🐍 La serpiente de los ojos frios y la chica frágil (parte 2) 🐍

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Mi despertador da las ocho y salto de mi cama para ir a empezar el día. Este iba a ser otro demasiado tranquilo, pero por todo lo que pasó ayer ya no me preocupa tanto.

Recuerdo aun sin terminar de despertarme todo lo que pasó antes de irme a acostar. Me seguía pareciendo un sueño. Simplemente fue tan surreal que seguí sin dar crédito a lo que vivimos hasta que bajé a la cocina y me encontré con Jamil. Estaba preparando algo en una sartén.

Es algo rarisimo para mi andar por mi casa y encontrarme con alguien conviviendo conmigo, pero debo admitir que no me molesta. Al menos unos días de no estar sola van a ser agradables.

-Buenos días, Jamil- lo saludo mientras acomodo mi abrigo y termino de bajar las escaleras. -¿Dormiste bien?

Él tardó unos segundos en contestar.

-Sí. Buenos días señorita ___. El desayuno estará listo pronto.

No supe muy bien como reaccionar a que me respondiera tan secamente, pero acepté que era una desconfianza normal. También me sabe un poco mal que crea que debe encargarse de las tareas de la casa, pero supongo que para cualquier persona que recibe algo quiere aportar también.

-Muchas gracias. ¿Como están tus heridas?

Él se detuvo un segundo de hacer la comida y miró sus vendajes. Volvió a mover la sartén con los mismo ademanes roboticos de la vez pasada.

-Muy bien señorita ___. Gracias.

Me resigné a dejar la conversación ahí. Quizá pronto quiera hablar conmigo cuando se de cuenta de que no lo voy a lastimar.

Cuando me acerqué un poco más pude sentir más de cerca el olor del desayuno. Por un segundo sentí que mis pupilas se dilataban hasta más no poder.

Eso es tan delicioso que no tengo palabras.

-¡Jamil, eso huele genial!

Él me miró con cierto temblor en sus ojos. También se había tensado un poco, pero a diferencia de las anteriores veces ahora hizo algo más. Abrió ligeramente sus labios para luego volver a cerrarlos con fuerza, como si no supiera que contestar.

-No es nada, señorita ___. Mi anterior amo me hacía cocinar para él, tengo experiencia.

Cuando dijo eso me quedé paralizada un segundo, pensando. La indignación subió hasta su limite en mi cuerpo. Ese bastardo merecía morir si no solo maltrató así a Jamil a un nivel fisico, si no que también lo torturó haciendolo preparar comida deliciosa que luego solo lo dejaba oler mientras comía pan y agua.

Puse platos y cubiertos para los dos, para darle el mensaje de que también hoy va a comer conmigo. Por lo visto lo entendió ya que dejó un omelette en mi plato y otro en el suyo. Cuando comprobé que se quedó con el que quedó más pequeño me dirigí al regrigerador y saqué slgo de fruta y un poco de helado. Lo dejé de su lado de la mesa, cosa que lo sorprendió muchisimo.

-Si no quieres omelette, está bien. Pero no vas a salir de aquí sin comer algo mejor que una tortilla más pequeña que tu mano.

No lo vi con ganas de objetar algo, pero tampoco le di la oportunidad. Me senté a comer del otro lado de la mesa y nos quedamos en silencio unos minutos. No tanto por que no quiera decir nada, si no más bien por que estoy impresionada por el sabor de lo que estoy comiendo. Es sencillamente tan suave y tan bueno que no tengo lugar para pensar en otra cosa. Mi paladar acostumbrado a cosas instantaneas y baratas no puede procesar esta maravilla. Tengo ganas de llorar.

Pero cuando estoy a punto de terminar noto que Jamil a penas tocó su parte. Estaba dandole vueltas con el tenedor y tenía una expresión nerviosa.

Cuando se da cuenta de que lo estoy viendo abre los ojos de golpe y se lleva un bocado muy pequeño a la boca. Verlo así me da ternura y pena a partes iguales.

Tu Retorcido Cuento De Hadas (Yandereverse TW x Fem!yuu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora