erótica velada

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Su cuerpo junto al mío era lo único que quería por las noches,
no sexo ni reproches aunque no me quejaba de ese acto llamado paraíso

Perdía los pensamientos y el estrés de cada beso que dejaba en mi piel, no sabía ni como hablar pero la comunicación no faltaba en aquél vals

por mi mente rondaban palabras para nuevos poemas, para nuevas baladas, si no fue suficiente desperté de la razón
Y te Vi ahí haciéndome el amor...


Atte Josephine

El infierno y el cielo en papel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora