CAPÍTULO 1

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Un hibrido pato corría por uno de los amplios pasillos del casino que el y sus aliados habían construido ya hace bastante tiempo, la tan inesperada visita de Purpled y su mejor amigo Charlie, quien había abandonado el lugar una noche y nunca había vuelto hasta ese día, era algo sorpresivo para el pelinegro quien ahora les abría la puerta principal del gran casino.

Al hacer esto ultimo y dejar pasar a los mencionados, quienes no tardaron en adentrase al lugar y seguir a quackity a una de las mesas del segundo piso del establecimiento.

-Que sorpresa que vengan a visitarme, no pensé verlos en un muy largo tiempo, pero veo que el tiempo pasa rápido. Sus rostros no expresan alegría o de buenas noticias, aparte no traen equipaje así que solo traen alguna razón y no muy buena al parecer.

-Estas en lo cierto Quackity, pero como conocidos si nos trae algo de alegría verte de nuevo, no todo en estos tiempos son malas noticias, aun que bueno como sabes no traemos una buena, sin embargo es bueno visitar tu ciudad y sus buenos habitantes, también veo que no has cambiado mucho en este tiempo.

-Que bueno que te gusten los habitantes de mi ciudad he trabajado mucho en este lugar durante años aunque esta claro que no lo hice yo solo y es algo por agradecer, les mostraría la ciudad pero ya la conocen lo suficiente, aparte la noche no es buena para viajar. Ahora Purbled dime que tienes para mi, ya me estoy impacientando por esa tan desagradable noticia que me traen.

-Quackity de Las Nevadas, no es tarde por agradecer su acogedora bienvenida y tomando en cuenta los sucesos destructivos que ha sufrido Las Nevadas alrededor de este tiempo,
le ofrezco disculpas tanto como las de Purbled como las mias, por participar en tales actos y traicionarle, dicho esto es momento de entregarle la carta que nos ha hecho venir a usted.

Dicho esto Charlie saco de uno de sus bolsillos, una carta color verde con destellos dorados y se la extendió al contrario para que este la tomara con sus delegadas manos y la pusiera en uno de sus bolsillos dejando a los dos contrarios confundidos debido a tal acto.

-La debería leer en privado, Dream se tomo el tiempo de escribir una carta y enviarla con ustedes, solo pudo haber enviado un mensaje de texto pero no fue de tal manera, debe ser especial, así que Charlie y Purbled agradezco sus disculpas, también el hecho de que hallan venido hasta acá pero creo que es momento de que regresen a su hogar , saben que no son bienvenidos pero los espero próximamente, mas que todo a ti Charlie sabes que este es y será tu hogar.

Dijo el hibrido caminado con rapidez a la puerta del establecimiento para abrirla, señalándole a los contrarios que se marcharan, los cuales así hicieron con rapidez ya que no faltaba mucho antes de que la noche llegara.

Quackity quien ahora se encontraba en su amplia oficina con aquel sobre color verde sobre sus manos, dudando si abrirlo o no.

En realidad le aterraba lo que contenía aquel texto de la llamativa carta, le daba un constante miedo de que Dream quisiera destruir nuevamente Las Nevadas o quisiera asesinarlo, todo era tan posible que pensar en una opción posible era algo imposible, estos tiempos de guerra en los cuales el pelinegro no se había querido involucrar por mas de que lo involucraban, seguía rechazando aquella idea de seguir en guerra, ya estaba a gusto en su hogar, no había razón para dañar algo que ama mas que a su propia vida.

Las horas seguían pasando, aquella carta aún sin abrir se posaba en el escritorio, la habitación se encontraba en un completo silencio y oscuridad. La puerta del inmenso casino fue toca uno y otra vez sin recibir ningún tipo de respuesta, la persona que tocaba insistentemente, ahora se preocupaba porque su amigo no daba respuesta.

Desde las afueras del establecimiento Foolish gritaba constantemente el nombre de Quackity.

Había recorrido toda la ciudad buscadole , le pregunto a los habitantes del lugar, quienes mencionaban que sobre la tarde llegaron dos personas al casino, Quackity los había recibido y no pasó mucho tiempo para luego verlos salir, asegurando ver a Quackity dentro del lugar.

Esto ponía aún más nervioso a Foolish, quién no paraba de gritar y tocar la puerta del lugar, aún sin recibir respuesta, la garganta le empezaba a dolor y su respiración se estaba volviendo agitada, le preocupaba que algo le hubiera pasado a Quackity.

Foolish desesperado, toma con su mano un roca no tan leja y con mucha fuerza la tira en uno de los vidrios del establecimiento, sin embargo este no se rompe, hace un par de meses junto a Quackity habían encantado la estructura para que no sufriera daños o pudieran entrar a robar, dejado a Foolish como un completo tonto.

Foolish agotado se sentó en la puerta del lugar, no sabía que más hacer, había intentado múltiples cosas para adentrarse al casino pero era realmente imposible, la única opción para entrar era la llave que abría la puerta principal, pero Foolish no contaba con ella.

Se sentía derrotado , poso su mirada en un jardín no tan lejano a donde se encontraba, el recuerdo de Quackity reclamándole múltiples veces por ser tan descuidado con las platas del lugar le trae gracia, pero a la vez recordó que hace mucho Quackity guardaba las llaves de repuesto allí ya que nadie sospecharía y el siempre solía dejar las llaves del establecimiento dentro.

Camino rápidamente al jardín donde gracias a Quackity habían flores realmente bellas, rebusco entre la tierra sin embargo no encontro nada allí, movió una roca para poder tapar el hoyo realmente grande que había hecho, al hacerlo el sonido del hierro chocando entre si, hizo que este se sobresaltara y encontrara las llaves que estaba buscado.

Tras tomar las llaves y abrir la puerta del lugar, con gran prisa corría buscando por todas partes al pelinegro, hasta llegar a el pasillo que llevaba a la oficina del menor.

Este lugar estaba oscuro, Foolish caminaba torpemente para no tropezar con las plantas en el pasillo, intento encender la luz, pero está no funcionaba, se detuvo al escuchar la voz de su amigo al fondo de aquel lugar.

-¿Quien mierda eres? ¿porque estás aqui? ¿que es eso? hola pequeñín ¿como te llamas? ¿donde esta el niño? ¿Que le has hecho hijo de puta?

Foolish se sentía confundido ¿con quién hablaba Quackity? El casino ese día estaba cerrado y nadie le respondia, aparte había llamado su amigo agritos anteriormente, algo no estaba bien.

Camino un poco más hasta llegar a la puerta de la oficina del menor, la luz cambiante de morado y verde que hacía resaltar la puerta confunde más al contrario, intento abrir la puerta pero está completamente cerrada, golpeó bruscamente la puerta haciendo que aquellas luces desaparecieran al momento. Tomo nuevamente la perilla de la puerta pero ahora está si daba aquel giro para poder abrirla.

Foolish trago saliva y entro en aquella oficina y encendió la luz, sus ojos se abrieron de par en par al notar que Quackity no estaba en aquel lugar, donde le había escuchado hablar anteriormente.



The fall of loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora