Hetero, pero no por mucho // CanMex

Parte 12

Pasaron las semanas, México está pronto a terminar su trabajo y de morir por el maldito frío que llegó arrasando con todo, supo que el final del año iba hacer más frío de lo común, pero no pensó que sería al estilo del polo norte, razón por la que detesta Estados Unidos o bueno, el estado en el que vive, el mísero frío que siempre debe vivir y que a veces suele ser horrible

Las conversaciones con el norteamericano se volvieron insignificantes prácticamente, el hombre regresó a su país tiempo atrás a seguir trabajando por allá, al parecer en fin de año no realizara ningún vídeo, solo serán fotos e historietas, México siempre se ha preguntado, si fuera de su trabajo, ¿él tiene sexo?, bueno, es obvio que si, pero quería saber que tanto cambiaría, o si el sexo se vuelve algo diferente para él a comparación de los demás; pero no quiero conversar de eso, sería muy inapropiado, ya suficiente cuando preguntó sobre su parafilia

México nunca dejó su monotonía, siempre fue el mismo de siempre y alguien simple, desde que se volvió adulto entró en ése sistema y no es como que le moleste, sus fin de semanas se la pasaba durmiendo, viendo todas las películas del mundo, platicando con sus familiares y amigos, a veces solía salir a ver los arreglos de navidad, aunque olvidaba ir al gimnasio, sentía que engordaría en cualquier momento y que quedaría como Estados Unidos, y bueno, de todo un poco; tampoco dejaba sus momentos de intimidad con su persona, su estilo ha cambiado y está consciente, su vida sexual ahora está más privada a su disfrute, gracias a su trabajo y su poca ganas de avanzar con el alto, pero no estaba mal, bueno, tenía algunos juguetes en la que podía disfrutar y no estaba tan pésimo en su placer, aunque sabe que eso no es suficiente

— Señor México —el nombrado levantó la vista—. Por favor pase a la oficina

Era hora de su grandiosa cita (mucho cansancio y sarcasmo en sus palabras), y debía volver a sus papeles y terminar de una vez con eso, tenía una maleta llena de todas las páginas que había guardado en todo ésos años desde que llegó al país así que estaba bastante listo para escuchar las escusas del gringo para no querer  atenderlo

— Hola bebé

México entró llamando la atención del gringo, viendo que estaba viendo un cartapacio aún lado del estante. Estaba vestido de militar, México enmarcó una ceja

— ¿Y ésa maleta? —dijo Estados Unidos curioso

— Es para ti —México se dirigió a una de las sillas tomando asiento—. ¿Me abandonaras? —lo apuntó por la ropa

— Hoy debo viajar a DC, así que estoy preparando las cosas

— ¿Por qué no cancelaste mi cita?

— Porque te quería ver —México lo miró con gesto de 'fuchi caca', y Estados Unidos se echó a reír—. Voy a salir en la tarde, así que tengo tiempo aún

— Pufff... tu no perdonas ninguna —dijo fastidiado

— ¿Qué preferirías? —Estados Unidos se acercó a su silla a sentarse—, ¿Qué te pusiera la cita en el año que viene? o ¿verme hoy?

— Citarme en tu casa —dijo pícaro, Estados Unidos rodó los ojos—. Oye, ¿aún te acuerdas de la rusa?, quiero presentártela

—Estados Unidos se mantenía buscando los documentos del transmite— México, no estoy interesado en salir con ninguna rusa

— ¿Cómo me dices eso?, ella está muy interesada en ti

—Estados Unidos levantó la vista— ¿Qué?

— Ahhhh~~~  ahora si te interesa ¿eh? —dijo con picardía

—bufo— Claro que no —volvió su mirada a su trabajo