DOS.

502 38 5
                                    

¿Regalos?
プレゼント
.

.

.

El pasillo se encontraba un tanto vacío, ya que era un poco temprano, caminabas a paso trabquilo mientras escuchabas música, cuando entraste te diste cuenta que había una pequeña nota junto a una flor en tu puesto.

Tomaste la flor para observarla y la viste un poco demacrada, uno de sus pétalos estaba roto, la dejaste con cuidado sobre la mesa y leíste la nota que venía con ella.

"Encontré esta flor de camino a la escuela, y pensé en ti, sinceramente, a mi no me gusta la flor pero es muy bonita, como tu, y lo bonito va con lo bonito.

-s.s"

Vaya "piropo"

Doblaste la nota y guardaste la flor, justo cuando llego tu amigo, se entretuvieron hablando de cosas triviales, y su mañana siguió como de costumbre.

.

Caminabas hacia el súper para hacer las compras, junto a tus dos hermanos  menores, estos llegaron de su viaje escolar von mas energía de lo que pensaste, ellos eran tu todo, la única familia que te quedaba y no los perderías por nada en el mundo.

Mirabas con ternura a tus pequeños hermanos, ellos iban jugando, uno con una ramita fingiendo que era un bastón y golpeaba a sus enemigos defendiendo a la princesa, mientras que el otro lanzaba golpes a la nada mientras presumía que derrotaba a todos de un solo golpe.

La actitud de ambos se tranquilizó cuando entraron al supermercado, tu llevando el carrito con tu hermano mas chico sentado ahí y el otro iba agarrado de tu falda larga.

—¿Podemos llevar cereal de chocolate?— se te acerco con una caja un poco grande para su tamaño mirándote con los ojos brillosos.— ran... Tenemos que comprar para la cena y veremos si llevamos uno,¿si?—el menor solo asintió llendo a dejar la caja en su lugar mientras pateaba esta ya que era bastante bajo.

—manjiro! ¡No corras tan rápido!— chillo el pelo negro mientras perseguía a un pequeño niño rubio que no pasaba de los 5 años.

El menor ignoró los reproches de su hermano a la vez que corría a la vuelta del pasillo terminando por chocar con una pierna cayendo sentado.

—oh.. pequeño, ¿estas bien? ¿No te lastimaste?— levantaste con cuidado al menor ante la atenta mirada de este, te observo con un brillo en los ojos para luego abrazarte fuertemente.

—¡bonita! bonita — dijo mientras restregaba su mejilla junto a la de ella.—manjiro te dije que— shinichiro de quedó de piedra al ver en donde estaba su hermano.

Hola dios , soy yo de nuevo.

—¿es tuyo?— pregunto la oji-violeta, al menor, mientras manjiro estiraba sus brazos a el, este asintió en silencio tomando en sus brazos a su hermano.—yo..lamento el inconveniente por mi hermano, solo se me escapó un segundo y— se callo al ver que estabas riendo levemente.—tranquilo, es un niño, es travieso y curioso..—

—shinichiro, ese es mi nombre— respondió ante el gesto que le hicieron para que se presentara. —Deirdre haitani, hasta pronto pequeño manjiro — se despidió tomando de la manya ran mientras rindou iba sentado en el carrito jugando con su muñeco.

Una vez hicieron las compras, tomaron rumbo a su hogar, entre charlas, sus padres dejaron este mundo hacia ya desde que ran tenía cinco y rindou cuatro años, al principio fue complicado ya que ambos niños querían a sus padres y tu solo eras una niña pequeña, pero aprendiste y maduraste lo mas rápido que pudiste para poder ayudar a tus hermanos pequeños, tenías que asumir con la culpa y darles una buena vida.

Mayor que yo. | shinichiro sanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora