Vientre de alquiler ≪ Sope ≫

3: Donceles/doncellas y varones

El sol brillaba en lo alto del cielo. Era mayo del 2095, un hombre se encontraba paseando por el centro comercial, cuando de pronto sus ojos brillaron, de pie junto a esa tienda con artículos de bebé. Una sonrisa pareció en su rostro y al igual que  un dolor punzante en su pecho apareció. Min Yoongi un hombre adulto, actor de k-dramas y series internacionales, alguien que solía amar su trabajo y atesorarlo como si fuera el último libro del mundos. Quien recordaba sus años de juventud cuando se paraba enfrente del público y representaba con fervor sus papeles, dejándolo todo en el teatro. 

Disfrutaba del arte de la actuación, aquella en la que por pequeños momentos le daba el regalo de convertirse en quién quiera ser. Un héroe, un villano, un doncel o un varón... aquella que daba felicidad, amor, tristeza y miedo. Todo dependía de quién representabas. 

Un hombre reconocido en el país, Corea del Sur. Quien gustaba de leer acerca de la historia del mundo antes de su evolución creada por la ciencia. Desde 2010 se anuncio el gran avance sobre la creación de órganos con células madre, la alteración del ADN y la capacidad de generar útero en varones. La ciencia comenzó a dar pasos agigantados  a lo que se conoció como "Era de plata". Para 2040 la sociedad a nivel mundial se dividió en dos categorías, dejando a los "hombres, mujeres, gays, lesbianas, transexuales etc... " y dando lugar a dos grupos. 

Donceles/doncellas y varones. Los donceles y doncellas  eran hombres y mujeres con la capacidad de embarazarse, los varones eran hombres y mujeres sin capacidad de engendrar, pero si con la facultad de procrear, de embarazar a alguien más. Así la nueva "era de plata". 

Al menos eso era lo que sus libros citaban. Y era verdad, Yoongi era un varón que estaba en su edad adulta. Era maduro, apuesto e inteligente, ese que cualquier doncel o doncella desease tener a su lado. Era un buen hombre, sin embargo había demasiada oscuridad en él y aquella oscuridad es la que normalmente le limitaba en muchas cosas. Pero había algo que su oscuridad no podía apagar, y eso, era su enorme y reluciente deseo de ser papá. Últimamente la idea le venía dando vueltas en la cabeza y finalmente lo decidió. Era momento de ser papá y aunque no estaba seguro de dónde, cómo o cuándo es que obtendría un bebé. Sabía que ahora estaba en sus planes y que nada lo detendría, ya se había negado a lo largo de su vida y no se había permitido ser feliz en muchas ocasiones. Pero esta vez no sería así. 

Él sería egoísta. Él sería tan egoísta como fuese necesario para asegurar su felicidad siquiera por una vez. Ahora que ya lo había decidido, único problema era... que necesitaba a alguien que pusiera su vientre en alquiler.  

Sus ojos estaba húmedos y rojizos. En cuánto termino de hablar con su hermana, no pudo más y se soltó a llorar, pues bien se  mostró fuerte para darle esa fuerza a ella... la verdad es que deseaba gritar. Deseaba salir del baño y arrancarle el corazón a alguien, tomarlo del cuello  y verlo morir lentamente, para así satisfacer y dejar ir todo su coraje e ira. 

Hoseok estaba en un nuevo país, había dejado su hogar natal en Tokyo Japón y lo había dejado con el fin de encontrar una nueva vida y dejar su pasado. Sin embargo al irse él pensaba que todo con su hermana Jiwoo estaba bien y por ello es que había ido tan tranquilamente pero...