Reencuentro

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Los rayos de sol entraban por la ventana del cuarto de Thoma, acto que realizó que abriera sus ojos lentamente intentando enfocar la luz frente a él.

-Un nuevo día -Dijo el-, mientras se levanta a de la cama y realizaba su rutina de siempre.

Cuando salió de su cuarto, mientras camina por los pasillos de la residencia, saludo a los demás empleados que estaban allí realizando sus labores y trabajos.

Cuando llegó al final del pasillo Thoma podía ver la hermosa puerta de su amo, con los pequeños detalles tallados en el. Realmente lo extrañaba, no lo negaría, pero sabía que tenía mucho trabajo luego de haber sido postulado al nuevo jefe del Clan Kamisato, por lo que ya no le extrañaba que nunca estuviera allí como antes.

Abrió la puerta y sólo pudo presenciar la soledad en esa habitación, por más que su amo nunca estuviera allí iba todas las mañanas con la leve esperanza de que lo viera al abrir esa puerta.
Suspiro con una cara triste mientras cerraba la puerta nuevamente detrás de él y camino hacia la habitación de Ayaka.

Al llegar toco con unos suaves golpes la puerta y pudo escuchar como respuesta un "ya estoy despierta Thoma, ya salgo". Al escuchar esas palabras solo pudo sonrojarse un poco y ponerse nervioso, mientras esperaba frente a su puerta.

Sabía que eran esos sentimientos que despertaban en el cuando estaba con Ayaka, primero estaba confundido, creía que era admiración, emoción y felicidad como cuando estaba con Ayato, una gran amistad que no quería perder. Pero con el paso del tiempo y también con la ausencia de Ayato se dio cuenta de que no sentía lo mismo por Ayaka, era algo más, mucho más fuerte que una amistad. Producía en el todo tipo de sensaciones cuando ella le sonreía y le decía palabras bonitas.

Entonces se dio cuanta. Estaba enamorado de Ayaka.

Desde ese entonces hizo caso a su corazón y comenzó a pasar más tiempo con ella, obedeciendo todas sus órdenes sin alguna objeción, estando con ella cuando tuviera preocupación o dándoles palabras de aliento cuando decía que extrañaba a su hermano.

Solamente había un problema. ¿Como se confesaria a Ayaka? No tenía idea, siempre los nervios le salían a flote cuando lo intentaba pero siempre lo arruinaba escapando de la vergüenza.

-Buenos días Thoma -Saludo ella, con una enorme sonrisa en sus labios-. ¡No vas a creer del mensaje que me llegó está mañana!.

-¿Que sucede señorita Ayaka? ¿Es una buena noticia? -Preguntó Thoma con una sonrisa mientras la acompaña en su caminata por el jardín de la residencia-.

-¡Es más que una buena noticia! ¡Ayato volverá hoy, en unas horas!.

-¿Mi señor volverá? ¡Eso es una gran noticia señorita Ayaka!

Estaba sorprendido con la noticia de Ayaka y no podía negar que estaba feliz, habían pasado 5 meses desde la última vez que lo había visto, y no podía negar que también se sentía ridículamente nervioso.

-¡Quiero que todo este listo para cuando el llegué, avisaré a los demás empleados para que la residencia esté totalmente impecable! -Exclamó mientras desaparecía de la vista de Thoma. El solo pudo suspirar y comenzar con los preparativos, especialmente la comida, ya que suponiendo la felicidad de su señorita por la llegada de su hermano querría un elegante banquete.

Las horas pasaron y ya estaba todo listo, estaba parado junto a Ayaka mientras esperaban al jefe del Clan Kamisato.

Entonces sintió como alguien lo abrazaba, miró hacia abajo y pudo ver que era Ayaka, ella tenía una cara de preocupación y el no lo pudo pasar desapercibido, le devolvio el abrazo también.

Confusión [Thoma x Ayato]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora