Julián.

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Julián se despertó al hermoso sonido de su mamá entrando a su pieza, por supuesto, a los gritos.

- BUENAS BUENAS!! arriba carajo que tenes que ir a la escuela - seguido a esto Silvia, su mamá, levantó la persiana de su hijo en un abrir y cerrar de ojos, dejando que el sol caiga sobre los ojos del jóven Julián.

- Como rompes las pelotas má, eh - dijo un julián de malhumor, muy serio, dándole la espalda al ventanal por el que entraban esos malditos rayos de sol que lo atormentaban todas las mañanas anunciando el inicio de un nuevo día.

- Esas no son formas de hablarle a tu madre, pendejo desubicado - silvia agarró la chomba de su hijo y con esta le pegó en el culo del menor, haciendo que este se de vuelta y se queje exageradamente.

- El día que me despiertes con menos quilombo te voy a tratar bien, bruja - dijo juli entre risas tirándole su almohada.

- Dale ju, arriba que ya está por estar la comida - entre risas también, amaba hacer reír a su dulce hijo nada más el despertara. Acto seguido abandonó la pieza de su hijo, por cierto, muy desordenada.

Apenas su mamá abandonó la habitación sacó su celular de abajo de la almohada, lo prendió encandilándose con el brillo del mismo.

- Uh la puta madre - exclamó Julián apenas vió en el grupo de whatsapp de la escuela que hoy ingresaban a las 12 del mediodía.

Eran las 11:30.

Había olvidado avisarle a su mamá que a la de físico química le había cantado aplicar eso de las pre-horas los martes y jueves, según ella porque el curso está atrasado para el momento del año en el que estábamos. ¿Qué culpa tenía yo de que ella se quedara chusmeando con las insoportables de Emilia y Morena todas las putas clases? la odiaba con toda su alma.

Me levanté y me puse la chomba del uniforme, más calurosa que tu hermana, encima ahora que se está acercando el verano me muevo de acá para allá y ya se me traspiro toda la zanja. Me puse el pantalón que correspondía al uniforme y mis nike blancas impecables, todo porque me cansé de que mi mamá me dijera que parecía un mugriento con las zapatillas sucias, por mi hubieran seguido así un tiempito más, además sucias quedaban más facheras. Agarré mi mochila y mi cargador, me vi en el espejo y solté un - Que lindo que soy por dios - antes de salir de mi pieza.

- JULI VENÍ A COMEER - gritó mi mamá, como le gusta gritar a la hija de puta.

- Estoy acá, me dejaste sordo forra - me había gritado prácticamente en el oído.

- Bueno che, que espamentoso, tomá - me dió el plato de fideos con crema recién hechos, en dos palabras; La gloria.

- Uhhhh se puso la 10 la silvi - le dije mientras agarraba el plato y me sentaba en la silla.

- Escuchá ju, te dejo la plata para el kiosco acá - me dijo mientras ponia 300 pesos arriba de la barra de la cocina. - y si podes antes de ir a entrenar, te dejo plata para que compres la cena hijo- juli asintió desinteresado mientras miraba historias en ig y se metia una porción bondadosa de fideos en la boca, era lo mismo que le decia todos los días. 

- ¿Me estás escuchando Julián?- dijo viendo al menor muy concentrado en su celular, en cualquier momento se lo tiraba a la mierda, todos los días lo mismo.

- ¡Si má! - Juli vió la hora y se dio cuenta que era tiempo de irse, entre todo lo que había hecho se le había pasado la media hora que tenía. - UH MIRÁ LA HORA - se levantó rápido de la silla y se dirigió a la cocina a las corridas a dejar el plato sucio en la pileta, no le importaba, su hermana después lo iba a lavar. Se lavó las manos, agarró su mochila y la plata que le había dado su mamá para irse.

Empatía [Julián Álvarez & Enzo Férnandez]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora