¿Están coqueteando?

Celos

Al sentarse toma el menú que la mesera le ofrece, agradece por cortesía y muestra su típica sonrisa en blanco sólo con eso ella se exalta y, de forma nerviosa, se aleja. Ríe divertido por la escena, la gente es demasiado simple. Mientras revisa el menú escucha a Sakura murmurar algo sobre los precios y a Nirei contestarle, luego el rubio se dirige a él.

—¿Qué vas a pedir, Suou?

—No sé, ¿tienes alguna sugerencia? —dice volteando a su derecha, un fuerte latido dispara su corazón al ver el rostro de su compañero tan cerca. No lo sintió acercarse, culpa a su ojo tapado y no a su comodidad y confianza en el otro.

—Sé que prefieres el té, pero deberías probar estos batidos; son nutritivos y no tienen azúcar —sugiere Nirei mientras se asoma para mirar y señalar el menú de Suou a pesar de tener el suyo propio, hay un momento de silencio donde nota la intensa mirada sobre él, levanta la cabeza y parpadea en confusión—. Suou, ¿pasa algo?

—Pecas. Lindo —dice al tiempo que toca con un dedo la nariz del rubio.

—¡¿Qué?! ¿Qué? —exclama sorprendido, va hacia atrás con tanta fuerza que termina deslizando un poco su propia silla—. ¿Por qué dices eso? No es… no es así. Estas manchas en mi cara son extrañas y a nadie le gusta. Definitivamente no lindas.

—Tienes problemas con los elogios, Nirei. ¿Te estás menospreciando? —habla en un tono preocupado y un semblante serio.

—No, no, sólo es vergonzoso.

—Ya…

Ambos mantienen la mirada del otro hasta que son interrumpidos por la camarera que anota sus pedidos y se retira. Sentado frente a sus amigos está Sakura observando con mala cara a cada uno.

—Ustedes están haciendo eso de nuevo —comenta esperando no ser entrometido.

—¿Qué cosa? —preguntan ambos chicos a la vez e intercambian una mirada de sorpresa, entonces Suou cierra el ojo y sonríe, como respuesta un nervioso Nirei se encoge en su asiento y desvía la mirada.

—Esto —señala Sakura cada vez más molesto—, dicen cosas extrañas y luego actúan incómodos. Es molesto, ¿están peleados o algo así?

—No estamos peleados —asegura Nirei nervioso y sorprendido por las palabras de su amigo, no había pensado en su actitud ¿qué tan raro es para que Sakura lo note? ¿Acaso él está haciendo eso de nuevo? No. No puede. No con Suou. Un miedo recorre todo su cuerpo y desemboca en una angustia que se muestra en toda su cara.

Suou ve esa última expresión en su rubio amigo y un instinto protector sale a flote, observa a Sakura que está a punto de decir algo.

—¿Así es como se ve? Debe ser molesto para ti, pero no te preocupes, Sakura, pronto dejaremos de ser incómodos —dice Suou con su típica expresión agradable para al final volverse serio y mostrar una mirada filosa a su amigo.

—¿Qué? ¿Por qué me miras así? —ataca Sakura cada vez más molesto. Está un poco intimidado, pero eso nunca admitirá.

Nirei mira entre ambos sin saber que decir, hasta que Suou vuelve a su habitual expresión alegre y dice:

—Nada, eres demasiado observador si fueras así en clases te iría muy bien en los exámenes.

—¿Qué quieres decir? ¡Tengo buenas notas!

—Eso no fue lo que dijo el profesor.

—Fue un desliz, no volverá a pasar.

—No peleen —interviene Nirei—. Además, Sakura dijo que se esforzaría.

La camarera escoge ese momento para traer los pedidos y cuando se aleja Suou nota un papel a un lado de su batido, piensa que a la chica se le habrá caído pero cuando lo desdobla no puede evitar sorprenderse, hace una mueca y reprime una carcajada. Un número de teléfono y un nombre. Que valiente. Nirei a su lado lo nota y se exalta avergonzado, Sakura pregunta curioso y también se sonroja al entender.

—Ustedes son fáciles de avergonzar.

—Tú estas demasiado tranquilo —regaña Sakura cada vez más avergonzado.

—¿Vas a llamarla? Ella es linda —susurra Nirei a pesar de que el lugar es amplio y suena una tranquila música que amortigua cualquier conversación.

Con semblante serio, casi enojado, Suou mira al rubio y luego arruga el papel en un bollo.

—No lo creo.

Ambos amigos se exaltan de nuevo y preguntan por la negativa de Suou, pero este cambia de tema dejando atrás las preguntas.