Capitulo 7

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Ava wilde.

Era merlina, ¿Otra vez? Me encaró furiosa.

—¿Qué mierda crees que haces Ava?

—¡Estoy haciéndome respetar! —le grite, —¿Qué haces tú aquí? Ahhhh no no, lo olvidaba, eres una de las putas del rey.—le susurre molesta

Iba a alzarme la mano pero la detuve fuertemente, —¡No, no me entiendes!

Izan apareció y sus caballeros me tomaron de ambos brazos, —¡Llevensela al calabozo!

Y así fue, me arrastraron por ese pasillo en dónde feericos y gnomos me aplaudían, no pude evitar sentirme aludida y feliz de que pudiera darle su merecido a Izan. Incluso el vampirin me dedicó una sonrisa de orgullo en cuánto me vio trasvoltear por el pasillo qué daba hacía los calabozos. El sitio es obscuro y tan solo hay una ventana qué da la vista hacía los establos en donde se encuentran los dragones de Izan.

Estoy molesta p, realmente no pensé que darle su merecido iba a costarme quedar encerrada aquí. Se supone que debo pasar desapercibida pero me es casi imposible concentrarme cuando Izan me saca de quicio casi todo el tiempo. Por la ventanita me lanzan un platillo con restos de comida que sé que son de Izan y sus hermanas y ay que estoy muriendo de hambre no pienso tocarlo. No sé cuantas horas o incluso posiblemente (aunque lo dudo) pasan pero me abren la puerta de acero y un guardia me jalonea para sacarme, en eso mientras voy llegando a los aposentos del rey veo a Merlina abrazar a Izan al llegar , ¿Qué se traen? Él está bien vestido, atrajeado como cuando uno va a salir a festejar o ¿acaba de llegar? Merlina me miró con advertencia, se acercó para abrazarme y me susurró rápidamente "acepta" e introdujo en mi bolsillo el collar para evitar que la magia me afectará, luego salió casi qué corriendo.

Entre cerré mis ojos para ver a Izan quién le da orden a sus guardias Ocros dejarme en paz con un gesto de desdén.

—¿Qué tal la estadía?

—5 estrellas.

Él esboza una sonrisa ladina maliciosa, —Genial, entonces puedes trasladarte a tú nueva habitación.

—Estarás de broma.

—Tu hermana ha organizado una fiesta para... Alimar las asperezas entre tú y yo. —comenta y ahora entiendo por qué Merlina me susurró el "acepta", esto no estaba en los planes. —tuve que pedir algo a cambio para aceptar.

—¿Qué cosa?

—Qué en toda la noche bailes solo conmigo.

Me eché a reír, —¿Y quién dijo que yo voy a aceptar? Prefiero quedarme a vivir en ese cuchitril antes de ir contigo a alguna parte.

—Hazlo, traslada tus cosas que de ahora en adelante estarás en peleas para perros.

—¿Qué? Oye... Espera. —él se gira hacía mi, —¿Por qué quieres que esté contigo bailando toda la noche cuando me odias?

—Al enemigo hay que tenerlo cerca.

—Cómo sea. —accedí y me instó a que hiciera una reverencia, lo hice.

—En tú habitación tienes el vestido que usarás.

Encaminandome a la habitación alguien me toma de los hombros y me mete, confundida intento tomar mi puñal sin embargo me relajo e incómodo al mismo tiempo porque es merlina. —Cálmate. —susurro apartando su mano de mi boca.

—Ya, pero, ¿Qué es lo que te pasa Merlina?¿Organizar una fiesta, enserio? Sabes que no me gustan las fiestas en las que esté Izan.

Ella blanquea los ojos, —Él ama las fiestas y no me quedó de otra que organizarla para que sumará puntos contigo. Recuerda que debes tratarlo biennn volverte su confidente.

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