Capítulo 25

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Kai se encontraba boca arriba en la cama, mirando el techo de madera de aquella cabaña, pensando, simplemente eso, pensando y analizando todo el tiempo que paso desde su vida en aquella casa y el ahora con Yeonjun.

Recordó todo, pensó en su padre, en lo cariñoso que era y en todos los caprichos que le cumplía por ser el hermano mayor, pensó en su madre, todo lo que ella le enseño y lo mucho que lo halagaba por ser Omega, luego pensó en sus dos hermanitos, aquellos días de juegos y puras risas, ¿Quién pensaría que aquello se iba acabar de un día para el otro?

Todo parecía ser mucho más fácil cuando era un niño, sin duda, incluso llego a culpar todo lo que paso por ser un Omega, pero tampoco era así y entonces volvía a retomar todo lo que le paso una vez más.

¿Estaba orgulloso de ser Omega?, cuando lo anunciaron como uno lo estaba pero cuando lo usaron como uno ya no lo estaba y eso, fue eso, lo que lograr romper con la mayoría de sus esperanzas y sueños.

Empezó a ver todo tan lejano de su alcance cuando el doctor abrió la boca para anunciar que no podía tener cachorros.

Pero no fue la tristeza de no tener un hijo propio lo que lo descoloco, en realidad fue la tristeza de no poder ser lo suficientemente bueno para un Alfa o para su propia familia en aquel momento.

Es joven y era aun más joven cuando eso paso, pero tenia la mente tan ciega que nunca noto todo lo que enseño su madre, todo lo que tenia que hacer cuando tuviera a su primera pareja, como que el no debia estudiar si no quedarse en casa, el no debia faltarle el respeto a su pareja, el no debia dejar de cuidar el hogar, el no debia, el no debia, el no debia, más y más.

¿Por qué no se dio cuanta antes?, capaz el debia haberse ido de esa casa desde un principio, pero al parecer tenia que pasar por esas cosas para decir hoy en día, "ahora lo se, aprendí".

Aprendió y sigue aprendiendo a auto valorarse, que el no valía lo que los demás todo su tiempo le decían, "un Omega que no sirve", ¿por qué?, ¿por no poder traer hijos al mundo?, ¿por no ser lo suficientemente sumiso?, ¿por no querer barrer un día la casa?

No, el no era eso.

El era un Omega, pero sobre todas las cosas era una persona, una que debia ser tratada normal como con respeto, tenga o no tenga defectos, el quería estudiar, el quería tener una vida divertida, el quería amigos, el quería una historia de amor, el quería, el quería, el quería, el quería, quería algo diferente, vivir en paz.

Lentamente dejo salir su bella sonrisa y con una pequeña risa se abrazo en medio de la cama y lo primero que vino en su mente fue la linda carita del Alfa.

Sus ojitos se iluminaron y el cosquilleo en sus dedos, más el palpitar de su corazón solo pudieron sonrojarlo más de lo que ya estaba.

Encontramos a nuestro Alfa.

Claro que si.

Tan pero tan concentrado se encontraba que ni olio la presencia de dicho Alfa apoyado contra el respaldar de la puerta, que también sonreía gracias al olor de los feromonas felices del Omega.

Sin evitarlo se acerco, primero sigilosamente para no llamar la atención y agachándose llego estar cerca de las preciosas piernas del pelinegro que con su vista admiro, para luego tocarlo con delicadeza.

Ahí fue cuando Hueningkai salto del susto pero cuando miro hacia el final de la cama, suspiro viendo la traviesa mirada de Yeonjun.

Ambos se sonrieron obviamente y con lo travieso que era el pelirosa, comenzó a picar con sus manos las piernitas acaneladas y descubiertas del chico tirado en la cama, también para empezar a acercarse.

𝑊𝑜𝑛𝑑𝑒𝑟 - 𝑌𝑒𝑜𝑛𝑘𝑎𝑖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora