¿Están coqueteando?

El festival de verano es colorido y brillante. Sakura nunca ha ido a uno con sus amigos y está emocionado de participar esta vez. Sonríe al verlos en la entrada, tres de ellos llevan la vestimenta tradicional para estos festivales, yukatas, vestir de esa forma no es lo suyo y sus amigos lo saben por eso no se sorprende cuando un haori es colocado sobre sus hombros, observa la fina tela y no encuentra rechazo al verlo; una mitad blanca y otra negra, cada manga decorada con un gran dibujo Yin y Yang, así como en la espalda. Bastante genial de hecho.

—¿Por qué…?

—Es un regalo de parte nuestra —interrumpe Nirei señalando al otro integrante que no está vestido de forma tradicional: Suou, lleva su típico estilo chino y sobre sus hombros descansa un haori negro con un gran dragón japonés blanco en la espalda y en las mangas.

—Gracias —dice Sakura mirando a ambos chicos, estos responden con una sonrisa. Pasa los brazos por las mangas, espera no pasar mucho calor. Para su sorpresa recibe miradas satisfechas de parte de sus amigos. Ellos debían pensar que rechazaría utilizar el regalo, no es así, está intentando tener menos vergüenza y esto debe demostrarlo. Aún así se sonroja, las miradas brillantes sobre él tienen un peso en el corazón.

Entran al festival.

Suou y Nirei juegan en los primeros tres puestos, luego optan por compartir un plato de dangos y observar a sus amigos, hay verdadera competencia entre Tsugeura y Sakura, ellos se divierten de esa manera. Por su parte, Kiryuu prefiere tomárselo con calma, pero de igual forma termina arrastrado en esa absurda competencia. Acalorados deciden tomarse un descanso. Todos caminan hacia un puesto de helados, la pareja encabeza la fila y justo detrás está Sakura, no puede evitar sonrojarse al verlos tomarse de la mano e intercambiar una alegre sonrisa. Aún se siente avergonzado viéndolos ser una pareja, pero no es incómodo ni raro.

Agarra el vaso y paga su helado, luego avanza hacia la mesa donde sus amigos esperan. Come con grandes cucharadas, pero el frío del dulce hielo entumece su lengua con rapidez, maldice y las risas no se hacen esperar. Opta por comer lento mientras observa a Suou extender una cucharada de su helado a Nirei, avergonzado el rubio duda unos segundos y luego acepta ser alimentado. También nota que Kiryuu y Tsugeura están mucho más acostumbrados a estas interacciones que él, no reaccionan en lo más mínimo siguiendo con la plática como si nada. Esto le gusta. Un cálido sentimiento invade el pecho de Sakura, ellos están coqueteando, frente a él sin miedo o vergüenza y eso lo llena de alivio, suspira contento de ver lo cómodo y en confianza que se sienten sus amigos. Todavía Nirei manda una mirada preocupada a su dirección, pero él lo despacha con una sonrisa.

Juegan en otros dos puestos y pierden por falta de paciencia. Malditos peces. Entonces el hambre les invade, comprueban que la comida que obtuvieron como premio sea suficiente y compran algunos refrescos antes de instalarse en un buen lugar para ver los fuegos artificiales.

En medio del espectáculo Suou se levanta y extiende la mano hacia Nirei, que no tarda nada en aceptar la invitación, en silencio caminan hacia el frondoso bosque sin adentrarse mucho en él.

—¿Dónde van? El baño no es por ahí —habla Tsugeura viendo a la pareja alejarse.

—Van a besuquearse —comenta Kiryuu como si nada, es obvio para él.

Ante esas palabras Sakura casi se ahoga con su refresco, tose y lucha contra la imagen mental. Son sus mejores amigos, no puede pensar en eso es muy vergonzoso. En este caso debe agradecer que ellos decidan expresar su amor en privado, siente que podría sufrir un infarto si ve algo así. Jodido corazón sensible. Apoya el frío refresco contra su caliente mejilla.

Han terminado los fuegos artificiales para cuando la pareja vuelve, los demás están juntando la basura, nadie comenta ni pregunta nada. Sin embargo, de camino a un contenedor, Kiryuu no puede evitar hacer una pequeña broma.

—Ustedes se divirtieron allá o eso da a entender las manchas en el cuello de Nirei.

En automático todos atacan con la mirada al cuello del rubio, quien avergonzado no puede más que enrojecer y tapar con ambas manos su cuello para luego hacerse bolita en el suelo.

—No hay nada ahí —asegura Tsugeura a pesar de que tuvo un rápido vistazo.

—¡No hay! ¡Deja de decir tonterías! —regaña Sakura avergonzado.

—Mi error —sonríe el de cabellos rosados alejándose, de inmediato es perseguido por un “enojado” Nirei, que toma sus hombros para sacudirlo en un intento de regaño. Kiryuu sonríe y palmea con cariño la cabeza del avergonzado rubio.

—Recordaré este día, fue muy divertido —comenta Suou caminando a la par de sus otros dos amigos.

—Así es, lástima que no obtuvimos más que comida como premio en los juegos —lamenta Tsugeura—. Me hubiera gustado tener un recuerdo.

—Podemos tomarnos una foto —sugiere Sakura estirando los brazos con cansancio.

De un grito llaman a los otros dos adelantados y en segundos se ven posando para unas cuantas fotos. Quedando en medio, Sakura se siente sofocado. Justo en la última captura voltea a un costado para escapar, es ahí cuando lo nota: una circular y extraña marca roja en el cuello de Suou situada debajo de su oreja y siendo camuflada por sus largos aros. De no ser por esta cercanía no lo hubiera visto.

No puede ser.

De inmediato las palabras en broma de Kiryuu vienen a su mente.

¡Desvergonzados!

Rojo hasta las orejas se aleja y camina a la salida mientras con voz temblorosa se despide de sus amigos, evita con éxito que vean su cara, no quiere ser interrogado ¿cómo explica la razón de su vergüenza? Esto es demasiado.

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¿Qué te pareció? Yo ame escribir todo esto, amo a estos chicos.