⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀─ ❝Sabes que, a pesar de que estamos en guerra y somos de bandos distintos, es increíble el 𝗽𝗲𝗻𝘀𝗮𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼 sobre cómo avanzó nuestra relación. ⠀⠀⠀⠀♡
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No era agradable ver cómo todo el mundo armonioso y pacífico en el que vivíamos, se volvía un campo de guerra por caprichos e ideas superficiales como el poderío absoluto en el mundo.
Ver cómo, luego de 100 años por la pérdida del Avatar, la Nación del Fuego arrasó con su ejército y su dominio sobre la paz en las cuatro naciones.
Los elementos “Agua”, “Tierra”, “Fuego” y “Aire” dejaron de ser la estabilidad del mundo.
Los templos del Aire fueron totalmente destruidos por el Señor del Fuego, dejando totalmente su extinción a los maestros aire y sus habitantes, ya que la profecía indica que el Avatar sería un Maestro Aire. Siendo aquellos templos únicamente ruinas que he llegado a visitar bastante por su historia y ver si encuentro algún signo de vida por allí.
A su vez, el Reino Tierra intenta reforzar sus defensas, cómo lo es la gran capital "Ba Sing Se", dónde se estima que es la ciudad impenetrable. Logré con un pasaporte falso ir a Ba Sing Se, aunque apenas duré un par de meses, dónde conseguí bastantes conocimientos internos de aquella capital. No pude aguantar la ciudad por lo tan movida y organizada que es, tan monótona que no podía aguantar por mucho.
Las Tribus del Agua están siendo puntos de mira para generales, comandantes de los barcos, para acabar con ellos. Aunque solo quedó la Tribu agua del Norte visible.
Y por esas casualidades de la vida, estaba por allí, en la zona sur. Con mí libreta en mano, estaba anotando la fauna y flora del lugar, aunque solo sea nieve y agua congelada.
— Es tan bonito el lugar. —Volteé mí cabeza hacia mí derecha, en lo que caminaba.— Que pena es el que se llene de ceniza. —Seguido del camino, había un gran rastro de cenizas entre la nieve, a lo que corrí hacia allí, al ver animales bastante heridos.
Estudié y me preparé para ser una viajera, eso me dió ventajas por sí sufría heridas o no sabía por dónde ir. Curé a un par de pingüinos que se veían en muy mal estado, recibiendo un par de graznidos felices y se marchaban con sus demás compañeros.
Volví a analizar todo el ambiente lleno de gris, que se supone debía ser blanco. Era obvia la respuesta ante el destrozo.
— (Sin duda, fue algún navío de la Nación del Fuego...) —Y solo me marché.
Aunque no me fuí con las manos vacías.
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Anotaciones a tomar en cuenta (№156):
La Nación del Fuego está cerca del Polo Sur, deben estar buscando algún pueblo que se esté ocultando de sus narices. Tal vez deba irme, pero encontré un par de animalitos lastimados y mí corazón de pollo no lo aguantó, fuí a socorrerlos. Avanza con cuidado, no debo dejar que me encuentren.
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Cerré la libreta y la guardé. Me levanté de aquel asiento, empezando a investigar aquel barco. Había un par de cosas para comer que sin pena me las agarré y guardé por igual en mí bolsa. Esquivé un par de trampas, que memorice con el tiempo, sabiendo que el barco aún estaría con bengalas incluídas.
— ¡Bingo!, Cómo amo tener suerte. — Había encontrado una pequeña barca, así no tendría que seguir caminando ante la nieve.
Armando todo el bote, volví mí vista una vez más a aquel lugar.
Aún lleno de ceniza, el barco destrozado, tomando en cuenta los pingüinos y demás heridos, era una obvia usurpación de la hermosa flora y fauna del Polo Sur. Estaba debatiendo en mí cabeza, pero con pereza, me fuí a limpiar un poco el hollín del suelo nevado.
— Ya es momento de avanzar, no puedo quedarme por mucho aquí.
