Hermanos Gemelos (Gojo x Sukuna)

CAPÍTULO I

              UN NIÑO MALDITO

Una mujer lloraba en los brazos de su marido tras haber recibido la noticia de que uno de sus hijos había muerto en su vientre.
A pesar de que los médicos le recomendaban abortar por su propia seguridad, ella decidió seguir adelante con su embarazo, con la esperanza de que su otro hijo naciera sano.

Ya con siete meses de gestación tenía todo preparado aún ilusionada con el hecho de que sería madre.

Cuando estaban decidiendo el nombre después de muchas discusiones llegaron al acuerdo de ponerle yuuji.

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El día que estaba yendo a su última revisión antes del parto empezó a sentir que algo no estaba bien, tenia escalofríos y un miedo irracional a algo desconocido.
Mientras caminaba comenzó a sentir presión en su vientre, cuando noto un líquido recorrer su pierna solo pudo llorar, temiendo que fuese sangre y hubiese sufrido un aborto expontaneo como ya le habían advertido los doctores.

Miro hacia el suelo, primero desesperada y después algo más calmada, no era un aborto, estaba dando a luz; acababa de romper aguas. Claro que después de unos segundos reaccionó.

Llamó a una ambulancia que no tardo mucho en llegar, mientras que la subían en la camilla penso en la vida de su hijo que apenas tenía siete meses de desarollo por lo que tanto el como ella podrían morir.
Aun con eso en mente aguanto todo el dolor de las contracciones hasta llegar al hospital.

Cuando la instalaron en una habitación, para que dilatara lo suficiente, su marido llegó y trato de darle apoyo, se quedó a su lado todo el tiempo sin soltarle la mano ni un segundo.

Una enfermara de mediana edad entró para hacer el chequeo rutinario, cuando llegó el momento de la ecografia el silencio reino en la habitación.
Tras ver la cara de la enfermera la mujer preguntó si su hijo estaba bien, pero al ver que la anciana no contestó perdió los nervios.

- Malditasea, dígame que mi hijo está bien - las lágrimas amenazaban con salir, mientras su marido junto a ella apretaba más su mano diciéndole que todo estaba bien, que no se asustara - RESPONDA PORFABOR.

- señora..... - ambos dejaron de respirar, no podían perder también a Yuji, si eso pasaba morirían de tristeza. - Sus hijos están completamente sanos.
Demasiado en realidad. Según tengo entendido su estado era de alto riesgo y ya había perdido a uno se sus bebés. Pero en realidad ambos están bien y listos para nacer.

Se quedaron en blanco, todo este tiempo habían pesado que perdieron a uno de sus hijos, enterarse repentinamente de que estaban equivocados fue un remolino de emociones, ni siquiera habían pensado un nombre para la otra pequeña criatura, no tenían nada para ese pequeño regalo de dios.

- ¿Entonces voy a ser padre de dos niños? - la angustia fue sustituida por una sonrisa. Todo ese dolor que habían pasado los meses anteriores y la tristeza que habían sentido se desvaneció como si nunca hubiera existido.

- Si señor, va a ser padre de dos bellos varones. - ambos estaban felices pero aún había dudas y desconfianza por lo sucedido.

- ¿pero entonces porque nos dijeron que uno de los bebés había muerto? incluso me recomendaron abortar, si realmente lo hubiera hecho los habría perdido a los dos, no puedo creer que hayan tenido tal negligencia médica. - la enfermera la miró avergonzada, sabiendo que lo que la mujer decía era totalmente cierto.

- No trato de escusar el hecho de que hayamos dado un diagnóstico erróneo, pero hay muchas causas por las que esto a podido suceder, una de ellas podría ser la poca experiencia de quien la haya atendido, pero cosas como el calibrado de las máquinas también es un factor a tener en cuenta. Sin embargo, lo que le ha sucedido definitivamente es imperdonable, no puedo imaginar el dolor por el que han tenido que pasar y comprendería que tomarán represarias contra el hospital.