Romances efímeros [Genshin Impact - Oneshots] | Val

Barbara x Venti | La manzana prohibida ✝️

Quisiera leer comentarios en este oneshot, so, si hay algo que les gusta o si hay algo que no les gusta, o quieren opinar sobre los poemas, o cualquier cosa que quieran decir, tengan por seguro que les estaré leyendo y respondiendo 💜

Ahora sí, a disfrutar de este oneshot ✨

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Oh, bardo, tú que bebes hasta el amanecer
Faltando a tus promesas y a tu deber
¿No te avergüenza tu realidad, triste dios de la libertad?

Fallas a tus promesas y a tus promesas haces llorar

La lira se aburre de tus promesas rotas, de tu falso cantar
Ocultas en vino tu insensatez, y ahogas en alcohol tu pesar
¿A cuántas promesas piensas faltar?
¿Cuántas veces la harás llorar?
¿Acaso no te lastimaba esa forma de mirar?
Vuelves a celebrar, y otra promesa vuelves a quebrar
Pobre bardo, hijo de la libertad

(...)

     Charles sacudió con algo de fuerza al bardo, y tras ver que este no reaccionaba, le dedicó una mirada resignada a su señor.

     — Lo siento, señor Diluc, pero no hay forma de hacerlo despertar — dijo el cantinero —. Me temo que-

     El dueño del viñedo solo suspiró con fuerza y luego miró a la monja que usualmente acompañaba a su medio hermano a beber.

     — Ya lo escuchaste. Venti no está en condición de ir contigo — Diluc se cruzó de brazos y la miró con cierta molestia —. Pero supongo que ya sabías que esto pasaría. Quiero decir, tú y Kaeya lo estuvieron animando a beber anoche, y según lo que me contaron, casi vaciaron un barril.

     — No intentes responsabilizarme a mí de las acciones de ese bardo. Él debería tener claro cuándo parar — ella se puso una mano en la cintura, suspiró y luego le dió una leve patada a uno de los taburetes de la barra —. Muy bien. Me largo. Debo avisar a la hermana de Jean sobre el deplorable estado de su "responsable amigo el bardo".

     — Ni se te ocurra cambiar la realidad a tu gusto.

     — Oh, Diluc, ¿Por qué te preocupas tanto por ese enano? — preguntó la monja, molesta —. Da igual lo que digas o hagas. Y da igual lo que pasó anoche. La realidad es que él ahora mismo está fuera de juego, y en ese estado, no puede ni debe poner un pie en la iglesia.

     Sin mediar ni una palabra más, Rosaria se fue de la taberna, cerrando la puerta sin ninguna clase de cuidado, asustando al chico que estaba ordenando las mesas de fuera.

     — Es una verdadera lástima que un chico tan joven como él y con ese talento innato como bardo tenga esta clase de problemas con el alcohol, ¿No cree? — preguntó el cantinero, empezando a ordenar las nuevas botellas que había traído.

     "Es una maldita vergüenza y una deshonra para toda Mondstadt que el Arconte anemo tenga esta clase de comportamientos", pensó Diluc, recordando todas las veces que había escuchado a Jean, a las monjas y a todas las personas de la ciudad presentar sus respetos a ese "dios honrado, noble y puro de corazón".

     De honrado, poco tenía, pues varias veces se había ido sin pagar sus bebidas. De noble, nada. Quizás era puro de corazón, pero eso para Diluc quedaba opacada por su pura pasión por beber y comportarse como un estúpido cada vez que alguien le daba un mora, una copa de vino o simplemente le elogiaba por su talento.