Creepy

Comida de muñecas.

Tape a mi mama y salí silenciosa de la habitación.
No pudo ser Saeki. Probablemente solo sea una infección, una alergia o una reacción a un medicamento. Pero Saeki no puede comer carne humana...

Cuando papa llego, mi muñeca ya tenía su manita nuevamente, pero algo era distinto. ¿Sus ojos? O tal vez ¿su cabello? No... Su vestido. Ahora era blanco.

-tuvieron que quitarle su vestido. Cuando trataban de poner la mano nuevamente su vestido se rasgo, y era el único que tenían.- dijo mi papa cansado.

Ya en la noche, cuando hablaba con Saeki, tuve el valor para preguntarle todo lo que me había callado:

-¿a dónde vas en las noches? ¿Que haces? ¿Que comes? ¿Por qué eres la única de mis muñecos que puede moverse?

No contesto ninguna. Cegada por la desesperación le grite -
-TE ALIMENTAS DE MI MAMA ¿VERDAD? ERES UNA MUÑECA MALA. De haber sabido que jamás hubiera aceptado tus secretos.

Y se quedo callada.

Durante varios meses no vi a Saeki, nunca estaba en mi cuarto, y en las noches nunca llegaba a su cama en mi casita de muñecas. Con el tiempo mi mama fue empeorando, hasta que un día murió. Papa estaba muy mal. Cayo en depresión y se veía muy mal. La misma noche en la que mama murio, volví a ver a Saeki.
Era media noche, hora en la que habitualmente daba sus paseos nocturnos. Pero esta vez fue diferente, ella se subió a mi cama.

Trate de decir algo, pero no podía. No podía mover ninguna parte de mi cuerpo.
Saeki se paro a mis pies.

- te contare un último secreto. Y este secreto tiene que ver con las preguntas que me hiciste hace ya varios meses.

Su vestido blanco... Tenía manchas rojas.

-en las noches, hago 2 cosas. Voy a visitar mi hogar y después tengo un pequeño almuerzo. - dijo, soltando una pequeña risilla- como carne, te lo dije desde un principio. Y tienes que saber que... Ya no hay carne. Y ya no es algo que me satisface, menos si esa carne esta... enferma. Sígueme.

Un peso se quitó de mi cuerpo, pero no me pare de mi cama, simplemente me senté.

- eh dicho sígueme- dijo con una voz frustrada.
Yo solo moví mi cabeza en forma de negación.
Y repentinamente mis pies comenzaron a sangrar. En las plantas tenía muchísimos oyitos de los que salía sangre, como si hubiese pisado una cama de clavos.

-si no te mueves ahora, haré que se te desgarren los pies- dijo mientras toma una muñeca mas chiquita parecida a mi, mientras que con una mano clava varias veces un clavo que tenía.
Desesperada, me pare de la cama y el dolor cesó, pero mis pies sangraban.

Saeki me llevo al cuarto de mi papá. Su cabeza estaba apoyada en el escritorio y no se movía.

Fue corriendo hacia el, pero antes de tocarlo, en mi muñeca izquierda se hicieron varias líneas horizontales. Aparte la mano inmediatamente y voltee a ver que hacia esa muñeca. Como esperaba, en su muñeca parecida a mi trazaba las mismas líneas que ahora estaban en mi brazo.

-¿porque me haces esto? Dije con lagrimas en los ojos. Mi nariz comenzó a sangrar cuando arroja la mini-yo al suelo.

-Porque tu eres mi muñeca. -sonrío maliciosa, y su voz empezaba a tomar fuerza, convirtiéndose en una voz grave.
Dio un golpe en el estomago de la muñeca y quede inconsciente.

El despertar fue difícil, estaba en mi cama. Pero no podía mover mis manos, ni mis piernas. Estoy amarrada. No. No puede ser, puedo mover muy bien los hombros, pero... ¿Porque no siento mis muñecas?
Una luz se enciende. Levantó el hombro y... Lo puedo ver. Un grito desgarrador recorre toda mi garganta.

-¿QUE LE PASO A MI BRAZO? ¿Donde esta lo que sigue después del codo? ¿Y mis piernas? ¿En dónde están mu pies? ¿Mi rodilla? - y comencé a llorar, sin poder tocar la venda que cubría mis incompletas extremidades.

-si... Me pareció justo que, como tu colaboraste a que repusieran mi mano, yo te ayudara a reponer todas tus extremidades- tenía una venda en los ojos
- pero no hay nadie que tenga tus mismas medidas. Lo siento. Pero por buena suerte, tu tienes mis misma mediada de ojos - y quitándose la venda... - y yo ya no tengo ojos. Así que tendré que quitártelos.

En un abrir y cerrar de ojos, se colocó a la altura de mis ojos y con un afilado cuchillo. Comenzó a quitarlos de mi cara.

Me desmaye por el dolor.

Cuando recupere la conciencia. No pude abrir los ojos. Ya no tenía.

-al fin despertaste. Perfecto. Podré cocerte estos hermosos botones negros.

Y sentí la aguja entrando y saliendo de mi piel.

-pero que cara, no te puedo entregar así a la tienda. Tendré que cocerte una preciosa sonrisa.
Y con 2 pinzas ajusto una enorme sonrisa "de oreja a oreja". Y comenzó a cocer.

-no te muevas. No grites. No, no puedo cocer así. - dijo, mientras cortaba mi lengua.

-una muñeca no puede ser tan grande....
Sentía mis huesos tronar bajo mi piel, como se encajaban debajo de mi.
-Listo. - señalo con un toque de orgullo en su voz. -estas lista para repetir mi historia.

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Nota: por favor, si solo se lee: "tapé a mi mamá" dejen un comentario para que pueda corregirlo. Gracias 😊
Espero que les esté gustando.