-¡Lamento ser un asco para ti, pero al menos respetame por ser tu mujer y tu novia por tantos años, aunque nuestro matrimonio halla sido un fracaso! -reclamo en llanto, con un profundo dolor en su pecho, tanto que sentia que se ahogaba con cada palabra-
El pelinegro solo se quedo en silencio.
Ivelle tomo un boligrafo del escritorio y empezo a firmar todos los papeles del divorcio que llevaba, bajo la atenta mirada de su amiga y Alessandro, que la veian sorprendidos
-Aqui tienes tu ansiada libertad, Alessandro -le entrego los papeles golpeandolo en el pecho-
Dio media vuelta y se dirigio a la salida. Antes de irse se giro hacia el, no queria que todo acabara de ese modo aunque estuviera herida.
-Lo siento, Alessandro.-volvio y lo beso- Te amo.. -susurro dejando fluir las lagrimas y tomando aquellas mejillas suavemente con cariño- Encuentra a alguien que verdaderamente te ame y no una interesada como Jade. -El pelinegro iba a hablar pero ella se adelanto- Adios. -se fue sin mas luego de eso-
¿Porque dolia tanto aquella despedida?
-Ivelle espera -quiso ir detras de ella pero Jenna lo detuvo-
-¡Quedate ahi! . ¡ERES UN IMBECIL, ALESSANDRO! ¡ESPERO QUE NO SEA TARDE CUANDO TE ARREPIENTAS DE ESTO! -grito por la terrible colera atorada en la garganta- El dolor que le provocaste a mi mejor amiga hoy, no te lo pienso perdonar -dijo por ultimo y salio detras de Ivelle. -
[...]
Dos dias despues
Despues de lo que habia pasado, Alessandro simplemente no pudo volver a casa, no despues de haber herido a Ivelle de aquella forma. No sabia como volveria a mirarla a la cara, por mas que el divorcio estaba firmado. Algo en el dolia enormemente, recordarla tan lastimada le provocaba ganas de retroceder el tiempo y no haber dicho esas palabras, cuando todo no era cierto
-¿Que haces aqui? -pregunto el pelinegro al ver a la mejor amiga de su ex esposa-
-No creas que estoy feliz de verte, el motivo por el que estoy aqui solo es por mi mejor amiga.
-¿Que ocurre con ella? , ¿A que has venido?
-Ella no responde mis llamadas y no me abre la puerta desde que vinimos aqui. No se si ella esta bien y..
-¿Y que quieres que haga? A mi tampoco me responde, ni siquiera los mensajes que le mande
-¿Ahora que le dijiste?
-Que me perdonara por no esperar hasta el divorcio y tambien por haberla lastimado...
-¡Eres un idiota! No voy a escuchar mas tus estupideces -extendio su mano- solo dame las llaves de tu casa, ire a verla yo misma.
-No lo haras, ella desea estar sola en estos momentos, lo se.