Capítulo 2.

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         Louis Tomlinson tenía 19 años y era un vendedor de aspiradoras. La mayoría de la gente creía que se ganaba poco vendiendo aspiradoras, pero no era así, con lo que ganaba, Louis se daba sus gustos y podía vivir tranquilamente su vida. La empresa para la que trabajaba lo hacía ir a ofrecer las aspiradoras casa por casa, y por cada una que vendía, le daban bonos extras, además de su sueldo mensual, para Lou eso estaba bien.

Louis para su edad no era demasiado alto, tenía unos preciosos ojos azules y cabello castaño, bastante suavecito. Vivía solo, dejó su casa apenas cumplió 18 años y no pensaba estudiar aún, quería juntar el suficiente dinero para poder hacerlo sin tener que preocuparse si ganaba mucho o poco en un trabajo de medio tiempo. Tenía dos hermanas, su madre y su padre, a quienes iba a visitar algunos fines de semana y en festivos. Su mejor amigo se llamaba Zayn, él estudiaba en la universidad de Artes, pero no le consumía todo el tiempo del día, tenía sus espacios para ver a su amigo, y seguir con su vida, pero aún vivía con sus padres porque no quería trabajar para pagar su departamento propio, además estaba cómodo ahí.

Era viernes y Zayn no tenía clases ni nada bueno que hacer, no había tareas pendientes ni exámenes cercanos para los cuales estudiar, por lo tanto decidió pasar el día con su amigo y acompañarlo en su misión de vender aspiradoras, para Louis ya era tedioso ir casa por cada ofreciendo "Un revolucionario artefacto con el cual su vida se simplificará y podrá pasar muchísimo más tiempo con sus hijos" así que Zayn le venía bien.

Lou, aquí ya no te van a comprar nada, ya pasaste como tres veces por todas las casas.

Lo sé, pero no debo llegar antes de la hora a dejar las aspiradoras que no vendí.

Bah... Oye ¿alguna vez fuiste a ese castillo de allá? — Dijo Zayn, apuntando hacia el castillo que estaba afueras de la ciudad, pero no era lejos de donde estaban, más de diez minutos no iban a demorar, no estaban en el centro de todo que digamos. — Es gigante y de seguro les vendría bien una aspiradora, para ahorrar trabajo que les simplificará la vida y podrán pasar muchísimo más con sus hijos — Ambos rieron ante la burla de Zayn.

—No, no he ido y podríamos ir para pasar la hora.

Y así fue, Louis condujo hasta la entrada del castillo, en donde se bajó con una aspiradora, para ir a ofrecerla.

¿Vas a bajar conmigo o me esperas aquí?

Te espero aquí, por si te piden más, me llamas y yo te las llevo.

Vale.

Louis fue hasta la puerta, que por cierto quedaba bastante lejos de la entrada, y la tocó pero nadie salió, al contrario, como estaba media abierta, se abrió más y dejó a Louis ver cómo era por dentro. Volvió a golpear la puerta, pero nadie salía, creyó que sería una buena oportunidad para explorar el castillo, si no había nadie, nada le podía pasar, así que se adentró, observando todo, se dio cuenta que las cosas tenían polvo encima, pero no de mucho tiempo, quizás la familia que vivía se mudó hace poco, pensó. Siguió caminando, recorrió el piso de abajo hasta que encontró una escalera, grande y bonita, subió, para seguir viendo si había algo interesante, aunque ya le estaban dando ganas de llamar a su amigo, por si las moscas, pero de seguro ya se había dormido en el auto y no lo iba a despertar. Entró a varias habitaciones, las cuales tenían cosas de uso diario, se extrañó y dejó de pensar en eso cuando vio otra escalera ¿cuántos pisos habría? Pues había que investigar. Después de explorar el tercer piso, descubrió cómo llegar al cuarto, el que era de un solo ambiente, y quedó sorprendido al ver una figura humana sentado y escondido ¿estará vivo? ¿Será realmente una persona? Estaba algo asustado, pero no podía irse así como así.

Harry manos de tijeras | Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora