Capitulo 1
No puede ser.
Sigo sin creer que tenia una buena vida antes de llegar a este mundo y ahora no tengo nada.
Me llamo Aquiles Bedolla Mendoza, vivía en el sur de la ciudad de México, junto a mi querida tortuga Samantha; sin padres ni hermanos, sin esposa ni hijos aunque tenía cuarenta y cinco años, estaba feliz con mi vida porque lo tenia todo. Tenia buenos amigos, excelentes amantes, trabajaba eficazmente como un agente del ministerio público y sinceramente dinero ni amor me faltaron en vida, creía que lo tenia todo hasta que...
- Joder... - musite con un fuerte dolor de cabeza, el olor a tierra mojada y pasto inundaron rápidamente mis fosas nasales trayendome a la realidad.
- Resulta que sigues siendo un sin magia bueno para nada - la voz de un hombre mucho más joven que yo me hablaba con dureza y arrogancia haciéndome recordar en mis dias de la academia con mi sargento.
¿Quién era este hijo de puta y por que tenía un puto disfraz de legolas? ah... mi puta cabeza me dolía demasiado.
- Ahora ponte de pie maldito patán y enfrenta tu castigo correctamente -
- ¿Como le pides a un malherido ponerse de pie? Eres imbécil (?) Ah estos niños... - en cuanto dije eso recorde a mi compañero apuntandome con mi propia arma - Lo que sea ¿Dónde esta el maldito de Alfredo Vázquez? Voy a matar a ese hijo de puta - dije en voz alta tomando asiento correctamente sintiendo la hierva fresca bajo mis dedos, mire el pasto dándome cuenta que ya no estaba en el almacén abandonado del centro.
Yo no era ningún tonto sin embargo en este momento me sentía como el más grande de todos, tan desubicado como un cubo de Rubik recién desarmado.
- ¡Ja! - se bufo aquel joven - ¿De que carajo estas hablando maldito humano? será que ¿Finalmente el golpe en la cabeza fue tan fuerte que te has vuelto loco? O intentas escapar de tus pecados como el cobarde que eres seguro estas invocando a un ser mágico ¿Cierto? pero ni siquiera eso puedes hacer - escupió con desprecio.
Primero analice a la persona que hablaba frente a mí, era un joven de unos... ¿veintitantos? Oh, dios yo era pésimo adivinando edades pero eso sí, aquel hombre era mucho más joven que yo de eso no cabía duda y parecía que le gustaba mucho la palabra magia y eso me cabreo un poco.
- Y dale con tú puta magia - gruñí viendo al ñoño medieval apuntarme con su dedo como si fuera una pistola - Niño en serio, ni te topo, lárgate de mi vista si no quieres que le hable a tu mamá para que venga a recogerte - dije de mal humor concentrándome más en mi entorno.
- ¡Eres un maldito bastardo! - exclamó iracundo pintandose el rostro hasta las orejas de carmin, su potente voz rezono tan fuerte que incluso un miedo infantil amenazo con apuñalarme y entonces vi algo que me dejo estupefacto. De su dedo índice apareció lo que parecía una llama, un brillo singular, algo dentro de mis instintos de supervivencia (supongo yo) hizo que me moviera con rapidez y no esperara que ese destello me alcanzara, se escuchó como un estruendo pero en menor frecuencia, el ruido fue un rápido silbido y tuve que girar a ver, ahí donde yo había estado estaba carbonizado al igual que sus plantas en un circulo perfecto.
Esto no era un puto chiste ni una broma aquel Link pelirrojo iba armado.
No pude decir nada por la sorpresa, mire a mi alrededor para buscar ayuda pero las personas que habían ahí eran igual de extravagantes y extrañas que el sujeto que me atacaba. Bestias mitad humano, mas legolas extraños, enanos albinos, ¿hadas? ¿esa cosa femenina y alas en la cara era una puta hada? ¡Seguro me había golpeado la cabeza realmente fuerte durante esa persecución! incluso lo más normal que podía apreciar de esa multitud eran esos caballeros o lo que sea que fueren que me miraban como si yo fuera ya un hombre muerto.
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¡Desperte en el peor BL magico del mundo!
RandomAquiles Bedolla es un excelente agente ministerial, honesto, eficaz y con un alto grado de responsabilidad sin embargo un día es traicionado por su compañero y asesinado o eso es lo que él piensa pues cuando despierta descubre que esta en un mágico...