Viernes. Dulce y bendito viernes, y más si no voy a la escuela.
Me levanto por la iluminación de la mañana. Veo la hora, son las 7:00 de la mañana. Si que sale temprano el sol. Pero como no voy, cierro las cortinas y me acuesto en mi cama, y me quedo dormida.
Son las 10:30 de la mañana y ya me estoy levantando. Veo que papá no está. Él trabajaba en casa, así que debe estar en el mandado, en el jardín o en su oficina. A veces está aquí cuando no quiere distraerse en la sala.
Así que primero paso por su oficina y veo que no está. Voy al patio y tampoco está. Entonces, debería estar en el mandado. O eso pensé, voy a la cocina para hacerme el desayuno cuando veo una nota pegada en el refrigerador.
"Hola pequeña. Fui a la casa de María para ayudarla en algo. Espero y no te moleste, sé que no te agrada ella, pero bueno. Haste lo que quieras de desayuno, y en la mesita de la sala te dejé dinero para que te compres algo en la disquera. Bye y te amo cariño."
Agh, María. Si, lo sé que es la vida de papá y puede hacer lo que quiera, pero no me agrada María. No sé, siento una mala espina con ella.
Bueno, olvido eso y me hago unos huevo estrellados. Me cambio, agarro el dinero y me voy a la disquera.
Cuando entro, lo primero que veo es a Jameson viendo discos. Yo, quedó en shock ¿Qué hace él aquí? Son las 11, y está aquí. A él no lo sacaron ¿O si? No sé pero lo que si sé es que no quiero que me vea, así que me meto lentamente y me escondo en un pasillo algo lejos de él.
Pasó ya media hora y el cabron no se va. Me pasó al otro pasillo ya que ahí tiene uno que me gusta. Despacio y son hacer mucho ruido, cambio de lugar y agarro el disco.
Todo iba bien, hasta que Jameson me habló. Creo que tengo una maldición para atraer a los idiotas.
—¿Angie? Valla, que sorpresa ¿Qué haces aquí?- La verdadera pregunta es ¿tú qué haces aquí?
—Comprando un disco, pero ¿Tú qué haces aquí? Nunca te vi aquí- cruzo mis brazos. Mirando, levanto una ceja.
—Lo mismo, es que mi hermano mayor quería que le comprara uno- se rasca la parte de atrás de cabeza.
—Pero ¿No deberías estar en la escuela?- Le pregunto con toda mi curiosidad.
—Si, pero por lo de ayer mis padres decidieron dejarme en la casa. Y mi hermano aprovecho y me mandó aquí- Solo me mira con una sonrisa.
—Bueno, ya me voy, solo voy a pagar esto y ya- Decidir caminar antes de que hable pero no paró ahí. Me siguió hasta la caja.
—¿Acaso eres un acosador o qué?- Me volteo para verlo. Ye me estaba hartando.
—No, solo que yo igual voy a pagar ya- Me puso una cara de indignadoMe regreso ya sin decir nada. Pago mi disco y voy saliendo. Llegó a la esquina de la cuadra cuando me hablan.
—Angie. Te tengo que decir una cosa- Lo miro. Tenía una cara seria. Al parecer es algo serio.
—¿Y qué es?- Sin mucha importancia le pregunto. No creo que debe ser tan malo. Qué ingenua soy.
—Se trata de ti padre- Le pongo una cara de confusión. ¿Qué tiene que ver él en esto?- Mi tía está saliendo con él.
—¿Tú tía se llama María, de pita casualidad?- Bien, ya tengo miedo que diga que si.
—Si, ¿Ya han hablado de esto?- Se rasca un poco la parte de atrás de la cabeza.
—Si, y hasta la conozco- Estaba sería. No me gusta para nada está conversación- Ya sospechaba que no me cayera bien esa vieja. Sin ofender- Escucho que se ríe un poco. ¿Qué es lo chistoso?
—Creerme, aunque sea mi tía. Tampoco me cae bien lo que digamos. Y más por como es- ¿Por como es? Y la curiosidad me habló.
—¿Cómo es?- como dicen, la curiosidad mató al gato.Y esto me dejó con el corazón parado.
—Digamos que es como una... Bruja. A mí me da algo de miedo ella. Y más si estoy en su casa- ¿Bruja? ¿Debe ser una broma, no?
—¿Es una broma, no?- Yo nunca me creo esas cosas, casi no creo en brujería y fantasmas.
—No es broma. Y tú misma lo vas a ver tarde o temprano- Esto lo dijo muy serio- Bueno, ya me voy. Nos vemos.Veo que se va y me deja sola. Intento olvidar esto y me regreso a la casa. Veo que mi padre llegó antes que yo y con una visita. Maria.
Le dedico una mirada de desprecio y me voy a mi cuarto. Ignorando completa a mi padre y la vieja esa.
Era de noche, y esa aún estaba en la casa. Bajé a cenar solo para no dormir con la panza vacía. Y todo estaba tranquilo. Nadie hablaba, por suerte, hasta que mi padre soltó algo que me dejó helada.
—Angie. María se va a quedar está noche con nosotros. Espero y te compres bien- Agarra la mano de María y tan solo me mira.
No voy a dejar que esa vieja se quede ninguna noche más aquí. Lo voy asegurar, y será está misma noches.
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¡Hola raza!
Ahora no me tarde, eso es bueno.
Espero y les haya gustado.
Nos vemos en el siguente capitulo. ¡Saludos y feliz año nuevo!
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ℙ𝕠𝕣 𝕗𝕚𝕟 𝕡𝕦𝕖𝕕𝕠 𝕔𝕠𝕟𝕗𝕚𝕒𝕣 𝕠𝕥𝕣𝕒 𝕧𝕖𝕫
Teen FictionAngie García, una chica de tan solo de 17 años. No tiene amigos por la simple razón de que no confía con nadie por lo que sucedió hacer 5 años. Angie tan solo tenía 12 años cuando sucedió todo. Después del suceso, en su último año de preparatoria, u...