Bajo los focos que llevan a las estrellas// Gadri

5: En Cama

Narra Gavi

Era pasado mañana. La final era pasado mañana. Me estaba muriendo de los nervios.

Sentía que las cosas con Pedri iban demasiado rápido. No es que no me guste, ni mucho menos, pero soy consciente de que las parejas normales tardan tiempo en adaptarse el uno al otro.

Supongo que es porque con Pedri existía esa confianza de mucho antes y porque él era el indicado.

No había dormido esa noche. Me despertaba a cada minuto y, aunque tener a mi canario al lado me relajaba, no conseguía conciliar el sueño. Odiaba sentir nervios tan fuertes, no podía evitarlo.

La alarma sonó y ya era de día. Me levanté con un dolor de cabeza y unos mareos que no eran normales. Tenía ojeras de haber pasado mala noche y seguramente estaría más blanco que el papel. Por eso Pedri se percató.

-Canijo, ¿Estás bien?

-Sí, tranquilo, solo me duele la cabeza- Él me abrazó y me dió un beso en la frente.

-Joder, estás ardiendo.

-Da igual, me tomo una pastilla y vamos para allá.

-No puedes ir si no te encuentras bien.

-Si que puedo.

-Déjame tomarte la temperatura, por favor.

Pedri se pasa un poco de pesado a veces, sé que lo hace por mi bien pero si tengo fiebre debería ir a entrenar de igual manera.

-Estás en 39'6, ni de coña te dejo salir así, voy a avisar al mister.

-Pedri por favor, necesito ir, la final es pasado mañana.

-No te sobreexplotes que como esto se agrande no la vas a poder jugar- Dicho eso se marchó para avisar a Luis Enrique sin tan si quiera habiéndose vestido. Menos mal que la habitación estaba cerca.

En cuanto el se fue me tumbé en la cama otra vez, no le pensaba decir que mientras me mantenía de pie, las piernas me temblaban hasta el punto de pedir a gritos que me acostase. La cabeza me iba a estallar y no podía dormir.

Yo sabía perfectamente lo que me pasaba, eran los nervios. Nervios por la final, por Pedri, por Qatar... por todo.

Aparecieron por la puerta el mister, mi canario y supongo que una doctora.

-Tómate esto, Pablo- Ella me dió un par de pastillas y en un momento me hizo un chequeo rápido.

Se fue a hablar a un par de metros con Luis Enrique y Pedri.

Yo no los escuchaba pero los observaba. Los dos parecían preocupados y la médica les comentaba a ambos lo que me pasaba. Aunque ella solo miraba a Pedri.

Por un momento mi dolor de cabeza desapareció y se centró en eso.

Apreté los puños y puse mi mística cara de enfado. Soy una persona que las emociones que tiene las tiene fuerte. Así sean celos, como enfado, como felicidad...

No sabía tan siquiera el nombre de ella y ya me encontraba maldiciendo.

Enseguida él vino hacia mi para agarrarme de la mano y sentarse al lado mio mientras que los otros dos desaparecían.

Mis celos desaparecieron y el dolor de cabeza volvió.

-Te dejo el móvil aquí, si necesitas cualquier cosa me llamas, yo desgraciadamente tengo que irme a entrenar.

-Gracias.

-Para eso estoy- Me sonrió.

-Descansa, enano- Y me besó.

Lo quería demasiado.

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Era de noche ya, me acababa de despertar cuando él llegó.

A la hora de comer me habían traído porquería pura pero él me había alegrado la cena.

-Los del hotel querían traerte algo que sabía que no te iba a gustar así que te he traído esto- Me dejó la bandeja encima.

-Vengo ya que voy a ducharme, canijo.

-Vale, gracias por esto.

-A ti.

Pasaron como cinco minutos y él ya estaba fuera para cenar conmigo.

-Vamos a perder por mi culpa.

-Gavi, tranquilo, eres buenísimo y por un entreno no va a pasar nada. Aquí lo importante es, ¿Qué tal estás?

-Mucho mejor, me ha bajado la fiebre y ya no me duele casi la cabeza. Todo esto es por los nervios del partido.

-Es justo lo que nos ha dicho la doctora.

La vena se me volvió a encender.

-¿Por qué la mencionas tanto?

-Si es la primera vez que la nombro.

-Ya pero has estado con ella todo el día.

-Solo para saber como estabas.

-Ya, bueno.

-¿Estás celoso, idiota?- Él rió.

-Puede.

-No seas tonto, eres mil veces más que ella- Me abrazó acomodándose en mi pecho.

-Vaya día de mierda.

-Pues ya ves.

Pedri se levantó y fue hacia su sitio de cama.

-Buenas noches, canijo.

-Llevo todo el día durmiendo pero buenas noches supongo.

Vaya mieeeerda de capitulo.

La verdad que es un poco relleno para que jueguen ya la final y que pueda dar por finalizada la historia porque se me hace super difícil continuarla.

Un abrazo y pido disculpas por semejante bodrio :(