Declaraciones

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Bakugou se encuentra caminando por los pasillos de la U.A. en busca de su amigo de la infancia.
Midoriya se encuentra sentado en la sala de estar esperando por él.
Los demás estudiantes se encuentran en sus habitaciones, pues son altas horas de la noche y la mayoría se encuentran dormidos.
A Midoriya le llegó un mensaje de su amigo Bakugou pidiendo reunirse con él esa misma noche, por eso seguía despierto.

- Deku - habló a lo lejos Bakugou mientras se acercaba a donde se encontraba Midoriya.

- ¡Kacchan! - se levantó rápidamente al escuchar la voz de Bakugou y se giró a verlo.

- No grites, es muy tarde y vas a despertar a los demás.

- Tienes razón, lo siento - agachó la cabeza apenado.

Bakugou llegó hasta donde estaba Midoriya y soltó un suspiro.
Ambos estaban ya en pijama, y Bakugou parecía algo nervioso.
Midoriya notó el comportamiento de su amigo y al momento pensó que le diría algo bastante grave, por lo que se puso nervioso también.

- ¿Qué pasa Kacchan? ¿Para qué me llamaste? - preguntó mirando a Bakugou algo nervioso por lo que le fuese a decir.

Bakugou guardó silencio un momento desviando la mirada hacia la enorme ventana del lugar.
Volvió la mirada a su contrario y le señaló hacia la salida con un movimiento de cabeza.

- Vamos afuera.

Midoriya se preocupó notando el comportamiento tan extraño de Bakugou.
No habían hablado desde hace un tiempo, habían estado consumidos por el entrenamiento que habían hecho y los trabajos con Endeavor.
Se preguntaba qué era lo que le querría decir, y qué tan importante o grave era como para hacer actuar de manera tan misteriosa y pacífica a la vez a Bakugou.
Mientras caminaban hacia afuera Midoriya caminaba detrás de Bakugou mirando su espalda con sutileza pensando miles de posibilidades.
Cuando llegaron a la parte de fuera Bakugou se detuvo en algún punto y miró hacia el cielo.

- ¿Kacchan? - preguntó por su amigo en voz baja.

Bakugou se giró hacia el chico peli-verde con una mirada profunda y decidida.

- Deku, hay algo que debes saber - habló con cierta dificultad, pero tenía seguridad a su vez.

Midoriya tomó postura recta esperando aquello que le diría Bakugou esperando que fuese algo probablemente malo.
La mirada de Bakugou se llenó con cierto brillo mientras miraba directamente hacia los ojos de Midoriya; sus mejillas se volvieron de cierto color rojizo y su pulso se aceleró.

- ¿Está todo bien, Kacchan? Pareces algo... nervioso.

En un de repente, Bakugou se acercó a Midoriya, tomando su mentón y levantándolo hacia su rostro logrando sentir la respiración de cada uno mutuamente.
Midoriya fue invadido por los nervios y se ruborizó, alterando su cuerpo y haciendo que temblara un cuerpo con el pulso rápido.
Bakugou no dijo ni una sola palabra ni dió tiempo de reaccionar a Midoriya, cuando menos lo habían notado, sus labios estaban unidos.
Bakugou cerró sus ojos frunciendo un poco el ceño, mientras que Midoriya al principio sorprendido, cerró lentamente los ojos correspondiendo aquél beso tan dulce.
Sus labios eran suaves y el beso fue conmovedor y duradero.
El brillo de la luna invadía el lugar formando un ambiente romántico con el aire moviendo los cabellos de ambos mientras sus labios hablaban por sí mismos diciéndose los sentimientos que sentían mutuamente desde hacia ya muchísimo tiempo.
Finalmente fueron separados sus labios, manteniendo sus rostros cerca, ambos abrieron sus ojos lentamente y se miraron fijamente.
Midoriya estaba mucho más nervioso que Bakugou, o al menos así parecía ser a simple vista.

- K-K-Kacc-han... - pronunció nervioso el nombre del cenizo mientras se miraban, sosteniendo así mismo el cuerpo del contrario por los hombros con un agarre fuerte y tembloroso - Y-yo... ¿Era eso?..

- Nuestros labios ya hablaron por cuenta propia, Deku.

Bakugou dirigió una reconfortante sonrisa hacia Midoriya, mientras que éste aún con el pulso alterado, volvió a hablar.

- Quiero escucharlo, para estar seguro de que...

- Quiero estar contigo Deku - confirmó con firmeza lo que el contrario quería oír sin apartarle la mirada.

Midoriya sorprendido, quedó un momento en silencio y luego sonrió cerrando sus ojos y abrazando a Bakugou con emoción.

- Yo también.

Bakugou correspondió el abrazo de Midoriya, sujetándolo con cariño.
Permanecieron un momento así sin decir nada, escuchando el aire moviendo las hojas de los árboles acompañado de la melodía de sus corazones palpitando aceleradamente y conmocionados por aquél momento.

- ¿Desde hace cuanto dejaste de odiarme? - preguntó intrigado el peli-verde.

- Nunca te odié... O tal vez si, porque nunca he podido aceptar lo que me haces sentir.

Midoriya levantó la mirada hacia Bakugou sin separarse de él.
Sabía que él jamás aceptaría algún tipo de sentimiento de amor o cariño, le costaba creer que lo hubiera hecho, y mucho más si era hacia él.

- Yo recién los acabo de descubrir - admitió, haciendo que Bakugou bajara la mirada hacia la suya con sorpresa.

- ¿Qué? ¿Enserio? Pff, yo no los admitía, pero no por eso quiere decir que no los distinguiera. Eres ridículamente inocente, Deku.

Ambos rieron con ternura; parecían tal cual una pareja llena de amor.
Pasaron un momento juntos, hablando sobre cómo habían llegado a ese momento y esos sentimientos.
Discutieron y debatieron durante buen rato el tema, con risas de por medio, mientras estaban sentados observando juntos el brillo de la luna y las estrellas destellar.
Después de un rato, ambos se despidieron con un beso apasionado, esperando que al despertar ese momento no fuera sólo un sueño, finalmente marchándose cada uno a su habitación con miles de sentimientos encontrados.

Presión Social (BakuDeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora