•Capítulo 35•

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Ruggero.

—Ezra, ya cálmate —dice Madi frustrada de ver dar vueltas a su hermano en la sala—. Solo nos pones más nerviosos.

—¡No puedo! ¡Estan a punto de ser las doce de la noche y ella no llega! ¡No hay una llamada ni nada!

—Desesperándote no ganamos nada —insiste—. Me vas a volver loca si sigues moviéndote así.

Se supone que Karol ya debería estar aquí. Salimos en el horario normal, y es obvio que debía llegar hace horas a casa. Me he mantenido al margen de la situación, pero de todos modos no puedo evitar mi ansiedad por no saber donde se encuentra.

Valentina asegura que no sabe donde está, pero yo no le creo, son amigas el tiempo suficiente como para que ella se atreva a cubrirla y si no quiere decirlo es por que algo bueno no es. Ell no supo explicar dónde estaba, y eso alarmó a Madi. Según entendí Karol fue a un lugar por algunos "asuntos" según palabras de su amiga, pero no ha vuelto, y eso nos mantiene preocupados.

Ezra va perdiendo los papeles con el pasar de los minutos, y puedo verlo con mucho más fastidio de lo que estuvo cuando me vio en su casa.

La puerta se abre de pronto, y una Karol bastante aturdida ingresa a casa. Se recuesta en la pared cercana a ella, tomando su cabeza entre sus manos y exhalando profundo. No sé el motivo pero agradezco que sus padres no estén aquí.

—¡Karol! —Ezra llega corriendo a ella para abrazarla, pero ella no reacciona ante el movimiento—. ¿Se puede saber dónde estabas?

—¿Ezra?

Arrastra las palabras consigo misma, y me contengo por no ser yo quien lo abrace en ese momento. Parpadea confusa intentando ver claro lo que hay a su alrededor.

—¿Haz tomado? —Madisson se acerca a ella—. Pareces algo tomada.

—No... yo no he bebido nada, es... no sé, me siento mal —relame sus labios, parece bastante sedienta—. No hay de que preocuparse.

—¿Y crees que es gracioso que nos tengas esperando por ti? —reclama Ezra—. ¡Eres la menor de nosotros! Mínimo nos hubieras llamado.

—Ezra, no grites. La cabeza me.explota mucho.

—¿Por qué actúas así? —pregunta mirándola de arriba a abajo.

—¿Así como?

—Estás como ida.

—¿Ida? —confundida mira todo a su alrededor, hasta que su mirada se posa en mí—. ¿Qué hace él aquí? Mi cumpleaños fue lindo con él, pero... después lo arruinó todo.

—Tu cumpleaños fue hace muchos días, Karol —la seriedad pinta el rostro de Madisson.

—Ah, ¿si? Parece que fue solo ayer. Pero... no, creo que tú —señala a Ezra —, llegaste después de eso, ¿no?

Se mantienen pensativa unos segundos, es claro que no puede convertir su ideas ahora mismo. Su cerebro no está recordando la cosas en el orden correcto o del modo correcto.

—Mírame —Ezra se planta frente a ella y con el rostro totalmente serio. El ceño de ella se frunce.

—Tengo sueño —intenta pasar un lado, pero él se lo impide.

—Te dije que me mires —exige.

—Estoy cansada ahora, Ezra, quiero...

—¡Qué me mires te dije!

Da un respingo ante el grito bastante molesto de su hermano mayor.

—¡Qué no grites! —musita fastidiada. Ezra toma su rostro entre sus manos y la analiza muy de cerca, a pesar de eso se mueve intentando liberarse.

DIOSA 1 | Ruggarol.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora