empty skies

Flashback adicional**

"Harry, solo me iré por una semana."

Harry se dio la vuelta, acostado de espaldas para girar su cabeza y mirar a Louis cerniéndose sobre él. Su cabello estaba despeinado por las manos de Harry, labios aún brillantes y rojos. Harry quería tirar de él y trabajar en ello, hacerlos aún más brillantes y morderlos rojos.

Ahora que estaban en diferentes escuelas, la mayoría de las tardes eran así. Louis venía y Harry estaría poniéndose al día por todo el tiempo que habían pasado separados, tratando de ponerse al día con todos los besos que no podían compartir durante ese tiempo.

Era diciembre y las vacaciones de Navidad acababan de comenzar. Harry había hecho planes para cada uno y todos los días, construyendo un poco de emoción para el cumpleaños de Louis en la víspera de Navidad. Eso había sido hasta que Louis le había dicho que su madre había decidido que pasarían la Navidad en la casa de los abuelos de Louis.

Harry hizo un puchero. "No es tan sólo una semana, Lou," se quejó. "Es tu cumpleaños y Navidad."

Louis suspiró y se subió a la cama, a caballo entre Harry, sus rodillas clavándose en el colchón y enjaulando a Harry. A Harry le gustaba ese progreso. Sus manos llegaron automáticamente también a descansar en los muslos de Louis.

"Es mi familia, babe," Louis le recordó. "No puedo salir de eso."

"¿Cuándo te vas?" Preguntó Harry.

"Mañana por la mañana." Louis se inclinó hacia delante, peinando sus dedos por el cabello de Harry. "Bastante temprano."

"¿Puedes quedarte aquí esta noche?"

Louis suspiró, sacudiendo la cabeza. "Yo puedo quedarme hasta tarde, sin embargo."

Harry desvió la mirada, centrándose en los dedos de Louis en su cabello por un momento. Él no quería quedarse hasta tarde. Quería quedarse dormido junto a Louis, quería acurrucarse contra el costado de Louis y sentir su mano correr por la parte posterior del cuello de Harry todo el camino hasta la parte baja de su espalda, siguiendo cada bache de la espina dorsal de Harry. Quería despertar en la mañana con la luz del sol inundando la habitación y Louis todavía profundamente dormido a su lado.

Pensó en la cita que habían hecho para enero en un pequeño salón de tatuajes en Manchester. Ellos estarían mutuamente tatuados en sus pieles para la eternidad. Era un gran asunto para ellos ahora, pero mirando hacia atrás a ello en varios años, se vería como sólo un pequeño paso hacia su propia eternidad.

"Hey," Louis murmuró en voz baja. "Bebé, ¿todavía estás ahí?"

Harry giró la cabeza de nuevo, sonriendo cuando él levantó las manos para enmarcar el rostro de Louis. "En un par de años a partir de ahora," dijo en voz baja, "Yo despertaré a tu lado cada mañana."

Louis le devolvió la sonrisa, sin cuestionar de dónde ese pensamiento de repente había venido. "¿En nuestra casa en Bora Bora?"

Harry rió, arqueándose del colchón debajo de Louis. La sonrisa de Louis era brillante antes de que él bajara la cabeza y uniera sus labios al cuello de Harry. Harry soltó una risita, retorciéndose, pero sólo empujando el hombro de Louis juguetonamente. Su piel quemando donde Louis dejaba sus rastros.

"Hueles tan agradable," Louis notó, rozando su nariz contra el hombro de Harry.

"Bañado en aceites florales esta mañana, sólo para ti," Harry bromeó.

Louis soltó una risita, apoyando su cabeza sobre el hombro de Harry. "No, lo digo en serio. Hueles tan agradable. Quiero algo para llevar de vuelta donde mis abuelos y olerlo todos los días, así no te extrañaré."

Harry se quedó inmóvil debajo de Louis, mirando al techo. Era raro que Louis se pusiera sentimental, y si lo hacía, por lo general trataba de encubrirlo.

Levantando la cabeza, Louis cerró los dedos alrededor de la muñeca de Harry. "Si vas ofrecerme tus pantalones desgastados ahora, te voy a morder."

Estallando en risas, Harry se movió un poco para mirar a Louis. "Yo no iba a hacerlo, pero ahora que lo mencionas..."

"Cállate," Louis gruñó y suavemente mordió la mandíbula de Harry.

Harry jadeó. "Estoy seguro de que tengo un jumper que puedo prestarte," dijo entonces.

Louis tarareó, pulgar cepillando sobre el punto del pulso de Harry en su muñeca. "Yo no estaba pensando en un jumper."

"¿No?" Harry frunció el ceño ligeramente.

"No," confirmó Louis. "Eso va a dejar de oler como tú después de dos días."

"Hm," Harry estuvo de acuerdo vagamente. "¿Así que quieres llevar la botella de mi colonia?"

Louis parecía reflexionar sobre eso por un momento. "No," dijo entonces. Levantó la muñeca de Harry, presionando un beso justo en la palma de su mano. "Yo estaba pensando en tu reloj."

Harry rió un poco. "¿Mi reloj?"

Asintiendo, Louis pasó los dedos por el cuero. "El cuero está empapado en tu colonia y ese olor no se desvanecerá tan pronto."

"Tú has pensado sobre esto," señaló Harry, dedos jugando distraídamente con el cabello de Louis.

"No puedes probarlo."

Rodando sobre ellos, Harry enredó sus piernas con las de Louis, empujando para conectar sus labios. "Eres un romántico."

Louis sacó la lengua. "¿No puedo ser romántico con mi novio?"

"Puedes," Harry le aseguró con suavidad. Llevó sus manos entre ellos y buscó a tientas sacar su reloj. "No se limita a absorber mi colonia, ¿sabes?" Dijo entonces, mirando los ojos de Louis. "Absorbe los latidos de mi corazón también. Tal vez lo sientas cuando te pongas mi reloj."

Por un momento más, Louis se quedó mirando a Harry, el azul de sus ojos vidriosos como el derretimiento del hielo. Luego parpadeó, como si estuviera despertando de un sueño y movió un dedo contra el esternón de Harry.

"Aprende la diferencia entre romántico y cursi, tú bobo," se burló de Harry, pero todavía tiró de él sólo ese poquito más cerca.

"¿Perdón?" Harry jadeó, frunciendo el ceño profundamente. "Eso fue muy romántico."

"Eso estuvo en el top de lo sensiblero," Louis le corrigió, una mirada dudosa en su cara. Suspiró un poco y acarició la mejilla de Harry, apartando un rizo. "Pero está bien. Todavia te amo."

Harry sonrió ante eso, siempre pacificado por Louis diciéndole que amaba a Harry.

Se inclinó, capturando los labios de Louis en otro beso antes de que atara el reloj alrededor de la muñeca de Louis. Mantuvo sus dedos allí después, sintiendo los latidos del corazón de Louis contra los suyos.