Extra 2

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No tenia planeado hablar de camino a casa en el auto, de igual forma Kai se había dormido en el asiento delantero, recuerda que le había dicho que su mañana iba ser ocupada, con talleres y presentaciones de trabajos prácticos que adelanto para ver en paz a la bebé de sus amigos.

Aun sentía que algo no andaba bien, en realidad desde que su Omega volvió con el pequeño de su sobrino y lo vio con los brazos ocupados en su sobrina, si esa no fue una imagen fuerte de ver para su pareja, entonces no sabe lo que posiblemente había pasado.

Pronto noto que estaban cerca de llegar a la casa que le habían comprado sus padres, una muy grande a decir verdad, obviamente no acepto el regalo callado, solo dejo que pagaran hasta la mitad y el se encargaría de la otra mitad junto con su pareja que apoyo la idea.

Aunque ese lindo recuerdo le llego a la mente, no pudo dejar de preocuparse por la persona que tenia al lado suyo.

Abrió el garaje y con cuidado estaciono dentro, inevitablemente se prendieron las luces cuando abrió la puerta para salir y luego ir por su Omega.

Al abrir la puerta del copiloto, no se sorprendió cuando vio a Kai abriendo los ojos, soñoliento al notar que no se movían más y estaban en casa.

-¿Ya llegamos? -pregunto con un puchero mientras extendía sus brazos para ser cargado, ya que era como un niño pequeño que estuvo jugando toda la tarde con sus amigos y sobrinos.

-Si, mi dulce pingüinito durmiente. -con ternura lo alzo entre sus brazos, cerro la puerta y se adentro a la casa.

Lo cargo como princesa por toda la casa, aunque Kai ya estuviera completamente despierto entre sus brazos no quería soltarlo hasta que llego al cuarto que es donde lo dejo en la cama y luego se lanzo para estar encima suyo.

Al Omega no le molestaba para nada tener el pesado cuerpo del Alfa encima suyo, es más, amaba cuando su hermoso bebé hacia eso, pues al rodearlo con sus fuerte brazos se llenaba de un calidez extrema de amor que solo ellos dos sentían.

Y aunque el ambiente era muy lindo, el pelirosa sabia que debían hablar sobre lo que paso.

-¿Quieres bañarte conmigo o solo dormir? -propuso cerca de su oreja causando que el menor ronroneara enternecido.

No, no te distraigas Yeonjun.

-¿Yeonjun? -volvió a entrar en razón cuando el contrario lo llamo y lo separo de su cuello para que se miraran a los ojos. -¿Te sientes bien?...

-No...

-¿Uh?, ¿p-pero qué paso?...

-No me siento bien porque intentaste ocultar lo que verdaderamente sentías a través del lazo. -contesto de manera pausada, no sonando como un regaño si no con un tono algo lastimero. -¿Por qué me lo ocultaste?...

Kai trago la poca saliva que contenía, no sabia que iba a ser atrapado, aunque si había una probabilidad de ser notado, hablamos de su Alfa de pura sangre, una persona que no se le escaparía ni un solo detalle si de su pareja hablamos y eso lo sabia.

-No quería arruinar el momento. - confeso llevando sus manos a las mejillas blanquísimas. -Pero ya paso, ya estoy mejo-...

-No mientas. -lo interrumpió. -Dime como te sientes, por favor. -suplico mirando los ojitos grises en su Omega, suplicando que hablara. -No debes guardarte las cosas, por más mínimo que sea o cuan tonto suene, tienes que decirme que te duele...

Inevitablemente aquella mirada y frase, lograron que los ojitos del Omega brillen, aunque no quisiera llorar estaba próximo a hacerlo y tampoco quería verse débil, por lo que sonrió para despreocupar a su pareja.

𝑊𝑜𝑛𝑑𝑒𝑟 - 𝑌𝑒𝑜𝑛𝑘𝑎𝑖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora