Magnetic: Una fanfic de Hansi Flick ⚡️

Confrontación

Hansi tomo las riendas del vehiculo ya que era muy protector con sus hijas. Aun si lo disimulaba estaba hecho un manojo de nervios. No solo por la notificación de la Federación Alemana de Futbol sino por el intrigante mensaje de su esposa.

Muchas cosas se le venían en mente. "La tienda tenía problemas económicos?", "Alguien habría robado mercadería?", "Había algo mal con los impuestos?"

Muchas dudas le pasaban por la mente ya que en cualquier idioma, el "Tenemos que hablar" son las peores palabras del idioma español... y en cualquier idioma.

Llegaron a casa y el auto de Silke se encontraba estacionado. Hansi recordó que su mujer llevaba varios días sacando su ropa en maletas para llevarla a la tintorería. La ropa regresaba hoy.

Al entrar vio a Silke compartiendo con la familia, ella medio sonrió y se podía ver la incomodidad en su rostro. En su mano izquierda ya no llevaba la zortija de matrimonio que llevo durante tantos años con el. Después entró al cuarto a cambiarse de ropa y vio que en efecto el guardarropa de Silke estaba completamente vacío.

Iba a confrontarla pero no quiso arruinar el gran momento navideño en familia. Llegaron las 10 pm y los niños debían ir a la cama. Las familias se despidieron y la puerta se cerró.

Hubo un gran silencio incómodo en ambas esquinas de la sala.

-Hay algo que tengo que decirte Hans... hace mucho tiempo que las cosas han cambiado entre tu y yo. Somos padres, somos abuelos... ya casi no estas en la casa y no te reconozco más. Hace mucho que deje de sentir algo por ti. Se que deseas que este contigo en estos momentos pero he pensado tanto en todos que me he olvidado de mi.

-Pensé que me amabas... Silke, yo... porque haces esto?

-Esto ya no funciona para mi. No veo como esto funcionaria... Lo que sea que este pasando entre nosotros no puede seguir pasando. Te estoy dejando.

-Entonces eso es todo? Te iras así nada mas?

-Si.

En eso sonó el teléfono de Silke. Ella contesto y dijo que ya saldría. Tomo su bolso de mano y una maleta que tenia en el recibidor. Era su ultima carga de ropa.

- Que tengas una buena vida Hans... Perdón.

Entonces ella procedió a dejar las llaves de la casa en la bufetera y un sobre manila tamaño oficio. Salió de la casa en medio de la noche y subió al auto que la esperaba, metió al baúl el bolso de mano y la maleta. Luego se subió al lado del conductor. El se asomo por la ventana... el conductor era un chico de aproximadamente 35 años en forma y con músculos trabajados por el gimnasio. De rasgos afros. Vio como estrechaban sus manos antes de arrancar el motor e irse de la casa.

Al lado derecho de las llaves de Silke, había un sobre manila tamaño oficio. Al abrirlo, los ojos azules de Hansi se llenaron de lagrimas.

Eran los papeles del divorcio ya firmados por ella.

Quien sabe desde cuanto tiempo le ponía el cuerno. Su cerebro no tardo nada en procesar la información que había recibido. Se quedo recostado en la pared sollozando hasta que se sentó en el suelo desconsoladamente hasta quedarse dormido.