La propuesta.

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Dos días… Dos días y sería todo. No volverían a verse nunca más.

Aunque después de presentar a ambas familias y decir que eran novios, que iba a decirle a su madre?

Que fue mentira? Que no era algo formal?

No, ella no lo había educado así. No podía dejar que ella pensara que solo había jugado con JiMin o algo parecido, porque su mamá siempre le dijo que solo quería conocer al indicado.

No a miles de novios, solo el o la omega con quien quisiera pasar su vida, o al menos un tiempo considerable de su vida.

Sería una casualidad que le hubiera presentado a JiMin?

Luego de pasar la noche en vela pensando en el momento del casi beso, se dió cuenta de que en realidad estaba sintiendo cosas por él.

¿Qué se suponía que debía hacer ahora?

-JungKook, vamos a ir a caminar, ¿vienes?- preguntó el omega.

Siempre se había visto así de lindo?

Dios! El amor estaba pegándole duro.

Ni siquiera sabía que le gustaban los omegas hombres. Siempre salió con chicas, incluso sus clientas eran mujeres.

-Claro.-

Tomó su abrigo y sus guantes del perchero y salió, alcanzando al omega que lo esperaba mientras los primos y los pequeños demonios, como JiMin los llamaba, caminaban hacia los árboles.

TaeMin también iba, caminando lentamente, esperando el momento indicado para hablar con JiMin.

-Yo… quiero disculparme por lo que pasó ayer. No quiero que pienses que espero recibir algo grátis.-

Aunque eso no era lo que había pensado decir. Solo salió de su boca como cuando tenía que exponer frente a toda la clase y decía alguna tontería.

-No tienes porqué disculparte.-

Si, se sintió un poco desilusionado.

Tal vez en realidad el Omega solo lo veía como alguien a quien contrató para hacerse pasar por su pareja.

Y eso dolía.

-Bien, dejemos el asunto. Mas tarde debo llevar a mi abuela a su cita médica al hospital. Te gustaría ir con nosotros? Tal vez quieras quedarte en el centro e ir a visitar a tu familia. Tu mamá es agradable.

-Lo sé. Es linda, no? Pero no. No quiero ir a su casa. Menos en navidad.-

JiMin iba a preguntar que había pasado, pero una bola de nieve lo golpeó justo en la frente, haciéndolo caer en la nieve espesa.

-Lunas! Estás bien?

-Aaauuch!- Murmuró.

Estaba un poco mareado. ¿Por qué había dos JungKooks?

-Cielos, Minnie. Quieres que volvamos a tu casa?

-Por qué me hablan al mismo tiempo?

-Cuantos dedos ves?- preguntó el alfa, poniendo su mano al aire.

-Diez?- respondió, con una sonrisa.

De cualquier forma había sido divertido estar mareado un segundo.

JungKook le limpió la carita y lo ayudó a incorporarse, mientras TaeMin se acercaba a disculparse.

Había estado jugando con los cachorros y de pronto una bola salió disparada hacia JungKook.

Obviamente no quería golpearlo, solo alejarlo de JiMin.

Pero terminó golpeando al omega.

No hallaba la forma de deshacerse de ese alfa!

Un alfa para navidad ❄️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora