capítulo 4 «Confiar»

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Cuando habían encontrado un lugar "seguro" dónde pasar la noche, empezaron a organizar las cosas para poder descansar ese día.

Ninguno decía nada para que Noa no se preocupara, pero estaban seguros de que esa noche no podrían dormir tranquilos, ni siquiera podían dormir.

—No queda mucho en la nevera, iré a conseguir algunas cosas para comer —Gunwoo se puso de pie, y como siempre planeaba ir solo.

—¿Cómo consiguen comida? —preguntó Kairi—, ¿Trabajan?.

—Solo Gunwoo, Noa y Kevin, ya que no hay retratos de ellos pegados en medio país. Kio se arriesgó solo por querer fastidiar a un general de EJAD. —Zero le respondió.

—Aunque por lo general no tenemos dinero suficiente para mantenerlos los seis, así que Gunwoo roba comida, al ser invisible y poder hacer invisible las cosas a su alrededor le es fácil.

Kairi miró a todos en el grupo, uno por uno.

—Entonces. Sian eres el que hace que la gente se suicide —hizo referencia a la vez que hizo que veinte empresarios y su familia se suicidaran, al descubrir que estos estaban robando información y dinero de la gente pobre de las afueras de Seúl. Y cuando más de cien agentes saltaron del piso más alto de un hotel sólo porque Sian así se los ordenó.

—Ese mismo... —¿Estaba orgulloso? Tal vez un poco. A diferencia de Gunwoo, o Kio, incluso de Kairi, él estaba bien mentalmente, o eso le parecía, ya que no disfrutaba nada lo que debía hacer, pero no quería morir, debía sobrevivir y asesinar gente era el precio que debía pagar para seguir conservando su vida.

—¿Controlas a la gente o controlas sus acciones?.

—Sus mentes, me convierto en ellos en el momento en que uso mi poder.

—¿Entonces también eres capaz de ver todas sus memorias?

—Sería lo lógico, pero no, algunas cosas como sus nombres o edades, más no.

Kairi asintió —Tú ¿Desapareces cosas?

Kevin se rió ante lo genérico que se escuchó eso, su poder era un poco más complejo.

—Algo así.

—Kevin tiene el poder del espacio tiempo —Kio respondió por el mayor.

—¿Eso no significa que podrías viajar en el tiempo?

—No, puedo teletransportarte pero a diferencia de los AP cuando decido aparecer en otro lugar, también aparezco en otro tiempo, en el ayer, o en el mañana generalmente. Y cuando desaparezco cosas, ellas quedan en ese punto medio dónde no hay nada, entre el tiempo y el espacio. Algo vivo no sobrevive ahí, así que esa es mi forma de protegerme, aunque no puedo desaparecer personas tan fácilmente como a las cosas, es algo doloroso.

—Gunwoo es invisible, Kio es el pirómano, he oído de tí televisión, apareces y desapareces el fuego a tu antojo. —Kio movía su cabeza, asintiendo, amaba salir en las noticias—.  Zero, te ví una vez en un folleto pero no te reconocí, manejas la electricidad. ¿A gran escala o cómo...?

—No puedo hacer lo que crees que puedo hacer.

Kairi alzó una ceja —¿y eso sería?

—Dejar al mundo sin electricidad o alguna cosa que desequilibrara al mundo entero y cambiara la sociedad tal y como lo conocemos. Al que toque lo electrocuto, fácil y sencillo.

Kairi dejó ahí el tema Zero. Siguió con el último.

—Noa ¿Qué haces?.

—No sé, lo llamamos rastreo. Puedo ver todo y a todos solo con tocar el suelo. Soy como un satélite con cámara incluida —se rió de su comparación—, cuando rastreo a alguien en específico, logro ver lo que ellos ven, sentir e incluso oler lo que ellos están oliendo en el momento. Pero cuando es uno general veo todo como si lo estuviese viendo desde una cámara.

—Interesante.

Lo había dicho enserio.

»Es increíble que no entiendas el potencial que tienes, Noa.

—¿A Qué te refieres?.

—Si te muestro una foto de alguien dentro de EJAD, y tú la rastreas ¿No estarías viendo y sintiendo, incluso oliendo lo mismo que ellos?. —ninguno respondió.

¿Cómo no se les había ocurrido antes?, Antes de asesinar al comandante Hwang, Noa lo había visto un poco, y podía rastrearlo sin problema. Pero ahora no había nadie que conociera dentro.

»Sé que quieren destruir EJAD desde los malditos cimientos, yo también lo quiero, y cualquier maldito distinto que encuentres en la calle querrá hacerlo también. Pero necesitan conocer la organización, cada puerta, cada cuarto, cada líder y comandante, todo. Porque esos malditos son expertos en dar sorpresas, crees que ya conoces todas su armas, todos sus movimientos, y de pronto salen con una nueva mierda para jodernos la existencia.

—Los odias mucho —le dijo Gunwoo.

—Incluso más de lo que creen. No voy a decirles que hacen ahí dentro con nosotros, esperen a que su líder lo vea y que sea él el que se los cuente. Ahora ya sé sobre ustedes, es justo que conozcan de mí también. Soy Imai Kairi, tengo 19 años y mi don es la inteligencia artificial. Así lo llamaron en EJAD. Soy como un robot, hablo y entiendo más el lenguaje de códigos que el humano, mi mente funciona como la de una computadora súper inteligente. Si hay algo que se mueva por códigos y lenguajes de programación podré ayudarlos, después de eso no puedo ayudarlos mucho.

—Está bien, Kio, Zero y Sian sirven como nuestra protección más grande en caso de que el poder de Gunwoo no pueda ayudarnos, generalmente no nos metemos en muchos problemas, vivimos escapando, no luchando. —Noa tiró una piedra con la que había estado jugando, estaba algo triste por, de nuevo, haber tenido que huir.

Estaba harto de toda esa mierda, y estaba harto de no poder asegurar a sus amigos, de no poderlos ver a la cara y decirles con firmeza "Estarán bien".

—Me voy, vuelvo pronto —Gunwoo anunció.

—Iré contigo —Kairi quería conocer más la zona, más vio la mirada de desconfianza de los demás. Él no iba a escaparse, después de todo se necesitaban el uno al otro.

—Iré yo también —Zero se puso de pie—, los protegeré si algo pasa.

Kairi giró su cabeza al estar algo desconcertado. ¿Alguien se estaba preocupando por él? ¿Genuinamente lo hacía?

Era extraño para el peliblanco sentir que alguien quería protegerlo, pues después de su amigo Leo, todos a los que había conocido lo habían herido, lo habían traicionado y habían abusado de él de la peor manera.

No quería confiar en esos chicos, pero había algo en ese grupo que lo hacía sentirse de alguna manera, en su hogar.

Lo cual era extraño.

Porque Imai Kairi nunca había tenido un hogar.

Nueve chicos aparecen. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora