Cuarto Capítulo

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Capitulo 4
Un abrazo

Aquiles...

Aquiles...

Despierta.

Aquiles ¿Estás teniendo una pesadilla?

Aquiles... ¿Por qué lo hiciste?

Cuando abrí mis ojos escuchaba el repiqueteo de unas ruedas sobre el suelo. Miré el techo sin que aún me acostumbrará a la luz que se filtraban por las cortinas purpuras, encontrándome con un techo de madera.

- ugh... puta mierda - me quejé por lo bajo sintiendo un fuerte dolor en mi cabeza y la boca seca, de pronto me dio mucha sed - oh, dios... -

- Vaya con que al fin despiertas - escuche arriba de mi cabeza la voz de un hombre y me levante para verlo.

Nos encontrábamos en lo que parecía una basterna muy grande con paredes aterciopeladas de color vino y el suelo repleto de esponjosas cobijas y almohadones perfumados me servía en este instante de cama. El hombre que me hablaba estaba a fuera y cuando me escucho detuvo a sus caballos y entró para revisarme.

- ¿Cómo te sientes? - me pregunto pero yo estaba desconcertado de este nuevo personaje que extrañamente se me hacía familiar pero no sabía yo donde exatamente lo había visto antes - Descuida no te haré daño - aclaro con su gruesa pero amable voz.

Mis manos temblaban y no podía decir nada porque mi garganta estaba seca aún así de alguna manera no temblaba porque le tuviera miedo, todo lo contrario confiaba en él.

- bebe esto viejo, te hará sentir mejor - el hombre alto de piel morena con un turbante ocultando la mayoría de su cabello obscuro me hablo con suavidad.

De alguna manera tomé aquella cantimplora que me daba y vi que mis manos estaban vendadas, estaba sorprendido porque creí que después de la segunda sentencia habían quedado inutilizables.

- Me llamo Bleiz Volk Yayahuic soy un médico nómada, viajo con una caravana de hekas, somos más que nada comerciantes, en mi caso vendo medicinas, curo a mi gente y a algunos nobles que han escuchado de mí -

El sujeto enorme se presentaba conmigo tranquilamente mientras yo casi desesperado bebía absolutamente toda el agua de aquella cantimplora hasta la última gota como sí hubiera pasado los últimos años de mi vida sin probar tan desabrido pero único sabor.

- ¡Wooaaaa! Deliciosa - deje salir con mi voz ronca aliviado - muchas gracias, en verdad muchas gracias - repetí sintiendo que la vida volvía a mi.

- llámame Volk - aquel moreno sonrió y vi los colmillos que se asomaban de su perfecta dentadura, al verla recordé enseguida a los doce guardianes más exactamente a los que eran bestias y mi cuerpo tembló no supe yo que expresión habre hecho pero supongo que un autentico terror se reflejo en ella porque enseguida Bleiz se disculpo

- ¡Lo lamento tanto no quería asustarte! - se cubrió la sonrisa el moreno y pude notar ahora que sus uñas eran demasiado largas y estaban pintadas de negro - soy un hombre mitad bestia, la sangre que me predomina es la de los lobos pero no te preocupes no soy peligroso. No voy a hacerte daño... -

Negué con la cabeza intentando calmarme, hasta este momento este hombre o mejor dicho Bleiz Volk no me había lastimado ni gritado nada, no me había ofendido ni señalado o culpado de algún crimen.

- Perdóname tú - dije volviendo a controlar mis miedos - he despertado en tu coche, me he bebido tu agua y actuó como un estúpido. Perdóname por haberte preocupado, deja me presento mi nombre es Aquiles Bedolla y soy un agente de investigación criminal -

¡Desperte en el peor BL magico del mundo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora