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— Si va a dispararme hágalo de una vez, no se me quede viendo como si fuera Justin Bieber.

La voz de Ellie hizo a todos voltearse, Jake corrió hacia ella cuando la vio caminar dentro de la capilla como si casi no le hubieran metido una bala en el estómago. — ¿Qué estas haciendo aquí? Deberías estar des-

— No voy a descansar hasta que haga a ese pedazo de plástico por quitarme a Nadine y de paso, a la canosa por casi perforarme un intestino. — La pelinegra dijo, viendo como Jake veía indeciso sus ojos. Sin embargo, a ella no le importo, alejándose de él, esta miró al padre Bryce, quien tenía una biblia en manos y miraba la escena con ojos abiertos. — ¿Todavía están abiertas las confesiones?

...

Ellie se encontraba parada justo en medio de Jake Y Devon, mirando al muñeco gritar cuando el agua bendita caía sobre él, los ojos de todos miraron casi con disgusto al muñeco al escuchar sus palabras y decir que era de New Jersey, que según él, era peor que el infierno.

El grupo tuvo que sostener los brazos hn piernas del muñeco cuando este comenzó como a conbulsionar hasta que este se detuvo, comenzando a molestar a Devon, tratando de hacer que se enoje, Ellie se molesto, escuchar su voz la hacía querer golpearlo, sin embargo, trato de borrar esos pensamientos de su mente para evitar futuros problemas, por lo que simplemente elevo su mano y golpeó el rostro del muñeco como si lo hubiera abofeteado.

El muñeco la miró con la boca abierta, casi en ofensa antes de que todos comenzarán a corear — Ten piedad de nosotros y de él.

Ellie no entendía porque tener piedad con él, por ella, que se quemara en la llama más caliente del infierno, pero era un exorcismo, no tenía nada de sentido en realidad.

Todo se detuvo de un momento a otro cuando el muñeco volteo el rostro, mirando al padre antes de que una sustancia verde, parecida al vomito, saliera de su boca y acabará en el rostro y cuerpo del mayor. La mujer cabello blanco solto un jadeo sorprendido y llevó sus manos a su boca, haciendo a Ellie mirarla con ojos entrecerrados en incredulidad. — Por favor, ayudo a un muñeco poseído a matar gente y cometer un raro tipo de canibalismo ¿y le sorprende verlo vómitar? — La chica dijo antes de jalar el cabello del muñeco para volver a recostar su cabeza en la mesa.

— Ey, Ellie... ¿Qué sentiste cuando mate a Nadine? ¿Sentiste lo mismo que cuando mate a tu tía? — Los ojos de todos estaban puestos en la chica, ellos no sabían eso, en realidad, nisiquera sabían porque estaba en ese lugar. — Ups, ¿solté información privada? — Este se rio, cerrando los ojos como si fuera la cosa más graciosa de la vida. — Deberías agradecerme, maldita cobarde, de no ser por mi, ahora estarías perdida en las calles o siendo vendida por esa estúpida adicta al Xanax.

— ¡Cállate! — La voz de Jake hizo al muñeco mirarlo con una ceja alzada, el ruloso noto como las manos de Ellie temblaron un poco, sin embargo, su rostro se mantuvo serio. A pesar de no saber mucho de la historia de la chica, pudo ver que, de alguna manera, estas palabras lograron afectarla. — Ellie, no lo escuches, ¿si? Concentrate en mi, estoy aquí contigo.

— Consiganse una habitación. — El muñeco dijo con un tono divertido. — Oh, espera... ¿Tú no jugabas para el otro lado? Vaya Devon, ahora le ganas a los venados, ¿no sientes que te caes? Esos grandes cuernos deben ser un dolor de cabeza para ti.

El padre interrumpió, al ver lo incómodo que se había puesto el ambiente por las palabras del muñeco. El cuerpo de este comenzó a conbulsionar de nuevo, y todos lo soltaron al ver cómo este comenzaba a retorcerse antes de que cayera inconsciente, Ellie noto como el padre se acercó al rostro del muñeco, apartadola un poco para poder susurrar algo.

Ellie se tropezó un poco cuando el padre la empujó al sentir como el muñeco tomaba su labio con su propia boca, la chica se alejo más para que la hermana pudiera auxiliar al hombre, quedando así casi al lado de la rubia en silla de ruedas, el hombre por fin se libero y le mostró la herida a la hermana para que la inspeccionara, Ellie hizo una mueca antes de ver como el cabello rubio se asomaba por su visión periférica.

𝗗𝗢𝗟𝗟; ᶜʰᵘᶜᵏʸ ᵀʰᵉ ˢᵉʳᶤᵉˢDonde viven las historias. Descúbrelo ahora