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"Omnisciente"

En la camilla de aquel hospital se encontraba acostada una pequeña de seis años mientras tomaban sus signos vitales con urgencia.

—¡Señora, Nagai Hiroko! —llamaban desde la recepción

—Dígame —respondió apresurada una mujer de cabello corto azabache y de complexión delgada, vestida algo elegante

—El doctor solicita la firma de los papeles, para practicar exámenes en la menor —pidió la enfermera con varios papeles y un bolígrafo en mano

—¿Firmas?, ¿Eso quiere decir que es algo grave? —respondía aún más preocupada

—No necesariamente señora, solo son radiografías para verificar que tan grave es la fractura

—Está bien. Solo quiero que mi hija salga de aquí rápido —finalizó la mujer tomando los documentos.

....

Sentada en una de las sillas de espera y con el corazón en mano la mujer de cortos cabellos se cruzó de brazos en su asiento, inculpándose en sus pensamientos, pues fue quien había inscrito a su hija en un club de voleibol

Sin llegar a pensar que semanas después recibiría una llamada donde le avisaban que la misma había roto su brazo por una mala caída, causándole tanto dolor que le hizo perder la conciencia.

Ahora, gracias a eso se encontraba moviendo frenéticamente su pierna, mordiendo sus uñas y paseándose de vez en cuando por la estancia

—¡Familiares de, Nagai ____! — llamaba el doctor después de varias horas de espera

—¡Soy su madre! —se aproximó la mujer, fijando su vista en varios papeles que el hombre sostenía— Pensé que solo sería una fractura pero... ¿Hay algo más?

El hombre asintió— Pase a mi consultorio, tengo que explicarle varias cosas —señalo el pasillo cediéndole el paso

La pequeña ahora se encontraba sentada en una camilla de aquel hospital, esperando pacientemente a que terminaran de tomar sus signos vitales

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La pequeña ahora se encontraba sentada en una camilla de aquel hospital, esperando pacientemente a que terminaran de tomar sus signos vitales

—Vamos a ver... —jugueteaba la doctora con el tensiómetro, midiendo la presión de la niña y anotándolo en su tabla— ¡Mira!, No solo eres muy linda, también eres super sana

—¿En serio? ¡Eso quiere decir que mi brazo va a estar mucho mejor en poco tiempo! —observó un poco su antebrazo izquierdo

—Si, tienes toda la razón —le sonrió con dulzura, despidiéndose y saliendo de la habitación— Ya puedes entrar, procura por favor ser lo más suave posible

—Lo sé —contestó seria, cambiando totalmente su expresión al abrir la puerta corrediza y captando así la atención de su pequeña

—Mamá, ¡Que bueno que estás aquí! La doctora Aoki dijo que ya podía volver a casa a descansar —expresaba emocionada con una sonrisa de oreja a oreja— ¡Ya quiero curarme! Quiero demostrarle a Kaori que puedo sanar super rápido y, ¿Te digo un secreto? La entrenadora dijo que si crezco y me hago más alta puedo llegar a ser la mejor delantera

𝐄𝐭𝐞𝐫𝐧𝐚𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 ||𝐁𝐚𝐜𝐡𝐢𝐫𝐚 𝐌𝐞𝐠𝐮𝐫𝐮|| ✔︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora