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Hijos es verdad que ser arquitecto es un trabajo difícil, tanto para encontrar nuevos proyectos y poder cumplir las expectativas de su cliente.

Era una época un poco difícil no tenía ningún proyecto, mi vida amorosa no era la mejor en ese momento, un amigo de la carrera que no veía ya hace un tiempo, me dijo que la universidad de Columbia buscaba un profesor al principio me negue, pero viendo el rumbo que tomaba mi vida decidí que lo correcto era aceptarlo.

Fui a hacer la entrevista y conseguí el trabajo, me pidieron que empezará a dar clases la semana siguiente, daría la materia de arquitectura 101, paso la semana y yo estaba muy nervioso y trabaje en sobre que diría e enseñaría el primer día, quería dar una buena impresión, por fin llegó el día tan esperado.

Max: –Muy bien, hoy es el día que había estado esperando– se dijo así mismo mientras acomodaba las mangas de su traje.

Everett: –Estoy segura de que te va ir muy bien Max, solo debes confiar en ti– dijo ayudándolo a comodar su corbata.

Max: –Gracias Everett, espero y así sea–.

P.J: –Si mi linda prometida dice que te irá bien, te va a ir bien– le dijo desde el sofá donde se encontraba sentado.

Max: –Supongo que tienes razón amigo–.

Bobby: –No te preocupes Maxy, eres bueno en la arquitectura, qué tan difícil debe ser dar clases?, frente a una sala llena de personas que te pueden estar criticando y riéndose de ti a tus espaldas o pensando porque está dando clases este imbécil y quién lo contrato– dijo con total tranquilidad.

Si Max ya estaba nervioso eso lo empeoró, empezó a pensar en todo lo que le dijo su amigo y si era verdad que todos lo odian, no daba buenas clases, inseguridades empezaron a hacerse presentes pero unas palmadas en su hombro lo sacaron de sus pensamientos, era P.J quien trataba de consolarlo.

P.J: – No le hagas caso amigo, lo harás increíble serás el mejor profesor de esa universidad eso te lo puedo asegurar– paso su brazo por los hombros de Max.

Max: –Supongo que es mejor pensar positivo–.

Everett: –Max ya es hora de que te vayas no querrás llegar tarde a tu primer día de trabajo– apunto a dónde estaba el reloj.

Max: –Es verdad, ya me voy chicos, por favor cierren con llave al irse– tomo todo lo que necesitaban y salió del departamento para ir a la universidad.

Bobby: –Se lo comerán vivo-o–.

Los otros dos presentes le lanzaron una mirada de enojo al tercero, para después mirarse entre ellos con preocupación.

Max tomo el camión que lo llevaría a la universidad, después de 30 minutos ya estaba en la entrada de esta, inhaló todo el aire que sus pulmones le permitieron para luego dejarlo salir y empezar a caminar en dirección a su salón de clases.

Al llegar ya había más de la mitad de alumnos en el salón, por lo que decidió entrar y acomodar sus cosas, después de quince minutos dió la hora de empezar la clase.

Empezó a escribir en el pizarrón su presentación, pero un pequeño dato lo detuvo.

Max: –(profesor lleva una f o dos?)– esa duda surgió, ahora que hacía tenía un salón lleno de estudiantes mirandolo fijamente, los nervios definitivamente le estaban afectando.

Volteó a ver a sus alumnos, empezó a escribir otra vez con la intención de poner otra F y volvió a ver hacia los estudiantes, por obra del destino una chica se percató de la estupidez que estaba haciendo y le nego con la cabeza en señal de que estaba mal, así que convirtio esa F en una E fingiendo que eso nunca pasó.

How I Met Your Father (Yax)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora