── ¿Hablar de nosotros? ── me puse nerviosa, quería que este momento nunca llegara, sin embargo, sabía que tarde o temprano iba a suceder.
Tenía miedo ¿Por qué? Porque desde hace varios meses Alessandro y yo ya no teníamos la misma relación en nuestra vida amorosa. El amor que nos teníamos desde que estábamos en la universidad murió de a poco.
── Quiero ser directo contigo, Ivelle. ── exhaló pesadamente para mirarme a los ojos ── Yo ya no te amo, ya no me gustas más.
Escuchar aquello rompió mi corazón y las lágrimas se acumularon rápidamente en mis ojos, esas palabras que tanto temí escuchar dolieron, aún cuando me prepare para dicho momento.
── Quiero el divorcio ── fue directo a lo que quería.
── ¿P-por qué? ── pregunte, sentía como un nudo se formaba en mi garganta, necesitaba escucharlo, escuchar sus razones.
── ¿Por qué? ── rió con amargura y me miro ── Ya no eres la mujer con la que yo me case, Ivelle.
Me mire en un espejo cercano y entendía tal vez a lo que se refería. Había perdido peso, mi cabello había perdido su brillo natural, mi piel era más pálida, y la ropa que me ponía era más holgada de las que solía usar, me veía demacrada.
Lo entendía, porque sabía que ya no era la mujer de la que él se enamoró en el pasado, esbelta, hermosa, radiante y llena de vida.. Ahora era otra, tan diferente a la mujer que él solía besar casi todo el tiempo
── Ni siquiera puedes darme un hijo ── de su boca solo salieron crueles palabras ── Para qué quiero una mujer así a mi lado cuando pensé que a mis treinta años iba a tener muchos niños contigo, Una familia feliz con la que me hacías soñar, tener una esposa hermosa a la que siempre presumiría frente a mis amistades, pero con tu aspecto desarreglado y descuidado solo me generas vergüenza. Ya ni me provoca tocarte y...── lo interrumpí
── ¡YA NO DIGAS MÁS, TUS PALABRAS ME LASTIMAN! ── sollozo cubriendo mi cuerpo con mis brazos, buscando reconfortarme.
── Lo siento. Eres una buena mujer, pero yo... ── cubrió su rostro con las palmas de sus manos unos segundos, ya cansado de la situación ── Solo quiero terminar con esto antes de hacernos más daño ── evito mirarme a los ojos
── ¿Hay otra mujer? ── pregunte
── ¿Qué? ¿Por qué me preguntas algo así, cuando te estoy dando los motivos del porque ya no quiero estar a tu lado? ── dijo irritado
── Solo dime si hay otra o no Alessandro. ── lo mire con suplica
Él solo se quedo en silencio y luego respondió
── Esta bien... Si la hay Ivelle. ── lo acepto ── ¿Contenta?
No sé si podría aguantar más dolor por parte del hombre que ame y seguiría amando hasta el final de mis días.
── Antes que me reclames sobre un engaño, quiero que sepas que nunca te fui infiel con ella ── hablo rápidamente, al caer gruesas lágrimas por mis mejillas
── ¿La conozco? ── no sé por qué quería lastimarme más al querer saber de ella.