el pueblo maldito por los vivos

3

tuneles y revelaciones

-¿Estas bien?- susurro alejandro, su aliento a menta rozando mi mejilla.

El contacto de nuestros cuerpos era inevitablemente cercano, y aunque deberia estar alerta por lo que sucedia en la calle, mi mente estaba completamente absorta en su presencia. Solo pude murmurar un debul: 

-Ujumm.

sent su mirada clavada en mi, escudriñandome en la oscuridad para saber si era verdad lo que decia, senti el calor esparcirse por mis mejillas, agradeciendo la oscuridad de las alcantarillas lo escondieran. Mis pies tocaron el suelo pero, la mezcla entre la adrenalina y la inexplicable calidez que su cercania expandia en mi pecho me dejaron tambaliante. Habia algo en el que despertaba una confianza irracional, como si lo conociera desde siempre.

El olor a humedad imppregnaba el aire, aunque resultaba menois desagradable de lo que imagine para ser una alcantarilla, eso sumado a la oscurdidad generaban nvestigios de panico en mi ser que eran rapidamente desechados por el coctel emocional de los sucesos recien vividos. 

-debemos avanzar, señorita- murmuro alejandro, mientras los rastros del eco de las cadenas se disipaba en la lejania.

-¿Donde estamos?- pregunte, encendiendo la linterna del celular para inspeccionar el lugar. Lo que vi me dejo perpleja: las paredes de piedra antigua oscura cubierta de hermosas pinturas rupertres con suelos de formas irregulares, y ls marvillosa energia que desprende cada centimetro de este lugar. -Esto no parece una alcantarilla. Aunque claro, nunca habia estado en una, las imaginaba llenas de aguas negras, olores nauseabundos y ratas... cosas menos impresionantes.

- Son lo que quedo de nuestros antepasados, son las ruinas de el pueblo que le dio su nombre a tabarthu, mucho antes de la colonizacion española- comento casualmente, como si fuera su vida cotidiana desenterrar ruinas, encogiendose de hombros con un aire de tranquilidad persistente.

me gire bruscamente para mirarlo a los ojos, iluminandolo con mi celular, como si de un interrogatorio se tratase aunque tuviera que ponerme de puntillas para alumbrarlo bien y con la voz mas firme que tengo pregunte:

-¿Como monda sabes la entrada a los tuneles de una sociedad prehispanica?-

- Es una larga historia- respondio esquivando mi interrogatorio y mi mirada expentante, como si fuera un gatito jugueton buscando respuestas. camine de tras de el con una intriga inmensa en mi interior, pude notar los raastros de un tatuaje asomarse detras del cuello de su camiseta negra y entre  su cabello rizado recogido en un moño mal amarrado.

-¿podrias resumirla?- pregunte, endulzando mi tono mientras el los tuneles se dividian en tres caminos para escoger -¿por favor?

-puedo intentarlo, preguntona- respondio con un dejo de sarcasmo que me hizo sonreir. miro su celular y avanzo con paso firm e hacia el tercer tunel, el de la derecha. pasando despreocupadamente sobre un craneo humano preciosamente conservado, dandome a entender que ha visto tanros que es para el cotidiano.

-Los indigenas de esta zona- comenzo a explicar- construyeron una red de tuneles para defenderse de otras tribus, logrando con ellas construir un gran imperio, cuando los colonizadores llegaron,  la tribu de tabarthu trato de repelerlos como a otros enemigos, pero no lo lograron. los españoles se adueñaron de latinoamerica y los tuneles llenos de siglos de conocimientos tubarthuenses pasaron a ser un lugar de almacenamiento, de torturas e incluso un calabozo. 

yo lo escuchaba en silencio, analizando la manera tan tranquila de contar la historia de su propio pueblo.

- mas tarde, durante las campañas de liberacion de america los esclavos derribaron gran parte de las redes de tuneles, dejando a los amos morir a manos de los libertadores, aunque varios de los tuneles sobrevivieron a estas guerras y al paso de los años no todos son seguros, un buen amigo casi muere explorando uno de ellos. asi que solo nos mantenemos en los tuneles que sabemos estan en buenestado.

- Vaya qye este pueblo tiene muchisima historia, que interenante- comente deteniendome anre un pequeño collar abandonado en el suelo, cubierto de polvo y piedras y aun unido al cuello de su dueño, el pequeño dije con forma de moneda brillaba con la luz de mi linterna- Y yo que pensaba que estepueblo seria aburrido.

- no te quedes atras, señorita- ordeno con vos firme y yo me apresure a tomar el collar e ir a su encuentro- Y si, este lugar es aburrido... cuendo te acostumbras a sus suceros claro esta.

doblamos a la izquierda en total silencio, nadie dijo una palabra mas el resto del camino, unois 30 minutos despues estabamos en un callejon que tenia una escalera de pita que gindaba de una de esas escotillas, como por la que habiamos entrado. el la tomo casualmente e hizo un ademan para que la sujetara.

me aserque con mucho recelo y comente- esa madre parece que se va a romper 

- para eso la vas a sostener ¿no crees?- respondio, con un tono de burla inescondible en su voz.

antes de que pudieramos seguir la conversacion escuche un sonido ensordecedor proveniente de arriba, el grito escapo involunto de mis entrañas y senti el panico de haber sido descubiertas por el ente que pasean por el pueblo. 

-che, ¿te vas a asustar ahora?- pregunto una voz masculina y perezosa desde arriba de nosotros- tranquila que soy humano.

un muchacho de cabello liso y ojeroso nos miraba desde el lugar por el que teniamos que salir. alejandro me empujo suavemente para que empezara a subir por esa trampa mortal, y milagrosamente logre arrastrarme hasta la tapa de drenaje que esconde la entrada de los tuneles, en dos segundos alejandro estaba arriba con nosotros, y mientras cerraban el tunel yo examinaba mi entorno. 

-¿Quien es esta lea?- pregunto, sus ojos despresndian sagacidad  y malica, como si pudiese atravezar tu cerebro con su mirada y saber cualquier cosa acerca de ti. comop si ninguna defensa fuera suficiente para destrerrar su precencia de tu aura.

- ella es ana maria. se mudo hace poco a este infierno- respondio alejandro con un tono muy distinto al que me habia dedicado esta noche.

El escrutinio del desconocido era intenso, casi tangible. en su mirada corrian preguntas, suposicione sy tal vez.. algo mas, era como si supiera exactamente quien soy o mas bien lo que intennto negar que soy.

-joa.. mani.. cule de bienvenida apropiada- dijo con ironia - es apropiada para alguien como ella.

alejandro intento disipar la tension y yo me limite a observarlos, esperando que esta noche no terminara peor de lo que empezo.