No todo sería felicidad

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El silencio invadía el lugar con un sentimiento de intensidad agravado.
Todas aquellas expresiones bromeadoras se tornaron en rostros serios, miradas dirigidas hacia la pareja del peli-verde y el cenizo.
Cuando todo empezaba a volverse aún más tenso, Bakugou tomó aire y habló rompiendo el silencio.

- No es una broma, de verdad estamos saliendo - pronunció con firmeza mientras observaba a todos y escondía un poco a Midoriya detrás suyo en modo de defensa.

- ¿Están hablando en serio? - preguntó Kirishima, quien iba llegando a la compañía de los otros mientras tomaba por el hombro a Uraraka.

- ¿Por qué bromearíamos con eso?

En los ojos de Uraraka se acumularon un par de lágrimas tras darse cuenta de la realidad, que Midoriya, la persona a quien amaba, estaba saliendo con alguien más.
Las chicas la miraron con tristeza, más sin embargo se levantaron rápidamente y con amabilidad les dejaron en claro a Bakugou y Midoriya que no los juzgarían, al contrario de eso, los apoyaban.

- Yo... Estoy feliz por ustedes - dijo Uraraka formando una sonrisa leve en su rostro. Jamás se opondría a la felicidad de los demás, y sabía que su relación con Midoriya no cambiaría.

Los demás reaccionaron de la misma manera, alegrándose por los chicos y felicitándolos.
La intensidad se rompería y Midoriya se levantaría con alegría, un brillo de emoción en sus ojos.

- ¡Kacchan, todo salió bien! - le dijo con felicidad al cenizo mientras le daba la mano para levantarse.

Bakugou tomaría la mano del contrario y se levantaría dejando salir un suspiro y sonriendo un poco para sus adentros.
Por algún motivo, a pesar de que todos estaban felices y había salido todo muy bien, él sentía un sabor agrio en todo el asunto.
El mal presentimiento que tenía no le permitió celebrar como le hubiese gustado, pues su atención estaba centrada en aquél sentimiento intranquilo que le invadía.

Pasaron la tarde aún con sus juegos, actuando con naturalidad y llevando bien el acontencimientoo que acababa de ocurrir; llegó la noche y cada quien se dirigió a sus habitaciones.
Midoriya y Bakugou se despidieron con un abrazo y Midoriya plantó un beso en la mejilla del cenizo antes de irse.
Esa noche, todos dormirían bien sin saber las dificultades que podrían presentarse al día siguiente... Todos dormirían bien, a excepción de Bakugou.

- ¡Bakugou, buenos días! - pronunció Kirishima mientras observaba a Bakugou salir de su habitación.

- ¿Qué ocurre? ¿Por qué me esperas aquí tan temprano?

- Me conoces bien, ¿eh? - bromeó entre risas.

- Si, algo quieres.

- Se emocionó y se acercó a Bakugou tomándolo del hombro y dirigiéndose con él hacia afuera - ¡Cuéntame sobre Midoriya!

- ¿Qué? - se crispó y observó al contrario - ¿A eso vienes? ¿A interrogarme?

- ¿Qué querías que hiciera? Me sentí traicionado cuando me dí cuenta que todo lo tuyo con Midoriya no lo sabía, ¿acaso no soy tu mejor amigo?

- ¿Quién te dijo esa idiotez?

- ¡Oh, vamos Bakugou, cuéntame! - movió un poco al chico desesperado por saber.

Bakugou negó con la cabeza y siguió oponiéndose hasta que llegaron a la parte de atrás de las habitaciones.
Cansado de la insistencia del pelirrojo se volteó hacia el con molestia.

- Tsk, está bien, ¿qué demonios quieres saber?

- Se sorprendió y automáticamente sonrió con emoción - ¡Todo!

- ¿Qué? - no pudo evitar soltar una leve risa.

- ¡Cuéntamelo todo! Como quién se declaró primero, qué han hecho desde que salen, cosas así.

- Pff, claro - se acomodó sentándose en el césped; aún era temprano así que tenían tiempo de hablar tranquilamente antes de clases.

- Incluso tu forma de ser ha cambiado desde que sales con Midoriya - bromeó mientras se sentaba a su lado, listo para escuchar toda la información que fuese capaz de conseguirle a su amigo.

Ambos estuvieron hablando durante un buen tiempo mientras Kirishima le preguntaba cuantas dudas se le pasaran por la mente, aunque algunas Bakugou no las respondía.
Por primera vez, notaba cierta emoción en Bakugou al hablar sobre su relación con Midoriya.
Realmente, aunque no lo pareciera demasiado, Bakugou había cambiado bastante desde que había ingresado a la U.A.
En tiempos atrás jamás se hubiera dado la oportunidad de abrir sus sentimientos ante el peli-verde o siquiera los hubiera permitido.
También había cambiado muchísimo más desde que había comenzado a salir con Midoriya, no solo en sus sentimientos, sino en bastantes aspectos más.
Tan solo su tolerancia hacia los demás era mayor, había mejorado en mantenerse pacíficamente, entre muchas otras cosas.

Midoriya llegaba al aula mientras tanto, aunque era temprano tenía pensado estudiar un poco ya que había madrugado y no tenía nada mejor que hacer.
Cuando llegó se encontró con una reunión de las chicas; estaban hablando sobre él y Bakugou justamente.

- ¡Deku! - gritó sorprendida Uraraka cuando se dió cuenta de su presencia.

Midoriya estaba parado en la puerta algo sorprendido porque estuvieran hablando de él y Bakugou.
Todas voltearon a verlo y se miraron entre sí para después reír.

- ¡Ven Midoriya! Únete a nuestra conversación, justamente hablamos de un tema que te puede interesar - invitó Hagakure.

- D-de... ¿De qué hablan? - preguntó nervioso Midoriya mientras entraba despacio al aula.

- De tu relación con Bakugou, obviamente - dijo Jirou en forma de broma.

En ese momento, mientras Midoriya estaba algo nervioso y se acercaba, se escucharon unos pasos de alguien más provenientes del pasillo.
Todas las chicas miraron con nervios y sorpresa hacia la puerta, por lo que Midoriya también se giró a ver.

- ¿La relación de Bakugou y...?

Estaba cruzando la puerta: Aizawa.
Él los había escuchado.

Presión Social (BakuDeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora