Magnetic: Una fanfic de Hansi Flick ⚡️

Tiempo en familia

—Papa! ¡Estamos aquí! — se oyó una voz desde el otro extremo de la sala privada de espera. Eran sus hijas, Kathrin y Hannah, quienes lo esperaban con un cartel de bienvenida, ellas junto a sus esposos, Dieter y Lukas y los hijos de ambos matrimonios, Markus, Nina y Jurgen, o como su sobrenombre "George".

Hansi estaba sorprendido e hizo lo que casi nunca hace... sonreír. Se sentía con ese calor de familia arropándolo luego de aquel trago amargo. Subieron todos al auto en el que irían a su casa. Ahí lo esperaba una grata fiesta de bienvenida. Todo estaba adornado con globos y serpentinas doradas, pizza y coca cola. Un enorme pastel de bienvenida que tenía vainilla y chocolate por dentro.

— Esto es... muchas gracias... de verdad no me lo esperaba...— dijo Hansi con voz cortada... casi se le salían las lágrimas de la emoción.

—Papa, sabes que te amamos y lo mas importante... todos somos seres humanos y como dice el dicho... echando a perder se aprende. ¿Si o no familia? — Dijo Kathrin.

—Si— Dijeron todos, Luego empezaron a comer y pasaron las horas... 

La música sonaba alegremente y la familia traía los adornos navideños del sótano para adornar la casa mientras ponían el ambiente navideño en la televisión y sonaba "Last Christmas" de Wham. 

Karhrin se encargo de hacer un poco de chocolate caliente para su esposo y su cuñado, quienes estaban adornando la casa por fuera con las luces de navidad, Cuando terminaron de adornar y encender la casa con luces y faroles. Lo que fuera para animar a su suegro.

Pusieron el árbol artificial y lo llenaron de bombas y luces. pusieron botas y coronas de navidad en todas las puertas de la casa y después sacaron las veladoras para poner en la mesa la corona de adviento... y un calendario de adviento no podía faltar.

La escena navideña era sacada de una película de Hollywood, el trabajo en equipo dio sus frutos y la casa se veía increíble tanto por dentro como por fuera. Hansi estaba impresionado por la rapidez

—La casa se ve increible!!! Gracias a todos por arreglarla. 

—Y ahora qué hacemos? — Dijo la nieta más pequeña, Nina.

—KARAOKE! —gritaron todos. Así que instalaron el sistema con un micrófono miniatura y comenzaron a cantar y a pasarla bien con galletas, malvaviscos y palomitas de maíz. Los mayores tomaban chocolate caliente con un poco de ron y los pequeños tomaban con un malvavisco que se derretía en la taza.