Romances efímeros [Genshin Impact - Oneshots] | Val

♦️ Lyney x Lynette | Amor inmoral 🩸

Si van a leer esto, prepárense porque son 5090 palabras jsjsjs

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   • Lynette pov's •

     "Siempre hay una primera vez".

     Oí esas palabras unas semanas antes de conocer a Padre, y aunque es cierto que la mayor parte del tiempo solo es un vago recuerdo que divaga por mi memoria, no puedo evitar recordar la dichosa frase cuando algo importante sucede y no sé cómo reaccionar a ello.

     El primer gran momento que recuerdo es probablemente el día de mi cumpleaños catorce, cuando, por cosas de la vida, Lyney fue el único capaz de levantarme el ánimo con sus palabras y sus mimos. Hasta aquel entonces, si bien yo sentía un gran afecto por él, jamás me había llegado a sentir tan feliz como me sentí esa noche de mi cumpleaños catorce, cuando, cediendo a mi capricho, el rubio me dejó dormir abrazada a su espalda y me contó el cuento que hace tiempo se había inventado para ayudarme a dormir.

     Esa fue la primera vez fuí consciente de que estaba enamorada de él.

     Detesto que las miradas del público se posen sobre mí, y detesto tener que hablar con otras personas que no sean Lyney o Freminet. Si dependiese totalmente de mí, no dudaría en comportarme como una marioneta mecánica la totalidad del tiempo que paso fuera de casa, pero, me guste o no, soy la asistente del mago más famoso del continente y no me queda más opción que seguirlo a todos lados, viendo como recibe halagos y responde con una sonrisa tan falsa como la que utiliza para ocultarme la presión que siente al saber que tarde o temprano tendrá que convertirse en el líder de la Casa de la Hoguera.

     Cuando me dí cuenta que él también podía mentirme y usar sus truquitos para engañarme, experimenté por primera vez el odio hacia mi hermano.

     Conozco cada una de sus facetas, y sé bien que cada una de ellas me ha revelado un mundo completamente distinto. Basta con elegir un momento que haya vivido con él para darme cuenta de que todas mis primeras veces descubriendo las maravillas del mundo han sido a su lado, y basta con dar un breve repaso a los peores momentos de mi vida para recordar que él siempre ha estado ahí, cuidándome y ayudándome a expresar todos esos sentimientos que reprimo frente al público.

     Y ahora, Lyney me está haciendo experimentar por primera vez una sensación horrible: La impotencia.

     Tras terminar el último show de la gira que realizamos por Fontaine, Sumeru y Liyue, volvimos a la nación Hydro para realizar un último espectáculo y así cerrar con broche de oro nuestro décimo aniversario como magos, y si bien es cierto que todo salió como lo teníamos planeado, tan pronto como salimos al backstage Lyney tosió con fuerza y se retiró por varios minutos de la escena, dejándome sola junto a Freminet para luego volver con una sonrisa falsa (que solo yo pude reconocer) que mantuvo desde salimos del teatro hasta que nos subimos al ferribús.

     Si bien parecía que todo había sido un evento sin importancia y que esa sonrisa era algo momentáneo, en la vuelta a casa, el mago se dedicó a mirar el paisaje, acomodándose cada diez segundos el botón de la camisa, como si quisiera arrancarlo a la fuerza para hacer que el aire le llegase al pecho; y basándome en sus reacciones y en lo mucho que se esforzó en aparentar que estaba bien, no tardé en entender que él se encontraba enfermo y no quería que nos diéramos cuenta de ello. Lyney estaba tan obsesionado con el botón de su camisa que ignoró completamente la despedida de la melusina a cargo del transporte, bajándose y yéndose solo a casa mientras que Freminet y yo solo pudimos mirarnos y luego darle el autógrafo a la pequeña que, sin hablar, expresó su preocupación por mi hermano mayor y señaló el sombrero de mago en el que él guardaba alguna de las cosas que usaba en los shows.