2: Miradas

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A Pedri le sonó la alarma y la paró como pudo mientras se revolvía en las sabanas.

-Gavi- Es lo que pasa por dormirte tarde, podría caer una bomba que Pablo no se despertaría.

-Gavi- Segunda llamada.

-Gavi vamos a llegar tarde- Empezó a sacudirlo.

-¿Gavi sigues vivo?- Seguidamente le revisó el pulso y lo movió más fuerte.

-Ay, déjame mamá- Balbuceó este y Pedri empezó a reir.

Fue ahí cuando Gavi despertó del todo.

-Idiota, ¿Por qué no me has llamado antes?

-Llevo cinco minutos intentando que te levantes y estás medio muriendote balbuceando que te deje, hijo mio- Pedri volvió a reir.

-Cállate- Acto seguido le pegó con la almohada en la cara.

Se miraron por unos segundos y Gavi echó a correr antes de que se la devolviese.

-Yo también soy futbolista y corro rápido, eh- Dijo después de agarrarlo por la espalda y llevarlo de nuevo a la cama.

-Quita canario- Gavi intentó liberarse pero fue en vano.

Después de forcejear los dos, se echaron a reir cayendo Pedri medio encima de Gavi.

Enseguida se apartó y le miró a los ojos como si quisiese decir algo pero una gran barrera de pensamientos se lo impidiesen.

Gavi le devolvió la mirada y estuvieron así por no se cuanto tiempo, los dos habían descuidado el rato que llevaban.

Ellos se conocían desde hace tiempo, eran ya años uno al lado del otro, sabían descifrar sus miradas que, en esta ocasión, lo decían todo.

Ambos rompieron ese "¿Que dirían?" y comenzaron a acercarse el uno al otro.

Tocaron la puerta.

Tocaron la maldita puerta.

Se distanciaron y un Gavi desconcertado, sin creerselo aún, fue a abrir.

-¿Chicos, no bajáis a desayunar?- Un Luis Enrique algo desconcertado esperó una respuesta.

-Sí, nos estabamos preparando.

-Vale, no tardar por favor.

Cerró la puerta y le miró.

No dijeron absolutamente nada y en completo silencio cada uno se preparó para bajar a desayunar que es lo que seguidamente hicieron.

Después de eso todos echaron unas partidas a la Play y entre risas y juegos ambos se miraban.

Eran miradas fugaces que no permanecían mucho pero estaban presentes. Miradas que hablaban y que gritaban.

En el entrenamiento ocurrió lo mismo. Miradas, miradas y más miradas.

A la selección le pareció algo extraño este comportamiento puesto que ellos normalmente con tanto apego parecen incluso pareja.

Las 20:30 y era de noche.

-Gavi y Pedri, quedaos recogiendo vosotros el material.

"Joder" ambas mentes estuvieron conectadas para pensar lo mismo.

Los compañeros se fueron y dejandolos a ellos solos. Los focos alumbraban aquel gran estadio.

-¿No vas a decir nada?- Gavi se envalentonó.

-Podría preguntarte lo mismo.

-Es complicado.

-Lo sé.

-¿Qué haremos?

-Lo que tu decidas, estoy dispuesto a todo.

-¿Me estás pidiendo salir indirectamente, Pedro González?

-Puede.

Gavi metió el último balón al saco y se dirigió donde estaba su "mejor amigo". Este último se giró.

Y volvieron a mirarse.

Era una mirada de puro amor sincero. Se acercaron.

Pedri puso una mano en la cara de Gavi y este último lo atrajo hacia él . Los aspersores se encendieron.

Y se besaron.

Fue un beso lento que expresaba todas esas miradas.

Gavi rodeó el cuello del contrario con sus brazos y la mano libre de Pedri se posó el la cintura del primer mencionado.

El mundo paró de girar para ellos bajo esos focos que llevan a las estrellas del mundial. Todo fue perfecto.

Se separaron y volvieron a encontrar sus miradas.

Unas miradas que ahora representaban un para siempre.











~Los ojos son el reflejo del alma y una mirada es un sentimiento profundo que se ve proyectado en la profundidad de tu iris~

Bajo los focos que llevan a las estrellas// GadriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora