había sido su primera novia formal, su primera vez y también una de sus mejores amigas.
Y por un corto segundo, observando su fascinante nariz recta, se preguntó cómo no se había dado cuenta de que había estado allí, junto a él, todos esos malditos días, Marie no era una chica fácil de olvidar.
-Pero esto es un secreto – ella le advirtió - al menos hasta que las cosas se aclaren y sepamos que esta gente no le hará daño a Lily. Todo se conecta a ella... Pero ahora olvidémoslo por un momento ¿bien?
Entonces Rose ladeó una sonrisa y sin soltarlo, lo besó.
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BLACK (editando)
Action¿Qué harías si despertaras en un bosque extraño sin recordar como llegaste allí, con un misterioso tatuaje en tu muñeca, vestido de pies a cabeza de negro y luego te dieras cuenta de que estas acompañado de 4 personas más que te resultan conocidos...