Tres amigos jugaban a Mystic Messenger en una fiesta de pijamas, sin saber que al día siguiente despertarían siendo parte del juego.
(🎮) Este fanfic incluye 3 personajes adicionales a los del videojuego 'Mystic Messenger'.
(👾) La historia es origi...
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Hayoon cubrió sus ojos al abrirlos a causa de la luz. Se encontraba en una habitación de paredes blancas, donde lo único interesante era una mesita que tenía encima un pequeño ramo de rosas azules.
Abrió cuidadosamente la puerta de la habitación y asomó la cabeza. No había absolutamente nadie.
No reconoció dónde se encontraba hasta que no vio a lo lejos dos guardas de seguridad. Esas ropas y esos ojos... lo tenía claro: estaba en Mint Eye.
Paseó por los pasillos de la planta, sin atreverse a abrir la puerta de ninguna habitación a pesar de saber que Ray se encontraría tras alguna de ella.
Bajó a la planta de abajo, allí, al final, encontró una enorme sala que tenía las puertas abiertas. Echó un vistazo a su interior y no pudo creer lo que había encontrado: ¡la mismísima Rika! Se suponía que ella estaba muerta...
Su asombro aumentó cuando notó una mano tapando su boca. La empujaron hasta su habitación. Una vez allí, la soltaron y pudo ver de quién se trataba. ¡Era Ray!
—Hola—comenzó a decir él. Era mucho más hermoso en persona, aunque su aspecto cansado y agotado era peor—, no deberías salir de tu habitación. Créeme, es un consejo que te servirá de mucho.
—Ho-hola—tartamudeó.
—¿Puedo saber tu nombre?
—Soy Hayoon.
—Bien, Hayoon, no recuerdo haberte visto por aquí antes. ¿De dónde vienes?
No supo qué responder, en el fondo ni ella misma sabía la respuesta.
—No... no lo sé, no lo recuerdo. Todo es tan confuso...
Vislumbró en el rostro del chico una expresión de compasión.
—La mayoría no lo recuerda, conforme pase el tiempo recuperarás la memoria. Supongo que no sabes nada sobre este lugar, ¿cierto? Me declararé tu supervisor personal para que no te escapes o hagas alguna travesura.
La cara de Hayoon mezclaba el miedo y la emoción. El chico lo notó y trató de calmarla para no asustarla y cometiese alguna locura.
—No tienes que preocuparte, llegar aquí es una bendición, seguro que has sufrido mucho, pero nuestra Salvadora te librará de todos los males. Aquí nos encontramos... los rechazados por la sociedad. Juntos seremos más fuertes y terminaremos con todos los que nos han hecho daño, aunque no entiendo quién pudo hacer daño a una chica como tú... Volveré a mi habitación, llámame si necesitas cualquier cosa. Y recuerda, no salgas de esta habitación bajo ninguna circunstancia.
—¿Por qué no puedo salir?—preguntó, sabiendo que en el juego podría pasear al menos en esa planta.
