𝐄𝐭𝐞𝐫𝐧𝐚𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 ||𝐁𝐚𝐜𝐡𝐢𝐫𝐚 𝐌𝐞𝐠𝐮𝐫𝐮|| ✔︎

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"Omnisciente" 

—¿Inspiración? —preguntaba una niña de ojos azules y cabello castaño atado en dos coletas

—¿¡Kaori!? —dio un paso atrás por el susto

—Buenos días, _____ —saludo juguetona—¿Vas a dejar tus cosas?, Déjame ayudarte

La castaña no espero a que contestará y tomo la pequeña merienda de su amiga, poniéndola en una de las mesas. Seguidamente deslizó la mochila suavemente por la parte de el brazo lesionado

—Muchas gracias, Kaori —agradeció sonriente

La contraria bajo un poco su mirada, apenada

—No agradezcas, después de todo tengo mucha de la culpa de que te lastimaras —decia jugando con sus dedos— Perdóname, _____

Su amiga, rio— No te disculpes tonta, yo me lo busqué

—¡Tu eres la tonta! ¿A quien se le ocurre saltar de las escaleras esperando a ser mucho más alta? Además, ¿Que es eso de inspiración?  —reprendía rápidamente algo enfadada, pues le había costado reunir el valor para disculparse

—Ah, eso. No puedo volver a jugar, los doctores dijeron que no podía volver a lastimarme y mi mamá me lo prohibió —contó con algo de pesar— Papá me dijo que podía intentar distraerme dibujando, que tenía talento y que podía llegar a gustarme. Pero tengo que encontrar algo que me guste

La ojiazul solo la veía algo estática y desconcertada, analizando sus palabras una por una

—Yo. En serio no quería que no volvieras al equipo, quería aprender y jugar contigo —habló entre algunas lágrimas— Perdóname por robarte tu sueño, ______

—Tu si que eres tonta... No me robaste nada. Si mi brazo se rompió quiere decir que no estaba hecha para eso —cortó de inmediato, poniendo su brazo libre sobre el hombro ajeno a modo de abrazo— Mejor ayúdame, y prométeme dejarme pintarte cada vez que te emociones ganando cualquier partido, ¿De acuerdo?

La contraria solo pudo asentir repetidamente, estrechando un poco mas el calor que le brindaban

—¡Niñas!, es hora de empezar la clase —decía la mayor de ojos oscuros y cabello rubio como el sol, apareciendo junto a los demás niños y dirigiéndose al par de menores— Kaori, ¿Me puedes apoyar ayudando a ______ con sus apuntes?

—Claro, señorita Ayane —respondió determinada limpiando sus mejillas

Así pues todos se sentaron en sus respectivos lugares, quietos y esperando pacientes  la lección de ese día.

...

Llegados al descanso una de pequeñas llamo la atención de la otra

—Kaori, ya se que quiero dibujar

—¿Ah, si? ¿Que es?

—Quiero pintar sueños. Quiero encontrar a alguien que tenga un sueño que me emocioné —comentó entusiasmada— Ayúdame escribiendo por favor, Kaori

—Ya veo, ¿Quieres preguntar y anotar?. Bien, lo haré —aceptó sonriente— Pero primero déjame comer, tu también deberías

—Hare eso luego, termina rápido —apresuró a la menor, recibiendo una mueca de su mejor amiga en repuesta.

Al terminar, ambas salieron al patio de la escuela.

Pasando por los columpios...

—¿Cuál es tu sueño más grande? —preguntaba sería a un niño que  estaba subiendo a uno de los juegos