Rhaenyra Targaryen×Aemond Targaryen

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Me dirigía a mi habitación después de haber estado un rato con Helaena junto a nuestras dragonas. Estaba cansada, tenía ganas de darme una ducha.
Al doblar la esquina del pasillo de mi habitación me choqué con un fuerte pecho, levanté un poco la cabeza y me encontré con los ojos de Aemond.
-Lo siento-. Murmuré, él no dijo nada y siguió con su camino. Desde hace unos años nuestras relación se había enfriado, no sabía por qué.
Entré en mi habitación y rápidamente empecé a tomar un relajante baño, sumida en mis pensamientos.
Sabía que mi padre y Alicent estaban pensando en comprometer a Aegon con Helaena, los había escuchar hablar de eso, ya era hora pues ambos tenían 22 y 21 años respectivamente. También estaban pensando en comprometerme con Aemond, para mantener la sangre de dragón que corría por nuestras venas pura.
No me disgustaba la idea de casarme con Aemond, era bastante atractivo. El problema era que él no estaba interesado en mi para nada. Suspiré saliendo de la bañera, sequé mi cuerpo y me puse un vestido cómodo, ese día no iba a salir más de mi habitación.
A la mañana siguiente me dirigí hacia la habitación de Aegon, me gustaba hablar con él, aunque fuera dos años menor que yo daba buenos consejos. Yo era la mayor de todos, cuando tenía dos años mi madre murió en un parto y padre se casó con Alicent,ella se había encargado de cuidarme como su propia hija, Helena era tres años menor que yo, Aemond cuatro.
Antes de entrar toqué la puerta. Él aun estaba acostado, dirigió su mirada hacia mi.
-Buenos días Rhae-. Me dijo sonriendo. Le sonreí y me acerqué a él sentándome a su lado.
-¿Qué ocurre? -. Me preguntó al ver mi cara. Le conté sobre la conversación que había escuchado de nuestros padres, él sonrió, amaba a Helaena.
-¿Y te disgusta la idea?-. Me preguntó confundido.
-No, no es eso.
-¿Entonces?
-Es obvio que no le intereso a Aemond, desde hace unos años me evita-. Le dije suspirando, él se río de mis palabras.
-Oh no te enfades-. Me dijo agarrándome de la mano cuando vio que me iba a ir. Iba a decir algo cuando la puerta se abrió, era Aemond. Intenté soltarme de la mano de Aegon, pero él no me soltó, Aemond nos miraba fríamente.
-Madre quiere hablar contigo-. Le dijo a Aegon para luego irse sin antes echar una mirada a nuestras manos juntas.
-¿Has visto?, está celoso.
-¿Celoso? -. Le pregunté sorprendida.
-Oh mi querida Rhae, eres muy inocente-. Me dijo.
-Pero si desde hace un tiempo me evita, no entiendo cómo le puedo atraer-. Repliqué.
-Aemond no se ha alejado de tí porque no le interesas-. Me dijo. Le miré confundida, "Entonces por qué", pensé.
-Se empezó a alejar cuando empezó a verte como una mujer.
-Pero, ¿Eso por qué?
-Porque le empezaste a atraer y para no sucumbir se alejó-. Me dijo el rubio, después me dejó sola en su habitación, yo me quedé ahí un buen rato pensando. Después decidí ir un rato a ver a Syrax, me gustaba pasar tiempo con ella.
Al llegar pude ver cómo Aemond estaba montado en Vhagar, parecía que había vuelto de dar una vuelta, me acerqué a ellos.
-Hola hermano-. Saludé a Aemond cuando este bajo de la vieja dragona, este me miró y movió la cabeza a modo de saludo, después se fue y me dejó ahí sola, me estaba empezando a mosquear que pasara de mi.
Esa tarde fue a hablar con Alicent, siempre que necesitaba consejo iba con ella.
-Alicent-. Dije entrando a su habitación después de que el guardia me abriera la puerta, ella se encontraba sentada leyendo un libro.
-Hola Rhae-. Sonrió al verme, dejando el libro al lado, me senté a su lado.
-¿Pasa algo?-. Me preguntó mirándome curiosa.
-¿ Que se hace para atraer a un chico? -. Terminé preguntándole sonrojada hasta las orejas.
-¿ Te gusta alguien? -. Preguntó entusiasmada.
-Aemond-. Terminé confesando bajando la cabeza.
-Oh cariño, eso es estupendo-. Dijo ella agarrándome de las manos.
-Aunque yo pienso que no le atraigo-. Le dije a la morena.
-Aegon dice que estoy equivocada-. Añadí mirándola.
-Tiene razon-. Me dijo, yo la miré confundida.
-Aemond siempre tiene los ojos puestos en tí, eres demasiado inocente para darte cuenta-. Me dijo sonriendo.
-¿Entonces porque se aleja y me evita?
-Yo creo que piensa que no le gustas y por eso mantiene la distancia, no quiere incomodarte.
-Si gustas yo puedo ayudarte a que se acerque a ti-. Añadió la morena mirándome con una sonrisa maliciosa.
-¿Cómo? -. Le pregunté curiosa, durante toda esa tarde me dio consejos de como llamar su atención y hacer que se terminara acercando.
-Mañana para la comida te vas a poner un vestido que te llevará una de mis doncellas-. Terminó diciéndome Alicent, yo asentí y antes de irme le di un abrazo.
Esa noche no dormí casi nada, estaba muy emocionada por mañana.
Al día siguiente me desperté bastante tarde, casi era la hora de comer, rápidamente me levanté y vi un vestido apoyado en el tocador.
Lo agarré y me lo puse, al verme delante del espejo no me reconocí, el vestido se amoldaba perfectamente a mi cuerpo resaltando mi cintura. Además tenía la parte de los pechos era bastante ajustada, lo que hacía que estos se marcarán más.
Nerviosa salí de mi habitación y me dirigí hacía el salón, durante el recorrido noté la vista de varios guardias encima mio, eso hizo que ganara confianza en mi misma.
Al entrar pude ver como todos estaban ya sentados en la mesa, el único hueco libre estaba enfrente de Aemond y entre Aegon y Helaena, me dirigí hacía ahí, noté la mirada de todos encima mío. Alicent y padre me veían orgullosos, Aegon y Helaena divertidos.
Mientras me sentaba dirigí mi vista hacía Aemond, pude apreciar como sus pupilas se había dilatado, lo miré a los ojos y por primera vez no fui la primera en apartar la vista, sonreí.
Durante una semana entera estuve usando ese tipo de vestidos, de vez en cuando algún guardia atrevido soltaba algún cumplido haciendo que me sonrojada. Además, Aemond había empezado a acercarse más a mi, de vez en cuando aparecía por el jardín donde yo siempre me encontraba leyendo y me saludaba.
Hoy era bastante temprano, me encontraba vestida con mis ropas de montar, me dirigí hacía donde estaba Syrax, cuando llegué ella me recibió contenta. Sin embargo, de repente bufó a alguien detrás mío, me giré y pude ver a Aemond con sus ropas de montar, se veía increíble.
-Hola Rhae-. Saludó acercándose hacía mi, yo lo miré sorprendida, era la primera vez que me llamaba así.
-¿Quieres venir conmigo en Vhagar? -. Me preguntó sorprendiéndome, yo emocionada asentí con la cabeza y después de despedirme de Syrax fuimos hacía donde se encontraba la dragona más grande.
Al estar enfrente de Vhagar me sentí un poco nerviosa, aunque ella me dejó acariciarla.
Aemond me ayudó a subir y después se subió detrás mía, agarró las cuerdas de la montura e hizo que Vhagar subiera, se me escapó un grito de la emoción y me agarré a la montura.
-Tranquila-. Me dijo Aemond en el oído, pasando una de sus manos por mi cintura. Al cabo de un rato pude relajarme y disfrutar, durante un rato Aemond me dejó el llevar el control.
Estuvimos un buen rato volando hasta que volvimos, al bajar de Vhagar casi me caigo al suelo pero Aemond rápidamente me agarró de la cintura evitandolo.
-Gracias-. Le dije mirándolo a los ojos, nuestros rostros estaban muy cerca, pude notar como el dirigió por un instante su miraba a mis labios.
Ese día en la comida no paramos de echarnos miradas todo el rato, hasta Aegon se dio cuenta.
-Ya me contarás-. Me dijo parándome antes de que me fuera a mi habitación, yo me sonrojé levemente, pude escuchar como Aemond soltó un bufido al vernos así de juntos.
Por la tarde decidí darme un baño relajante, una vez llenada la bañera me metí y estuve ahí un buen rato, después salí y me puse un fino vestido, ya no iba a salir más por hoy.
Estaba leyendo en mi casa cuando unos golpes en la puerta me interrumpieron, extrañada me acerqué a la puerta y la abrí, era Aemond.
-Pasa-. Le dije apartándome, él me hizo caso y entró, cerré la puerta. Yo me volví a dirigir a la cama y me senté en ella, pude notar la penetrante mirada de Aemond en mi.
-¿Pasa algo? -. Le pregunté finalmente mirándolo a los ojos, pude ver cómo apretó la mandíbula y se acercó a mi.
-Levanta-. Exigió mirándome fijamente, yo le hice caso. Lo siguiente que noté fue mi espalda chocando con la pared más cercana y a él acorralándome, dirigió su cabeza a mi cuello y se quedó un momento quieto.
-Llevas una semana entera provocándome-. Me dijo al oído agarrando fuertemente mi cintura y pegándome más a él, reprimí un gemido.
-¿No vas a decir nada? -. Dijo está vez mirándome a los ojos, lo único que pude hacer en ese momento fue juntar nuestros labios en un beso, pensé que me iba a apartar pero rápidamente me lo devolvió, ambos nos separamos con la respiración agitada y nos volvimos a mirar. Aemond me agarró de las piernas e hizo que rodeara su cintura con ellas, provocando un mayor roce entre nuestros sexos.
Después se dirigió a la cama y me tumbó en ella para ponerse a dejar besos a lo largo de mi cuello, impaciente quitó mi vestido haciendo que quedará tan sólo en bragas.
-Eres hermosa-. Dijo mientras dirigía su rostro hacía mi pecho y empezaba a jugar con mis pezones, yo no pude evitar soltar varios gemidos.
-Aemond-. Gemí fuertemente cuando dirigió su rostro hacía mi parte más privada, hizo que abriera mis piernas y me despojó de la última prenda que cubría mi cuerpo.
Después pude notar su lengua en mi centro, por acto reflejo intenté cerrar las piernas pero sus manos agarraron mis muslos y empezó a chupar mi centro sin ningún pudor, yo no podía más, era la primera vez que sentía tanto deseo.
Dirigí mi mano a su larga cabello e hice que fuera más rápido.
-Me encantas-. Dijo separándose un momento de mi, mirándome a los ojos. Después siguió con su labor hasta que finalmente no pude aguantar más y terminé viniéndome en su rostro. Él se apartó y me volvió a dar un beso en la boca, yo dirigí mis manos hacía su parte interior pero fui detenida por él, lo miré extrañada.
-Otro día-. Me dijo al oído mientras se tumbada a mi lado y me tapaba con la sábana abrazándome por la cintura, intenté replicar pero rápidamente me quedé dormida a causa de todo el cansancio que tenía en el cuerpo, hoy había tenido demasiadas emociones.

.....

Hola! Dejo esto por aquí y me voy.

Lo más probable que el siguiente sea Rhae × Aegon! 🤭

Por cierto, si quieres la continuación de alguno me lo podéis decir!

La casa del dragón[One shots]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora