Capítulo 6

1.1K 124 5
                                    

El sutil aroma de algo dulce llego a invadir las fosas nasales del Alfa que al instante se levanto de la cama y casi como si estuviera hipnotizado bajo adormecido a la planta de abajo hasta llegar al lugar de origen de tan exquisito olor.

Llego a la cocina refregando sus ojitos por el sueño y cuando miro con mayor claridad lo que pasaba su sonrisa apareció.

Veía como el Omega volteaba de una forma profesional un par de panqueques, mientras ponía una carita ultra concentrada, también vio dos platos llenos de diversos trozos de frutas cortados en formitas y dos tazas sobre la mesa.

Hueningkai ya no se encontraba en celo, por lo que su comportamiento necesitado se había esfumado, aun así actuaba algo tímido y sumiso en ocasiones, pero se tomaba en serio eso de hacer varias cosas como limpiar, cocinar, atender al Alfa.

Una semana, solo paso eso y ya se sentía tan bien tener la compañía de Kai, aun que sabia que debia acostumbrarse, sin embargo le estaba empezando a encantar amanecer abrazado con alguien, porque si, no le ofreció al Omega la habitación de invitados por alguna extraña razón.

-Termine. -susurro orgulloso de ver lo bien y prolijo que le quedo el desayuno. -¡Yeon-Oh... ¿Desde hace cuanto estas ahí parado? -se interrumpió así mismo cuando vio al Alfa apoyado en el marco de la puerta con una sonrisa boba.

-No mucho. -contesto empezando a caminar hacia la mesa. -Debo decir que esto huele fenomenal, por eso baje como resucitado de la cama. -admitió una vez sentado y con los platos en la mesa.

El lobito del Omega se sentía fácil de haber escuchado eso del Alfa, aun que faltara que probara sus panqueques.

Yeonjun agradeció la comida antes de empezar a devorarla, gimiendo por el riquísimo sabor que de disolvía en su boca, por lo que siguió comiendo con una sonrisa en su rostro, sin saber que era observado atentamente por Kai.

El pelirosa era como una aspiradora, eso aprendió el Omega esta primera semana, todo lo que cocinaba, Yeonjun se lo devoraba y antes pensaba que comía por pena a rechazar su comida, pero la realidad era otra.

A Yeonjun le encantaba la comida de Kai.

-Esto esta riquísimo, Hueningkai, ¿Cómo lo haces? -halago el menor chupándose los dedos llenos de miel con la que baño sus panqueques.

Entonces, Hueningkai pudo sentirse completamente orgulloso otra vez.

-Solo hago lo que me enseñaron. - contesto de manera inconsciente y tan pronto como apareció su sonrisa esta se desvaneció.

-¿Pasa algo, Hueningkai? -pregunto notando ese gesto en el mencionado.

-N-No, nada. -negó rápidamente con una sonrisa nerviosa, tratando de no demostrarlo mucho ya que su olor podría delatarlo más de la cuenta, por eso era necesario cambiar de tema. -¿C-Crees que podamos ir a comprar ropa?, me siento mal usar la tuya todo el tiempo, no quiero seguir tomando cosas tuyas. - dijo con las mejillas algo rojas.

Obviamente estaba agradecido con Yeonjun y su ropa era preciosa, no tenia drama en usarla, pero dado que en algún momento vivirá solo y que huyo de su familia sin nada en sus manos, al menos sabia que tenia que tener un par de ropas.

-Claro. -acepto el menor, notando el repentino cambio de tema pero se lo dejo pasar. -Pero no me molesta que te pongas mi ropa, te queda más linda que a mi. -dijo sonriente al ver como sonrojo mas al Omega.

-¡Mentira! -exclamo en contra. -A ti te quedan mejor y hay que admitirlo. - fue sincero y Hueningkai lo era.

Como no salía de la casa, solo usaba los busos enormes de Yeonjun, esos que llegaban a tapar un poco más abajo de sus pompis y por ende solo andaba en bóxer por todos lados, pero hasta ahora no se probo otra cosa como las faldas o los pantalones cortes bien bonitos del menor, porque sabia que no lo iban a quedar bien.

𝑊𝑜𝑛𝑑𝑒𝑟 - 𝑌𝑒𝑜𝑛𝑘𝑎𝑖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora