empty skies

Capítulo 4: Necedad

La lluvia caía fuera. El cielo estaba pintado de un gris opaco, las desnudas ramas de árboles y los colores del otoño de rojo, naranja y oro lavados por la lluvia constante. El cabello de Harry estaba empapado, su piel húmeda y fría, y sus labios ligeramente azules.

Louis pasó una toalla sobre su cabeza, secándole los rizos antes de inclinarse para calentar los labios de Harry con un beso para que vuelvan a su color rosado habitual.

"Podrías haberme sólo dado una timbrada, idiota," dijo Louis, sacudiendo la cabeza. Estaban sentados en su cama, y Harry se acercó más a él, sus manos deslizándose debajo de la camisa de Louis. Louis se estremeció por el tacto frío, pero no empujó a Harry. "¿Por qué esperar fuera en la lluvia como un pequeño cachorrito tonto?"

Harry se encogió de hombros. "He olvidado mis llaves esta mañana," explicó. "Y Niall tiene entrenamiento de rugby. Así que pensé en ver si estabas de vuelta de la escuela ya."

Louis enrolló un rizo alrededor de su dedo, sonriendo suavemente. "Tienes suerte de que llegué a casa temprano hoy."

Harry sonrió, dedos cepillando sobre la piel de Louis. "Siempre me siento con suerte cuando llego a estar a solas contigo."

"Ven aquí," Louis murmuró, tirando de Harry de nuevo para robarle otro beso. Harry se arrastró hasta el regazo de Louis, acurrucándose más cerca. Su beso se volvió más hambriento, las manos de Harry más exigentes, empujando la camisa de Louis para exponer su pecho.

"¿Cuánto tiempo antes de que tus hermanas regresan a casa?" Preguntó Harry, comenzando a desabrochar su camisa empapada. Sus labios estaban de vuelta en los de Louis en cuestión de segundos.

"Una hora, ¿tal vez?" Louis cayó de espaldas sobre el colchón, tirando de Harry encima de él, las piernas de Harry cómodamente entre las de Louis. "Tendrá que ser rápido."

Retrocediendo, Harry le dio una sonrisa maliciosa antes de que él cubriera la boca de Louis con la suya de nuevo. Sus labios eran pecaminosos — Louis no tenía otra palabra para ellos. Llenos y suaves y sólo de la forma correcta para encajar contra los de Louis perfectamente. Él podría haber besado a Harry por horas, y Louis no podía esperar a que llegue el día cuando él no tendrá que preocuparse de ser atrapados, sobre tener a las personas sabiendo. Ese día extendería a Harry en las sábanas y lo besará durante horas, probablemente hará que se venga sin tocar su polla ni una vez. Louis quería probar eso.

Nunca había tiempo para eso, sin embargo.

Él gimió cuando Harry apretó sus caderas hacia delante, causando la fricción suficiente para que Louis crezca más duro en sus pantalones de su uniforme escolar negro. Sus pantalones malditamente ajustados. Como si Harry pudiera leer su mente, él se movió un poco y llevó una mano hacia abajo para desabrocharlos y deslizarlos sobre las caderas de Louis. Al mismo tiempo, él estaba besando el pecho de Louis, succionando moretones en la piel. Moretones que nadie podría ver.

La camisa de Louis aterrizó en el suelo. Ahora que él estaba completamente desnudo, sintió el arrastre de humedad, humedad de los propios pantalones de Harry contra su piel caliente.

"Tienes que sacarte esa ropa, babe," Louis le recordó. "Vas a atrapar un resfriado."

Harry sonrió mientras se sentaba y abrió el botón, bajó la cremallera. Su cabello estaba salvajemente encrespado por la lluvia, sus ojos oscuros en la penumbra de la habitación. Todo rastro de azul había desaparecido de sus labios, mordidos y brillantes por los besos de Louis.

Louis necesitaba esa boca de nuevo en la de él.

"Quiero tu boca, Haz," respiró, arqueando la espalda para molerse contra Harry. Sus pantalones mojados eran ásperos contra la polla sensible de Louis, y él se tragó un gemido. Harry se inclinó y lo besó profundamente, lengua sumergiéndose en la boca de Louis, persiguiendo su gusto. Louis suspiró en él, una mano enterrada en los rizos de Harry.