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La Defensa Eslava que mantienes en tu corazón debería ser considerada una trampa.

"Serías de gran ayuda si dejaras de ser un inútil por tres minutos" masculló Addams, harta de levantar por tercera vez al chico que no dejaba de retorcerse en el suelo entre carcajadas silenciosas, siendo siseado por su amigo gorgona que se encontraba en el mismo estado de risa fácil que el otro.

Dieron las seis de la mañana, y para cuando los rayos de sol comenzaron a salir Merlina se encontró a sí misma estando rodeada de una bola entera de adolescentes cuyos sentidos habían sido ahogados del todo bajo los efectos del alcohol.

Addams estaba muy decidida a abandonarlos en la intemperie del bosque helado, pero por insistencia y súplica de Enid terminó encargándose de todos, guiándolos como pudo devuelta a la academia y dejando a cada uno de ellos lo más cerca que pudo de sus destinos.

Yoko no parecía estar tan inconsciente como el resto, tomando por sí misma su camino devuelta a su dormitorio mientras Merlina dejaba al trío de sirenas en la primera habitación que uno de los tres reconoció.

Ahora solo quedaban Ajax y Xavier, y el solo conseguir meterlos a su residencia sin ser descubiertos había sido un milagro.

"Venga, hermano. Quiero regresar a mi cama" rio Ajax, inclinándose hacia el contrario con intenciones de ayudar a levantarlo solo para terminar cayendo junto a él. Merlina solo podía pensar en una solución para su problema, ésta empezando por H y rimando con la palabra genocidio.

Ella tomó aire antes de tomar al gorgona del brazo y obligarle a levantarse otra vez, usando su ayuda para reincorporar otra vez a Xavier. Ambos chicos se apoyaron el uno del otro, tambaleando al punto de que, de no ser por Merlina, que los sostuvo a ambos de la capucha de sus abrigos, habrían caído de regreso al suelo de inmediato.

"Así no van a llegar a ningún lado" soltó Enid, reapareciendo junto a Merlina cual Pepe Grillo sobre el hombro de Pinocho, solo para decir estupideces repletas de obviedad.

"Gracias por el dato, Enid. La próxima vez que intervengas procura que sea para algo de utilidad" masticó la pelinegra, estando completamente segura de que ninguno de los chicos que empujaba pasillo abajo estaba lo suficientemente consciente como para captar que siquiera estaba hablando en voz alta.

"Por supuesto, Addams" bufó Sinclair, su repentino mal humor siendo evidente en su semblante "¿Qué sugieres que pueda hacer para ser útil para ti?".

"Podrías ayudar a cargar con el peso muerto que es tu novio".

El comentario definitivamente no fue del agrado de Enid, el ambiente llenándose de una tensión que hizo a Merlina detenerse, girando su cabeza hacia la contraria solo para ver la molestia en su rostro al momento de alzar su mano, acercándola a la espalda del chico que atravesó en el momento en que debió de haberlo tocado.

"Ups" escupió la rubia, la rabia en su mirar camuflando muy pobremente la impotencia que humedecía sus ojos "¿Hay alguna otra cosa en la que sí pueda serte de ayuda?".

Merlina calló, el sentimiento de culpa atropellando su pecho de golpe al notar lo imbécil que había sido.

"Perdona".

"Olvídalo" suspiró, dando un paso atrás para señalar con su mentón la segunda puerta en el camino de la pelinegra "Esa es la habitación de Ajax, déjalos allí y vámonos de una vez".

Addams empujó al par de chicos hacia una pared, dejándolos apoyándose en ésta mientras ella abría la puerta de la habitación y prácticamente lanzaba dentro a Xavier, procurando hacer lo mismo con Ajax cuando éste la abrazó del cuello con su brazo, sosteniéndose con la suficiente fuerza para parecer que quería ahorcarla.

Frankenstein - WenclairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora